Die trying + jjk + kth + myg ✔️

five

El agua está aumentando
¿Nos hundimos o nadamos?

A veces estar enamorada de Kim Taehyung era algo estúpido. Él tenía cerca de dos años con su novia, pero eso no quitaba el hecho que a veces cuando me olvidaba la misión de que solo debía enfocarme en su amistad, le veía con cautela cuán hermoso ese ser humano era. Sojin me reñía, pues ¿Cómo era posible que un año después de la confesión aún me seguía gustando? Pues sí, ya había pasado un año desde ese entonces y sentía que aún no podía superarlo.

Pero podía fingirlo bien, aunque frente a Sojin a veces era inevitable. Me conocía a la perfección. Sabía que cuando sonreía mucho estando con él, era porque mis sentimientos seguían ahí, aunque lo negase muchas veces. El sentimiento que creía que era efímero, no era así, efímero había sido el momento que viví en la ilusión que él estaría conmigo en algún momento. Al menos, sabía que eso no sucedería. Nunca. Kim Taehyung estaba muy enamorado e incluso meses atrás había conocido a su novia. Toda una belleza.

—¿Crees que nos pondrá una buena nota en el proyecto? —le pregunté. Ahora cursaba una materia con él. Él definitivamente alzó su pulgares.

—Somos un buen equipo, no lo dudes. Además Park Jimin es un genio. —el aludido alzó la mirada y sonrió. Tenía una bonita sonrisa, y su cabello rubio me hacía recordar al principito. Parecía uno también. De facciones delicadas y masculinas a la vez, simpático y tenía una personalidad que te hacía querer abrazarlo siempre. Le había conocido gracias a Taehyung.

—Tienes razón. Jimin, eres un genio— me gustaba darle apoyo, parecía ser una persona frágil que le gustaba estar bajo presión, así que acaricié su espalda de forma amistosa. Él sonrió dulcemente y tal con solo verlo recordé algo. —Por cierto, tengo chocolates ¿Alguien quiere?

Pregunté mientras abría mi mochila. Había ido de viaje a las montañas y el chocolate de allí era bastante delicioso, he de admitir. Ambos asintieron y pronto les tendí sus respectivos chocolates. No podíamos comer dentro de la biblioteca, pero en secreto lo hicimos. Las risas compartidas con ellos eran sinceras. Mi mirada se concentró en Sojin y Jungkook quienes entraban en la biblioteca en búsqueda de una mesa. Sin embargo, parecían no verme. Alcé la mano para que me vieran y se acercaran. Y así lo hicieron. Sonreí hacía Jungkook apenas este se sentó a mi lado y le tendí un chocolate -a Sojin igualmente-.  Su rostro mostró una expresión de gratitud y me dio un ligero abrazo de la nada. La cercanía me mareó un poco. Jungkook no era de ser afectivo. Con el año que llevaba conociéndolo, era la primera vez que le abrazaba. Ni siquiera en su cumpleaños él se dejaba acercar así. Siempre me pregunté por qué, pero casi siempre lo olvidaba por reírme con sus cosas.

Taehyung hizo que volviera enfocarme en la tarea, así que dejé de lado a Jungkook. Sojin me observó con una sonrisa. Ella era la única que seguía creyendo que Taehyung y yo sí podíamos tener algo, pero no era así, y se lo había dicho. A veces no la entendía, cuando estaba notoriamente estúpida por Taehyung me reñía;pero cuando estaba tranquila por él, me emparejaba. Nunca la comprendería con ese tema.

Bostecé tanto que incluso una lágrima escapó de mis ojos, la cual limpié rápidamente. Jimin se levantó diciendo que compraría café, así que cuando le iba a decir que me comprara uno se ofreció a regalarme una taza de ella. Sonreí agradecida, Taehyung aprovechó eso para darle dinero y que me comprara un muffin de vainilla. Quise decirle que no, pero me mandó a callar.

Sojin volvió a sonreír mirándome y movió las cejas de manera pícara antes que Taehyung se diese cuenta. Mis mejillas se sonrojaron y miré hacia abajo. Taehyung podía robarme suspiros cuando se comportaba así de lindo. Jungkook se rió de la nada, le miró, otra vez jugando en su móvil.

Y también sonreí al ver su imagen, la ternura de verlo sonriendo como un niño me enternecía. Y volví a tenderle un chocolate. —Gracias, Kyungie.

Asentí antes de volver a mi tarea, pero Taehyung me miraba con la ceja alzada y una risa divertida se asomaba por sus labios.

Todos se daban cuenta del cariño que te tenía Jungkook incluso antes que yo lo notara. Que mis sonrisas eran más sinceras contigo, pero tú, como aquel momento, solo me las dabas a medias.

Quisiera no haber alzado la mano en aquel entonces, que Taehyung no hubiese dado cuenta que por primera vez estaba pasando la página y entraba a tu libro.