Capítulo 18

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Menos mal que caí sobre el pasto, porque sino esto habría dolido mucho más. Como siempre que nos transportamos al estilo de Mitha, mi aterrizaje no es precisamente suave, de hecho caí de culo sobre el patio de una casa y terminé recostado por completo de espaldas sobre la vegetación que me rodea en este momento. ¿Por qué carajo no puedo tener, aunque sea, un descenso normal y sin dolor? Al menos el de Hawai fue de pie, aunque me llevara el agua después. 

La cara de la muerte aparece desde arriba frente a mi ojos con una ceja alzada. 

-No ha sido precisamente tu mejor aterrizaje.

-No me digas, no me había dado cuenta. 

-Ya te dije que el sarcasmo es mi marca registrada. Ahora levantate de una vez, tenemos una misión que cumplir. 

Su mano de uñas cuidadas de color negro y azul aparece extendida frente a mí, la cual agarro para ponerme de pie y me sacudo la ropa que tengo llena de hojitas y manchas de tierra por el porrazo. Una vez que estoy listo, acomodo la campera de cuero que tengo puesta (que no tengo idea de dónde salió, pero me imagino quién es la culpable de mi nuevo vestuario) y respiro hondo.

-Muy bien, vamos. 

-¿A dónde?

-A buscar a Juliet, ¿a dónde va a ser?

- Es evidente que el viaje te sacudió el cerebro, ¿no te das cuenta dónde estamos?

Ante sus palabras, paso la vista de su persona hacia nuestro entorno y recorro el lugar donde nos encontramos: es un amplio parque, tiene una fuente y varios árboles dispersos. Las flores y plantas me resultan conocidas y, cuando giro para seguir examinando todo, me doy de lleno con una edificación que me hace entender a lo que ella se refiere: es mi casa. 

-¿Ella está acá?

-¿Y dónde creías que iba a estar?

-La verdad no sé, ya no tengo idea de qué esperar de ella. Prácticamente dudo hasta de mi sombra en este momento.

-Qué exagerado. Mejor entremos, ¿sí?

Sin otra palabra, nos encaminamos hacia la entrada de mi casa, Mitha atravesándola sin problemas, yo intentándolo y (para mi suerte) saliéndome bien a la primera, es decir, atravesándola por completo sin golpes ni nada parecido. La casa está iluminada y se escucha la Tv funcionando en el living. Al entrar, veo tanto a Crow como a Daredevil acomodados en el sillón, durmiendo como es costumbre para ambos, pero solos en el lugar sin siquiera un atisbo de Juliet. ¿Dónde está?

La muerte da un paso dentro del living y, al instante, ambas cabezas peludas se alzan, mirándola fijo como si pudieran vera. Aunque, por la forma en la que Daredevil mueve la cola, yo creo que sí puede vernos, cosa que se me confirma cuando éste se baja del sillón y corre hacia Mitha, alzándose sobre sus patitas traseras y apoyando las delanteras en su pierna pidiendo mimos, cosa que ella le da arrodillándose frente a él y rascándole detrás de las orejas. 

-¿Cómo es que pueden verte?

-Los animales pueden ver y percibir cosas que las personas no, por eso puede y, como para ellos la muerte es algo natural, no le temen, por eso es que vienen a mí. 

Miro a mi cachorro, que al escuchar mi voz dirigió sus ojitos hacia mi persona, y automáticamente me agacho al mismo tiempo en el que él corre hacia mí. Lo alzo y su rosada lengua pasa sobre mi nariz, moviendo sus patitas queriendo alcanzarme.

 Lo alzo y su rosada lengua pasa sobre mi nariz, moviendo sus patitas queriendo alcanzarme

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