ᴄᴜᴍᴘʟɪʀᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ғᴏʀᴅ x ____]

26. ejecutar.

—¿Graunty? —preguntó Dipper al verme pasar por la puerta.

—Si, si, si fuera mi fantasma no abría hecho ruido. ¿Que me dices de la planta? ¿Sigue regenerandose? —cuestione tratando se tomar notas.

El chico se frotó el cabello y comenzó a explicarme todo, con lujo de detalle tal y como me gustaba. Me dijo algunas observaciones e igual alguna que otra idea.

—Pero, algo que quede entre nosotros —susurro, tratando de no llamar la atención de Ford quién se encontraba arreglando una máquina—. Miré a Grunkle Ford encajarse la aguja en la mano repetidas veces, me dijo que no encontraba su vena pero no me convenció.

Lleve una mano a mi mandíbula, ¿Y si él era el que eligió Bill para llevar su plan acabo? Y nos encerró a mi y a Stan para no complicarle y me dejó salir por qué sabe que no soy un problema en mi estado. Joder, todo me daba vueltas.

—¿Haz visto a Stan? —pregunté ligeramente conflictuada.

—No, solo van Soos y Mabel con él. Grunkle Ford insiste en que me quedé aquí.

¿Por qué todas mis teorías tenían que conectar así de mal? ¿Y si Stan en realidad no estaba en cautiverio?

—Dame las llaves y distrae a tu Grunkle.

( . . . )

El pasillo estaba oscuro, jamás había notado que el estaba al otro lado. Parece que las luces las apagaron ya que me habían dejado salir, como si ya nadie fuera a venir.

Prendí las luces y un susto me causo el ver a Stan pegado al vidrio.

—Ya estás grande para hacer esas caras —suspire aliviada.

—Y tu ya estás grande para coquetearle a mí hermano y salirte con la tuya.

Ese era mi plan B.

—Solo quiero ser de ayuda. Pero entre más sé más teorías locas tengo. Pensé que te tendría en un tubo de ensayo y Ford estaría siendo manipulado por Bill.

—Deberias estar en el jardín leyendo algo, no te haría daño descansar.

—¿Hace cuanto saliste a dar una vuelta al porche?

—¿A ti te dejaban salir al porche? —dijo en chiste aún que claramente ofendido.

Y este era el momento dónde quería darle a Ford un golpe en la cara.
Me senté junto a él en la cama de la pequeña habitación, deje salir el aire que mis pulmones retenían y me deje caer como la adolescente que él alguna vez conoció.

—Esto es una completa locura. Tengo miedo de que algo malo pase y estoy a un estornudo de dar a luz ¿Que hago? —dije con una alterada—. Sé que todo lo que sabía sobre Bill ahora es nada, no vamos a un paso delante de él y eso en circunstancias como estás es que vamos perdiendo. Estoy perdiendo la cabeza.

Sentí su mano acariciar mi espalda, tratando de brindar apoyo a pesar de que él igual igual sufría las consecuencias.

—¿Cuánto falta?

—Dos semanas máximo.

—¿Planeas ir a un hospital?

—Seria una locura si no.

Deje mi mirada perdida en la pared, ninguna de mis teorías eran ciertas. Entonces ¿A quien tomaría? ¿A quien tendríamos que proteger?

—¿Ya sabes que será? —preguntó Stan, sabiendo que los resultados ya habían llegado.

—Claro que lo sé, pensaba decírselos pronto pero con esto creo que es la última de vuestras preocupaciones.

—Tu siempre nos preocupas, jamás dejas de meterte en líos —bromeo Stan empujándome.

—Oh, claro. El rey de Roma a hablado —susurre en una carcajada—. No sé por dónde comenzar ahora ¿Y si Dipper también es recae en las manias de Ford? Aún es un niño.

—Para nada, se que será mejor que nosotros tres —sonrió tratando de animarme.

Tres capítulos pequeños en dos días uwu los extrañaba y a esta historia así que estos pequeños capítulos son basados en que los soñe, madreh mía jajs