ᴄᴜᴍᴘʟɪʀᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ғᴏʀᴅ x ____]

2. Pensamientos

Hola otra vez 🌚

Mis maletas eran azotadas contra la banda que se movía hacia dentro del avión mientras yo con una mueca de enojó me refería con el que las dejaba ahí. —¡Mas cuidado! Si tenía algo vivo ahí ten por seguro que se murió —balbuce enojada mientras Ford rodeaba mis hombros para alejarme de esa parte y subir al aeroplano.

—¿Tenías algo frágil? —pregunto mientras me sentaba a su izquierda.

—Ni que mi corazón estuviera hay —bufe sin pensarlo escuchando que Ford se quedó callado algo pensativo— Tenía una fotografía enmarcada y odio que avienten las cosas así como asi.. por eso siempre dejaba yo misma mis cosas en la banda.

Se alzó de hombros y me miro de reojo. —Con que.. ¿Corazón frágil? —comento después de un rato.

—El tiempo me endureció ¿Tengo que explicarlo?

—No realmente pero... olvídalo, no tiene caso —desvio la mirada mientras yo me recostaba en su pecho y el inclinaba el asiento— Aún me tiene pensado de lo que hablamos en la cafetería.

—¿Lo de mis metas?

—Lo de tener hijos, ahora estoy aquí y no pienso irme pero si aún no estás bien de salud podemos hacer una adopción.

De inmediato negué levantándome para verlo a los ojos. —Estoy bien de salud y si tengo hijos serán propios.

Sonrió de lado mientras miraba a Stan llegar a mi otro lado ya que las filas eran de tres. —Les traje sodas, son gratis.

—¿Eh? Lindo detalle —rei abriendo mi gaceosa y pasándole a Ford la suya— ¿Le llamaste?

—Si pero cambio de teléfono. No debí esperar tanto tiempo. Además es estúpido.. apuesto que cambió tanto que ni en New jersey estará ¿Quien se quedaría en ese vejestorio por iniciativa propia?

Stan tenía razón, nadie tenía oportunidad de crecimientos en ese lugar ya que quedarse ahí era como caer a un pozo sin fondo, claro que había personas de dinero pero ninguna originaria y que viviera siempre en ese lugar.

(...)

—...Mi espalda... —gemi frotando mi hombros, malditas aerolíneas baratas, malditos sillones y malditos los que aventaron mis maletas que no salen las desgraciadas.

—Toma —sonrio Ford dándome un café que había comprado— ¿Aún no salen?

—Para mi que los desgraciados las tiraron a mitad del vuelo...