39. Basura, a su lugar

268 14 18
                                    

Apreciaba la cabaña, desde los adentros del pueblo. Mi hogar se había vuelto cenizas una y otra vez. Está vez al menos aún conservaba su fachada, siendo una atracción visual la luz que despendia desde sus cimientos y alcanzaba las oscuras nubes del Gravity falls.
Mis bebés se encontraban tan tranquilos, yo tan cansada y su padre tan molesto ante la posibilidad de que su nuera-sobrina nos estuviera jugando doble.

—Dipper confía en ella —admitio Stanford—. Le enseñe bien en cuestionar a las personas y si por lo visto aprendió de mi podríamos confiar.

Seguí alimentando a uno de los pequeños mientras lo miraba dar vueltas por toda la "habitación"
La guarida de Wendy nos servía de maravilla después de añadirle unos ajustes para emergencias como estás.

—Deberiamos ir al búnker e intentar inscriptar sus memorias y pensamientos. Tal vez eso nos brinde más confianza.

—Linda, si Bill se metió con su cabeza y está jugueteando dentro. Es cellar esa conexión al incriptarlo.

—¿No sería una tumba difinitiva? No más posesiones, ¿no más superpoderes?

Stanford suspiro, acariciaba su barbilla viendo la pizarra mientras cargaba en su brazo nuestra linda princesa. Era tan acogedor verlo siendo padre pero a la vez preocupante como podia ignorar su alrededor y hacer de todo mientras estaba dentro de su cabeza buscando soluciones.

—No podemos hacerle eso a Dipper —Aconsejo tratando de buscar una razón a contra para no dañarla.—No podemos hacerle eso a nadie.

—¿Que tal a mi?, Tu y yo sabemos la ecuación, él lo sabe —admiti con una sonrisa ante la pequeña ventana de esperanza.

—¿Que? —Casi grito al girarse a mi encuentro. —No, tu sabes que no.

—Stanford, déjame ser recurso, finalmente nuestros hijos estarán salvó, Stan podrá tener una vida y tú... —Me levanté ante la intromisión de Mabel—. ¿Si Solecita? —Pregunte llamando la atención de Stanford antes de decir algo inadecuado en su presencia.

—Pacifica tomó una siesta, aún así, seguiré cuidando de ella sin llamar la atención de Dipper. Sigue muy afectado al verla tan lastimada —susurro lo último tratando de contener las lagrimas—. Ambos están hechos un desastre, ¿no han considerado dejar a bill encerrado en la cabaña y que vengan con nosotros a California?

Mire a Stanford compartiendo en miedo que Mabel contenía, se había convertido en una opción a primera estancia pero no queremos que logré librarse si el escudo se rompe con el tiempo.

—La magia de unicornio y las piedras no es permanente, cielo —dijo Stanford acariciando su cabello—. Tu graunty y yo estamos a nada de encontrar una solución, tu hermano y los trillizos estarán bien. Confía en nosotros —le dió un ligero abrazo y le pasó el pequeño Filbrick.— Arruyalo un poco, necesita de los brazos jóvenes de su Tia favorita —sonrio tratando de distraerla.

Mabel con una sonrisa de ternura abrazo despacio al pequeño y lo llevo a la sala donde los demás se encontraban.

—No _______, encerrar a Bill en tu cabeza jamás será un recurso para mí —declaro añadiendo molestia en sus palabras —. No dejaré que la madre de mis hijos y el amor de mi vida se entregue a nuestro enemigo.

Sus palabras dejaron de ser calmadas y meditadas para convertirse en un grito de por favor no te vayas a mis ideas.

( . . . )

Tenemos que pensar en una solución ya y aceptar las consecuencias. Si seguimos dejando la cabaña sin protección real no podremos contarla —opino Stanford tachando las últimas dos—. Me resignare a la opinión de Fiddleford. ¿Que opinas, linda?

—Dejalo entrar en mi cabeza —volvi a susurrar.

—Ya hablamos de eso, deja tu terquedad y entiende.

—Entonces en lo que tú y Fiddleford se informan más al respecto déjenme ir con pacífica a la cabaña. Tal vez así obtengo algo de información —comparti con Stanford.

—¿Segura? —murmuro mirando como aún cojeaba un poco

—Pan comido —sonrei aún con algo de dolor.

No dejaría que un mounstro conservará mi casa, no dejaría que esa bestia se adueñara del futuro y vida de mis hijos. Si tenía que dar la vida por ellos la daba, si tenia que mentirle a Stanford para lograr safarme de su protección y salvar de una ver por todas nuestra realidad, no me molestaría tomar el riesgo.
El hacerme la idea de abandonar a mis hijos y mi marido me rompía el corazón, pero si era la única manera en que pudieran librarse de sus líneas...
No podía hacerlo sola, si quería mantener todo al pie de la letra necesitaba ayuda, ni más ni menos que

—Paz, ven conmigo —susurre despertandola.

—Señora Pines, no es por ser grosera pero me dieron la peor masacrada de mi vida. ¿Es muy importante? —gimio tratando de levantarse.

—Demaciado... Dipper estará bien con Stan, Ford sabe y está de acuerdo en que me acompañes. No es por ser chismosa pero ellos están dudando de que nos estés diciendo la verdad, ven conmigo y comprobemos que se equivocan —murmure tomando su mano.

El Camino por el bosque se volvió curioso, las ardillas comían bellotas moradas y los árboles se inclinaban en distintas ráfagas de aire.

—Eres la Northwest que Gravity falls necesita —exprese llamando su atención. —No pensé que esa bola de charlatanes darían al mundo un ser que dejó de ver por solamente su bien personal. Estoy orgullosa —sonrei tratando de calmarla.

—¿Dipper también piensa que hice un trato con Bill?

—¿Que te dijo cuando Dipper se desmayo?

—Me mostró mi futuro... —murmuro tensa.

—¿Es muy malo?

Asintió. Temo que es lo suficientemente malo como para desanimarse de esa manera.

—Te aseguro que lo que sea que te haya mostrado está equivocado.

—Me mostró como intentan abrir el portal..

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 23, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ᴄᴜᴍᴘʟɪʀᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ғᴏʀᴅ x ____]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora