A mí también me dolía decirlo como tratar de aceptarlo —Cuanto más pronto lo aceptemos será mejor para los dos.
En realidad, no sabía si lo decía para tratar de convencerlo a él o tratar de convencer a mí misma. Porque, aunque no me gustara admitirlo, aun lo seguí amando con toda mi alma, igual o más profundamente que hace años.
Desde que él había aparecido de nuevo en nuestras vidas los sentimientos que según yo había enterrado en lo más profundo de mi corazón a lo largo de estos años habían resurgido con solo volver a verlo.
—Emily... Lamento todo, en verdad lo hago...— se veía arrepentido hasta incluso creo que tenía los ojos llorosos o tal vez eran imaginaciones mías.
Suspire tratando de relajarme, deje de llorar y trate de sonreír de nuevo. No pensaba volver a mostrarme vulnerable y ser cobarde.
—Pero a pesar de todo no puedo odiarte Landon, porque me regalaste lo más hermoso de mi vida, nuestras hijas.— susurre suavemente.
Ellas era mi motivación todos los días para ser mejor persona y para poder enfrentarme al mundo.
—Nuestras hijas...
—Sí, ellas, estoy segura de que son lo mejor que hemos hecho tu y yo en la vida.— le comenté con gracia y también tratando de dejar el otro tema atrás —En realidad de ellas era de quienes quería hablar contigo.— carraspeé.
Landon siguió el cambio de tema, se aclaró la garganta antes de hablar —¿Así? ¿Sobre qué?
—Ellas aún son pequeñas para comprender los problemas de adultos, pero aun así merecen saber la verdad.
—Lo sé y te agradezco infinitamente todas las maravillas que les hablaste de mi a pesar de los problemas entre nosotros.
—Eres su padre, y además, los problemas son conmigo no con ellas.— tome asiento de nuevo y el imito mi acción —Ellas no tiene la culpa de nada.
—Algunas en tu lugar no hubieran hecho lo mismo.— dijo pesadamente.
—Quiero ser buena madre por ellas y para ellas.— dije dulcemente.
—Lo eres, Emily.
Me encogí de hombros —Creo que lo primero que tenemos que hacer es explicarles de una manera suave que nosotros no estamos juntos.— vi cómo se tensó, pero decidí fingir no haberme dado cuenta —Decirles que no vamos a vivir juntos ni ser la familia feliz pero que ambos las queremos con todo el corazón.
—Vaya...
Apreté los dientes y tomé un respiro dándome valor antes de hablar —Ambos estamos de acuerdo en que ellas vivan conmigo ¿verdad?
—Claro que sí, jamás te las quitaría.
—Menos mal.— susurre aliviada.
—Aunque eso no quiere decir que me no esté preocupado por mis derechos como padre.
Le sonreí —Tranquilo Landon podrás visitarlas cuando quieras y también si quieres llevarlas por ahí de paseo por mí no habrá problema, confió en ti y sé muy bien que a ellas no las lastimarías.
—Mi madre está ansiosa por conocerlas ¿crees que sea posible que el fin de semana las pueda llevar a que la conozcan?
Vaya, hacia tanto tiempo que no veía a Adelia, no estaba segura de cómo me vería ahora después de tanto tiempo y de todos los problemas por los que pasamos.
—Por mi está bien.
—Ella también desea verte a ti, y creo que lo mejor sería que nos acompañaras, ya sabes.— agito la mano como si no fuera importante —Para que las niñas tengan a un lado a su mama y no se sientan incomodas y puedan entrar en confianza.
¿Acompañarlos? ¿Eso no sería buscar más problemas? Al ir a la casa de los papas de Landon no solo los vería a ellos sino también a sus otros familiares, como su abuelita y su queridísima prima.
Pero tampoco podía dejar ir a mis hijas solas a esa casa, si ni siquiera yo podía con las personas de esa casa ellas mucho menos, así que tendría que ir. No dejaría que nada ni nadie les hiciera daño, no a ellas.
—De acuerdo, supongo que no hará daño a nadie si los acompaño.— conteste entre dientes fingiendo una sonrisa.
Había llegado la hora de enfrentarme a los fantasmas del pasado. Genial.
—Bueno, como ya solucionamos esto ¿ahora si podemos disfrutar de la cena?— comentó divertido.
—Sí, supongo que sí.
[...]
—Bueno...— abrí la puerta del departamento —Fue una cena...— me quedé por un momento en silencio pensando de qué manera llamar a la cena que habíamos compartido Landon y yo —Única, gracias por todo.
—Gracias a ti por aceptar mi invitación, pero...— vacilo un poco antes de volver a hablar —¿Crees que pueda pasar a darles un beso de buenas noches a las niñas?
No le podía negar eso —Claro, pasa.
Me hice a lado para que el pasara y lo seguí en silencio en el trayecto hacia el cuarto de nuestras hijas. Prendí la pequeña lámpara de la habitación para iluminar el espacio, ambas ya se encontraban profundamente dormidas.
Era una escena que se grabaría para siempre en mi corazón, mis pequeñas profundamente dormidas como angelitos, su padre recostado en el marco de a puerta con una sonrisa observándolas con adoración.
—Son hermosas.— me regalo una sonrisa y yo le devolví el gesto —Tenías toda la razón, Lía y Candy son los mejor que hemos hecho en la vida.
Se acercó a la cama de cada una y deposito un beso en su frente, apague la lámpara y salimos los dos en silencio cuidando no hacer ruido para no despertarlas.
—Sí, nuestras hijas son muy hermosas.
Camina hacia la puerta y nos despedimos un poco incomodos por no saber cómo hacerlo adecuadamente, cuando apenas iba a cerrar la puerta y él iba a tomar el elevador se regresó, pude notar la decisión había en sus ojos.
Landon se acercó a mí y tomo mis manos, les dio un pequeño apretón antes de hablar —Por ellas, por ti, por nosotros, voy a arreglar todo.
El corazón se me acelero y la boca se me seco —Landon...
Beso el dorso de mi mano y me miro directamente a los ojos —Lo arreglaré, lo prometo.
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N/A
Capítulo 2/3
¿Qué piensan hacer de todos los acontecimientos que pasaron en esta noche? Recuerden que Emily es diferente así que hizo de esta cena una velada única. ;)
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De Vuelta a ti | ✓
RomanceSegundo libro de la Duología: Matrimonio Evans. A pesar de no estar juntos ellos ahora ya son una familia, y a pesar de que ambos traten de ocultarlo aún hay una historia con unos fuertes sentimientos detrás que todavía está inconclusa y necesita un...