tres

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Tal vez fue aquel buenos días o el habernos quedado despiertos hasta tarde mensajeando, o la buena charla que había tenido con mamá o simplemente la acumulación de todo lo bueno a mí alrededor. No sabía qué exactamente me tenía tan de buen humor, pero a la vez sí. Era gracias a Yoongi. Estaba tan feliz que incluso si me chocaba  con alguien en plena calle le sonreiría hasta para disculparme. Me sentía también un poco tonta, pero ¿cómo no?

¡Había besado al chico que me gustaba! No solo una vez, ¡varias veces! Y me correspondía... Yoongi me correspondía y las mariposas que eso me ocasionaba me hacía sentir tan eufórica de camino a la facultad. Tenía clase de literatura griega, mi favorita, pero llegaba tarde. Ni siquiera me había enojado perder el bus y esperar por el siguiente por veinte minutos o más. Nada me enojaba.

Me coloqué de puntas para ver a Sojin dentro del salón y luego miré a la profesora, de espalda hacia mí. Sojin me observó, haciendo rápidamente un gesto de que esperara. A la profesora no le gustaba que le interrumpieran así que esperé su señal para cuando la profesora diera una pausa a su enunciado para ingresar. Cuando esta señal se dió, ingresé al salón. Taehyung estaba sentado al lado de Jimin y Sojin. Me abrí pasó rápido hasta el asiento guardado delante de Jimin y les sonreí antes de volver a mirar al frente, hacia la profesora.

Ni siquiera su cara de mal humor afectó el mío.

La clase transcurrió normal entre tomar apuntes y mirar mi móvil. Yoongi estaba en la universidad también, no en la misma, sino otra que no estaba muy lejos. No podíamos dejar de hablarnos, ni por la mínima cosa. Y cada vez que me daba cuenta de eso, sonreía más. Me mordí mi labio mientras le respondía. La profesora estaba de espalda así que no me veía hasta que sentí un empujón. Volteé a mirar a Jimin pues era él quien había estado tras de mí, pero la mano no era de él, era de Taehyung.

—La profesora te va a atrapar.

Sabía que si me atrapaba diría no a mi móvil por todo el día así que asentí, frunciendo la boca. Guardé el móvil dentro de mí bolso y recosté mi mentón sobre mi mano mientras volvía a atender a clase. Podía sentir la vibración dentro de mi bolso, a mi lado, por lo que no aparté la mirada un tiempo, pero pronto me acostumbré. Taehyung tenía razón. Justamente la profesora encontró a alguien con su móvil y se lo decomisó hasta el final del día. ¡Horror!

La clase acabó así que tomé mis cosas mientras escuchaba que la profesora le decía a aquel alumno que la buscara en la noche para que le devolviera el móvil. No hubiera soportado lo más probable. Jimin se acercó a mí rápidamente y me observó con una ligera sonrisa.

-Yoongi tenía exactamente esa misma expresión que tienes ahora ayer. -dijo, ¿ayer se habían visto? Me sorprendió su confesión. -¿me vas a decir que sucedió durante sus clases?

Eso significaba que Yoongi no le había dicho. Así que solo sonreí y seguí caminando. Escuché su reclamo rápidamente viniendo tras de mí. -Kyungie dime, Yoongi no me dirá. ¡Quiero saber si yo soy su cupido por unirlos!

Jimin había sido quién me había recomendado a Yoongi para las clases de piano. Le había conocido en una exposición de arte contemporánea y apenas se hablaban, pero vivían, por coincidencia, en el mismo edificio.

—Te ves algo radiante hoy— Taehyung dijo. Miré a Sojin que venía a su lado y también me observó. —¿Es maquillaje?

No me había echado maquillaje ese día. Y Jimin que estaba más cerca observó mi rostro. —No tiene, puedo ver sus pecas.

Tenía pecas casi inapreciables a menos que alguien estuviera a diez centímetros de mí rostro podría notarlo.

—¿El vestido?

Die trying + jjk + kth + myg ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora