Die trying + jjk + kth + myg ✔️

treinta y cinco

Dedicado a kimmkis

Taehyung llevaba un buen rato extraño. Ni siquiera quería tomar su malteada de fresa, y eso que él la amaba. Estaba callado y apenas sonreía a pesar que Yoon Oh estando a su delante no dejaba de contar con emoción lo que había pasado. Sungmin aún no llegaba, pues había decidido irse a cambiar el traje que tenía, pero no demoraría en llegar. Jisung estaba ahí bastante emocionado, se le podía notar en todo el rostro, es decir no era necesario que riera para que nos diéramos cuenta de su buen humor, pues al final ambos irían a la misma ciudad. Aún no veía la expresión de Sungmin, pero apostaba que estaría igual o más que feliz.

—Por cierto —le dije al peli castaño, él inmediatamente dejó de hablar con su hermano menor para mirarme—Hay una fiesta el viernes, es de mi amiga, ¿Quieres venir?

Le dije. Sentí que era necesario puesto que Byeol y Sojin de seguro no me querrán soltar, pues aunque hayamos hablado y pedido disculpas mutuamente (incluso Byeol por haber dicho lo de Yoongi), teníamos más de qué hablar, así que no quería dejar a Taehyung solo sabiendo que Jimin y Jungkook no se acercaban. Quizá el primero lo haga, pero a la vez sentía que no. Taehyung se llevaba bien con Yoon Oh, además también sería motivo para decirle a las chicas que no quería dejarlo solo y me estén arrastrando por doquier. De cierta forma, solo quería que las cosas fueran más tranquilas con la presencia de Yoon Oh.

— ¿Dónde será?— preguntó. Miré a Taehyung, no recordaba donde vivían los padres de Byeol, es decir, había ido, pero no recordaba por dónde. Solo sabía que debía bajar en la estación Cheongdam.

—Gangnam. —Taehyung respondió, ante mi duda y luego asentí mirando a Yoon Oh

—Está lejos de acá. — dijo. Bueno sí, lo estaba, pero podíamos fácilmente quedarnos a dormir allí o bien podría pedir el auto ese día. Si no se podía ninguna de las dos no quedaba de otra que regresarnos en taxi.

—Trataré de pedir el auto, no tienes de qué preocuparte. —Le dije, Jisung tenía una amplia sonrisa.

—La distancia no es impedimento, noona. Solo lo hace para hacerse el interesante. —Jisung dijo a lo que Yoon Oh lo miro entre molesto y avergonzado. Siempre era así cuando el menor estaba ahí presente. Miré a Taehyung, sonriendo, pero él parecía estar bastante pensativo con algo. Así que lo codeé para que me mirara, articulando un ¿Qué te sucede?

Él no dijo nada, simplemente se encogió de hombros. Realmente me preocupaba verle así, hacía mucho no le veía tan decaído. Así que sabía que apenas los dos estuviéramos a solas tendríamos que hablar. Mi hermano no llegó mucho después, sentándose al lado de Jisung, ambos se veían bastante cómodos y alegres. Mamá solo había pasado a dejarlo y se había marchado luego de saludar a todos. Solo me recordó que no llegara tan tarde, porque Sungmin tenía cosas por hacer.

Sungmin empezó a relatar lo que sucedió en su entrevista, pero mi mirada no se podía despegar de Taehyung por las siguientes dos horas cuando nos tuvimos que marchar. Me despedí de los Jung y pronto, y junto con ambos chicos restantes me dirigí al paradero. Vivíamos en la misma dirección, misma línea teníamos que tomar. Dejé que Sungmin se colocara los audífonos y viera su móvil cuando le di una mirada de que quería hablar con Taehyung. Nos sentamos en la banca del paradero y miré a Taehyung. Él tenía la mirada perdida.

— ¿Entonces qué es? —Taehyung dejó de mirar a la nada, para girar su rostro hacia mí, sin ninguna expresión. Algo sucedía, por eso continué. — ¿Qué ha sucedido, Taehyung? Sabes que puedes contar conmigo.

—Sé que puedo, Sungkyung. Sé que puedo contar contigo... Solo que... —Se quedó callado y esperé que continuara. — ¿Por qué te quedas conmigo?