*Capítulo 9

365 15 2
                                        

Me quedo en silencio por unos instantes, acordarme de ese día me ha atormentado muchas veces durante los años posteriores a que pasara.

- Tenía dieciséis y mi hermano diecinueve, teníamos formas distintas de ver del mundo y opiniones y gustos muy diferentes, pero nos llevábamos muy bien y, además, siempre me apoyaba. Cuando me empecé a interesar por la música, él me dijo que, si eso era lo que quería, debía perseguir mi sueño. Sin embargo, mi viejo no estaba de acuerdo; constantemente tenían discusiones entre ellos por culpa de mi sueño: él quería que estudiara una carrera "enserio", no que fuera otro soñador detrás de, en sus palabras: "otro estúpido sueño de estrellato que terminaría estrellado". Después de cada pelea, mi hermano se encerraba en su pieza y no dejaba a nadie entrar. Siempre salía al día siguiente como tarde, mas ese día...

Todavía pudo acordarme de esa tarde...



Flashback:



Escucho la puerta de la pieza de mi hermano abrirse y sonrío, al fin voy a poder darle la noticia: hacía poco menos de dos horas, el productor que había ido a vernos tocar la otra noche me había llamado, diciendo que quería darnos una oportunidad a mis amigos y a mí. No puedo estar más feliz, al menos algo bueno había traído tanto esfuerzo y, además, era algo alegre después de la pelea que había tenido Luke con papá hacía unas horas; siempre que defendía mi sueño era lo mismo: ambos terminaban peleando; me siento el peor hermano del mundo, no obstante, ahora tengo algo bueno que contarle.

Salgo rápido de mi pieza hacia la suya, pero, contrario a lo que esperaba, ahí no hay nadie, de hecho, no hay nada: los libros de las estanterías, sus cuadernos y carpetas, fotos, objetos personales, todo desapareció de su lugar; parece una pieza de invitados más que la de mi hermano.

Desconcertado, me quedo unos segundos parado inmóvil, justo donde estoy, tratando de asimilar todo hasta que unas voces fuertes me sacan de mi estado de shock. No lo dudo, corro escaleras abajo y las voces aumentan: mi mamá suplicando es lo principal.

Cuando llego a la planta baja, me encuentro con algo que no esperaba: Luke con un par de valijas y mi mamá rogándole que no se vaya mientras que mi viejo lo mira cruzado de brazos desde el sillón.

- Por favor, podemos arreglar el tema, no te vayas.

- No mamá, me cansé. siempre lo mismo, si no es por una cosa es la otra, jamás voy a poder entenderme con él y no quiero ni puedo seguir viviendo así. Me voy.

- Chris no dejes que se vaya, decile algo.

- Que lo haga.

- ¿Qué? ¿Cómo podés decir algo así?

- Si tanto quiere, que lo haga, así de simple. No voy a rogarle como vos para que se quede a alguien que no aguanta nada y prefiere huir.

- Pero...

- Pero nada, no voy a hacerlo, es su decisión, no insistas más. Y en cuanto a vos, te digo solo una cosa acá y ahora: si cruzás esa puerta, no vuelvas nunca más; ¿querés irte? Ok, hacelo, mas no volvés a pisar esta casa.

- ¡CHRISTIAN!

- Es mi última palabra.

Luke no dice nada: bajo la atenta mirada de mi viejo, y la suplicante de mi vieja, él se da la vuelta y sale por la puerta con sus cosas. A los pocos minutos se escucha el motor del auto alejándose y a mi mamá llorando llena de dolor.

Del otro lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora