Si, me estaba volviendo loca.
No tenía noticias para nada y Mabel se estaba tardando esta mañana para traerme el desayuno y dejarme salir.
Llevaba casi dos semanas aquí y si mis cuentas no fallaban daría a luz a más tardar dos semanas...Entre mis pensamientos recurrentes escuché la puerta abrirse, pero no la dulce voz de Mabel.
—Solo quiero una muestra de sangre —dijo opaco, con su cabello desalineado y la bata con manchas de café. El olor a cigarrillo que desprendía no dejaba de decirme "no a dormido desde hace semanas"
—Y yo solo quiero ayudarte —dije, realmente molesta—. Me tienes cautiva, como si no fuera tu esposa.
—Tambien tengo a Stan así, no puedo darme la libertad de que uno de ustedes me apuñale por la espalda.
—¡Pero somos tu familia! ¿Sigues sin entenderlo? —grité.
Su mirada sería me decía que no seguiría mi conversación, está era mi oportunidad para ayudarle y no la dejaría ir.
—¿Cuántas veces te he salvado la vida?
—No tiene nada que ver eso ahora...
—¡Dime cuantas Stanford!
—...Muchas. Perdí la cuenta.
—¿Que te hace dudar que yo, tu esposa, que él, tu hermano, te haremos daño?
—Ustedes jamás harían eso, pero Bill sabe cómo jugar con sus mentes, sabe meterse tanto en el papel de liquidar que no le importa el tiempo que invierta o los recursos.
Finalmente me deje caer en la cama, ¿Que otra cosa podía decirle? Tenía hambre y me quedaba sin ideas.
—No te tengo aquí por miedo a que hagas algo, la mayoría de mi paranoia es que te haga daño, que se lleve consigo sus vidas —dijo acercándose a mí y tomando mis manos—. Se que esta es la peor de las maneras pero no tengo alternativas, no que se me puedan ocurrir ahora.
Senti un cálido abrazo rodearme, lo necesitaba pero en estos momentos no podía darme mimos, lo último para lo que tenía tiempo era dormir.
—Dejame ayudarlos, aún que sea con los exámenes a Stanley. Se que todo esto también le puede afectar, creeme que después de tantos años casi le conozco mejor que tú.
Dudo un poco, miró mis manos y depositando un beso en mi frente volvió a mirarme.
—Mabel me contó sobre que querías que te dejará escapar al piso dos. Ella no tiene acceso y lo sabes.
—Ella no, pero no hace falta recordarte quien diseño la habitación ¿Cierto?
Una risa se dibujo en sus labios. —Si quisieras ya estarías afuera ¿Que te frena?
—Veinte kilos y una barriga enorme. ¿Que me dices de tí? Que ojos tan lindos cargan esas bolsas —dije en burla picando su mejilla.
—Lo mismo me a dicho Stan. No deja de preguntar por tí.
—Se que está preocupado porque no solo corro peligro yo, si no, nuestro hijo igual. Diablos, no debí correr tantos riesgos.
—No es tu culpa ser así, son de las cosas que más me gustan de ti.
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ᴄᴜᴍᴘʟɪʀᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ғᴏʀᴅ x ____]
FanficUna promesa siempre se tiene que cumplir. palabras de mi madre que me llevaron hacer con vida una larga lista de cosas que tendría que hacer con el tiempo y una de ellas era «Seguirle hasta en fin del mundo». Y estoy dispuesta a ellos aunque suene...