Juro por Dios mismo (si es que realmente existe; después de todo lo que estoy viviendo, lo he empezado a dudar) que jamás estuve tan feliz de tener piel, músculos y tendones en la cara como en éste preciso momento ya que, si no los tuviera, mi mandíbula estaría por el piso ¿El motivo? Mithania. Cuando el vestido abandonó su cuerpo y dejó al descubierto el sexy bikini negro (qué raro) que muestra su más que perfecta figura, podría jurar que me dio un infarto. No siento mi corazón, ya que está en mi cuerpo, por lo cual no estoy seguro, pero, ustedes me entienden.
Mitha se recuesta sobre la reposera, haciendo que la sombrilla se corra destapándola a ella, mas no a mí, y un tubo de protector solar se acerca flotando hacia mí.
- ¿Lo harías?
Su penetrante mirada violeta me mira fijo mientras intento relajarme y que mi cerebro reconecte con mi cuerpo. Asiento en silencio, sintiéndome incapaz de responder verbalmente por miedo a que me tiemble la voz o algo por el estilo al hacerlo por la revolución que me produjo la imagen que me dio y me sigue dando. Respiro profundo y me armo de valor: voy a tocar la piel de la muerte, voy a saber si es tan suave como parece. Le corro el pelo a un costado, sintiendo la delicada suavidad de las oscuras hebras de ébano del mismo, deleitándome con la sensación que produce el tocarlo. Trago con dificultad y suspiro entretanto me echo protector solar en las manos y empiezo a esparcirlo por su delicada y blanca piel, ¿quiere tomar sol con lo pálida que es? Se va a quemar; lo sé de sobra porque yo soy igual. A penas nuestras pieles entran en contacto, una corriente cruza mi cuerpo y separo mis dedos de ella en un acto-reflejo.
Mitha alza la cabeza y me mira con una ceja alzada.
- Sé lo que sentiste y no te preocupes, no es nada. ¿Te acordás de la primera vez que te toqué? Bueno, es normal.
- ¿No pasa nada entonces?
- No, que me toques la espalda no te va a hacer nada, además de que no será por mucho tiempo.
Asiento, aún sin estar convencido del todo, y me pongo a la tarea: con delicadeza empiezo a masajear suavemente su piel, haciendo que ésta absorba la crema. Desde que inicié hasta que ya no sentí más la sensación húmeda al tocarla, la corriente estuvo presente en todo momento. Por un instante permanezco en duda: ¿debería ponerle también en el resto del cuerpo? Digo, también tiene su firme y redondeado trasero expuesto en ese diminuto pedazo de tela negra y sus bien torneadas piernas... Las imágenes empiezan a formarse en mi cabeza, imágenes de mí apretando y masajeando ese bien formado culo y de sus tonificadas piernas alrededor de mi cintura, apretándome con firmeza contra ella entretanto yo... ¡ALTO! Sacudo la cabeza, casi desesperado por hacer que esas imágenes se vayan, intentando que mi cuerpo no responda a ellas.
Entretanto, Mitha parece completamente ajena a mi sufrimiento, simplemente permanece recostada, con la cabeza apoyada en sus brazos y solo alza una mano con el pulgar arriba a modo de agradecimiento, sin siquiera mirarme, lo cual agradezco porque me sentiría más que humillado si ella descubriera mi estado actual. Tal vez podría meterme en el mar de nuevo para enfriarme, seguramente sería de mucha ayuda.
Una pareja pasa en ese mismo momento frente a nosotros: sus manos van entrelazadas y sonríen entre ellos con cariño mientras comparten algunos besos cada tanto. Automáticamente pienso en Juliet y no puedo evitar que las dudas vuelvan a atacar mi mente: ¿realmente me está engañando? ¿Qué otra cosa me oculta? Si es verdad que lo hace, ¿hace cuánto me está haciendo eso? ¿Y por qué me lo hace? ¿A caso conmigo no es feliz? Le di todo lo que tenía y más, le di mi corazón en bandeja y ella no lo supo apreciar.
- Basta.
- ¿Qué?
- Sé lo que estás haciendo; ya deja de hacerlo, solo te estás torturando a vos mismo. Si no te supo valorar es idiota, no tiene idea de lo que perdería si tu temor se hace realidad.

ESTÁS LEYENDO
Del otro lado...
Storie d'amore¿Qué harías si despertaras en un bosque sin recordar qué pasó... y una chica de ojos violetas te dijera que es la Muerte? Andy no está muerto... pero tampoco del todo vivo. Está en coma, suspendido en un espacio entre mundos. Y si no resuelve lo que...