ᴄᴜᴍᴘʟɪʀᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ғᴏʀᴅ x ____]

20. Mentiras

Los dioses se han reunido y enme aquí <3

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¿Cómo describir ese sentimiento de miedo que tienes al saber que algo pasará? Pero no sabes que.

Podía leer eso cuantas veces fuera posible pero por más que exprimiera mi cerebro como una uva, no podía entenderlo o siquiera darle un sentido en que serviría contra Cipher.

Si, estaba vivo. Si, estaba detrás de mí. Y para joderme más la existencia, si, sabía de mi embarazo.
Los días faltantes en el calendario cada vez eran menos, se suponía que podría dar a luz a finales de mes; pero, por mi parte me sentía tan cansada, como si fueran a nacer de una vez.

Hasta ahora decidimos dejar en secreto el sexo de los bebés, sabiamos algunos detalles pero solo los escenciales. - ¿Gemelos? -pregunto Ford una vez más tratando de confirmar lo que antes nos habían mencionado.

-No se por que preguntas, es la quinta sesión que lo haces -bacile sentándome sobre la camilla.

- Solo quiero estar seguro, leí sobre anomalías que habían creer a la máquina que se trataba de dos o más bebé. Pero creo que ahora estoy más que seguro -sonrio besando mi frente- ¿Puedes caminar hasta el auto?

-Si, claro que puedo. ¿Quieres que te deje a solas? -pregunte extrañada.

- Por favor -dijo abriendo la puerta para mí.

-Para la otra me cargas -conteste saliendo un poco molesta.

Estaba en mi último mes de gestación, tal vez y mi psicológo tenía razón. Debí dejar de preocuparme desde que Bill no volvió a aparecerse. Por mi psicológo me refería a Fiddleford quien había recuperado su vida por completo y en vez de olvidar había optado por entender.

No tenía con nadie más a quien confiarle esa cosa de Bill, Si Ford o Dipper lo supieran terminarían imergidos en misterios y anomalías una vez más. - ¿Ya terminaron Graunty? -pregunto Mabel tejiendo en una banca frente al auto.

-Si, Ford se quedó dentro preguntando unas cosas. ¿Sabes a dónde fue tu Grunkle Stan?

- Dijo Stan que buscaría unos libros -confeso moviendo sus pies con diversión mirando fijamente el hilo.

-¿Stan y libros en la misma oración? Esto puede tratarse de un verdadero misterio para tus Nerds Hermano y Grunkle -dije dejando escapar una carcajada.

- Solo buscaba unos cómics, Soos me habló de unos muy buenos -dijo sosteniendo una bolsa- ¿Y Stanford? Pensé que te cuidaba con escudo y espada todo el día.

-Por desgracia lo hace -suspire dejándome caer en la banca- quería preguntar unas cosas sin mi presencia.

Stan desvió la mirada. - Me eh de imaginar que cosas.

-¿A qué te refieres?

- Tiene miedo de que uno de ellos nazca con seis dedos.

-¿Polidactilia? -pregunte.

- Si, puede que con eso también -contesto haciendo que automáticamente perdiera mi fe en la humanidad.

-Si llega a nacer uno de ellos con eso jamás afectará en nada. Le daremos tanto amor cómo a su par -dije mirando a Mabel- ¿No es así linda?

- Yep, tejeria guantes especiales para el ¡Sería divertido! -exclamo mirando que su Grunkle regresaba, guardó las cosas que tenía en su mochila y fuimos directo al auto.

Stan conducía y Mabel estaba de copiloto cantando a su par una de sus melodías. -¿Estas preocupado? -pregunte mirando como tronaba sus nudillos.

- ¿Yo? Para nada, solo quería saber que algunas cosas sobre la dieta.

Alce una ceja creyéndole poco. -Se que no es así ¿Por qué no quieres que tengan polidactilia? ¿Acaso no soñamos con ver un desendiente nuestro corriendo y contando seis con una mano?

Ford mordio su labio inferior. Desvió la mirada tratando de evitarme pero yo seguía mirándolo. - Ahg, bien... Quiero evitarle problemas ¿Contesta?

-El mundo es diferente ahora Ford.

- Si, ahora un chico normal y extraordinario como Mansón recibe burlas. Yo no quiero eso para alguno de ellos o ellas. A nuestra edad será difícil estar al pendiente o que siquiera nos tomen enserio algún bandalo.

-Subimos a pato al autobús. ¿que más rudo que eso quieres ser? -sonrei tomando su mano- ambos estamos listos para esto, pasamos por tanto que un simple bully no hará ninguna diferencia. No digo que lo matarás pero en este planeta aún sirven las amenazas.

- No quiero llegar a un extremo así -suspiro mirando hacia abajo- quiero brindarles una vida normal, sin problemas o locuras. Después de que nazcan dejare todo en manos de Dipper, se que él será capaz de manejar todo. Ya es hora de retirarme.

-¿Dejar las aventuras? Ford...

- Es una decisión, linda. No puedo arriesgarte más, mucho menos a ellos. Imagina la posibilidad que enfrentamos a Bill con ellos a su conociencia, sería... En pocas palabras el fin de mi mundo. Ahora ustedes son mi mundo -susurro lo último pegando su frente a la mía con una sonrisa.

Me quedé sin palabras ¿Que decirle? Si ahora era realidad su gran pesadilla de Bill en nuestras vidas una vez más.
Esa noche no logré dormir, intente escontrar en mi cabeza una solución. Hasta que una luz de gloria llegó a mi cabeza.

- Necesito el arma -dije.

-¿Pasa algo Graunty? -pregunto Dipper- si es Bill ahora mismo podemos hacer más municiones.

-No niño, todo está bien. Quiero resguardarla ya que posiblemente vendrá una hermana mía el fin de semana -dije tomando la caja del arma bajo su cama- no quiero que uno de sus hijos ronde y encuentre algo como esto.

Dipper me miró extrañado y asintió. - Como digas Graunty. ¿Cómo se llama tu hermana?

-Mey, pocas veces la veo.

- Jamás me a tocado verla, Graunty.

-Por algo tú, Mabel, Stan y Ford son la única familia que me queda. Descansa niño -dije cerrando la puerta a mis espaldas.

Si, tendría que hacer una munición sin que nadie sospechara. Pero tratándose de mi a casi dar a luz era un poco improbable hacerlo a tiempo.