Su silencio me pone los nervios de punta: si decide no perdonarme estoy frito, no tengo ni idea de qué se supone que haga o qué pasará si ese es el caso. Ella se para y empieza a caminar hasta quedar frente a mí, su mirada violeta está fija en la mía, tornándose de una mezcla de tonalidades y matices de ese mismo color que me deja embobado.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué, qué?
- ¿Por qué debería perdonarte?
- Bueno... Yo...
No puedo hablar, su pregunta dejó mi cerebro en blanco. Tiene razón, ¿por qué debería hacerlo? Si bien ella no ha sido una "ternurita" conmigo, yo no lo he sido con ella y ella tampoco tenía por qué quedarse, hacerme "compañía" o tratar de levantarme el ánimo (aunque fuera en esa extraña y rara forma suya, con su peculiar sentido del humor). Sí, Muerte no ha hecho nada más que ayudarme: me dijo lo que había pasado, me llevó hasta mi cuerpo, me animó a entrar en la pieza del hospital cuando no lograba decidirme... Puede que el proceso no resultara lo que yo esperaba, mas, ¿acaso sé yo lo que realmente se debe esperar de la muerte?
Nadie lo sabe, como bien dijo ella: "nadie le preguntó cómo quería ser representada", la humanidad simplemente imaginó y formó una imagen y un estereotipo de La Muerte que creyeron conveniente, uno que iba con el tipo que buscaban de una situación así, solo para darse de lleno con que la realidad es otra totalmente distinta.
No quiero ni imaginarme la cantidad de veces que habrá tenido que soportar esto, que habrá tenido que pasar por este tipo de situación, que la habrán tratado tan mal como lo hice yo por ignorancia y miedo...
Como bien dijo: lleva siglos, milenios, haciendo esto; el mundo le teme, la odia, la quiere lejos. ¿Es la mejor compañía que uno podría tener en una situación como ésta? No, por supuesto que no, sin embargo, si uno lo piensa bien: ¿es preferible un esqueleto sombrío, tétrico, que solo te muestra el camino de tu muerte, que provoca que la situación sea más deprimente y horrible de lo que es ya de por sí, o una chica, con un sentido del humor retorcido, no obstante, entendible, cínica, despreocupada y carente de empatía, pero hermosa (si he de ser sincero conmigo mismo) y dispuesta a intentar que este momento no sea tan traumático?
Si me lo preguntan a mí, me quedo con la segunda opción: la prefiero mil veces a ella porque, al menos, con ella puedo ver "la luz al final del túnel", un atisbo de esperanza que dudo que pudiera ver de la otra forma. Y no, no tiene nada que ver con mi anterior aceptación de que ella es hermosa, no es por eso así que no jodan.
"Sí claro, seguí diciéndote eso hasta que te lo creas..." "Silencio consciencia, nadie te habló a vos".
En fin, considerando eso, la respuesta es obvia y deprimente; no puedo evitar un suspiro de pesar y bajar la cabeza, abatido, derrotado.
- ¿Por qué perdonarme? Por ser un idiota, por comportarme pésimo con vos cuando no lo merecías, por descargar todo lo acumulado en tu persona cuando no sos la culpable, causante o iniciadora de la situación en la que estoy. No hiciste más que ayudarme en cierta forma (aunque tu sentido del humor me crispa los nervios), y yo te traté para el demonio. Esas son las razones por las que te pido perdón, mas no lo merezco.
Todo queda en silencio por unos instantes que se me hacen eternos hasta que, de la nada, su estallido de risa me hace alzar la mirada, encontrándome con La Muerte descostillándose de risa. ¿Pero qué carajos...?
Pasan un par de minutos en donde, el silencio de la noche, solo es quebrado por sus carcajadas hasta que, de a poco, empieza a disminuir lentamente y se saca una lágrima del ojo al tiempo en que suspira, recuperando su respiración normal.
ESTÁS LEYENDO
Del otro lado...
Romance¿Cuál sería tu reacción si despertaras en el bosque, sin saber qué pasó y una chica te dice que es la muerte? ¿Y qué harías si ella te dijera que estás por morir (que es una gran posibilidad) y que, si no arreglás todo lo pendiente que te queda, pue...