¿Cuál sería tu reacción si despertaras en el bosque, sin saber qué pasó y una chica te dice que es la muerte?
¿Y qué harías si ella te dijera que estás por morir (que es una gran posibilidad) y que, si no arreglás todo lo pendiente que te queda, pue...
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¿Dónde estoy? No siento mi cuerpo, no sé qué pasó, no tengo ni idea de qué día es ni nada. Abro los ojos lentamente y lo primero que veo es un cielo tormentoso, los relámpagos surcándolo una y otra vez, aunque hay espacios vacíos esparcidos por la espesa capa de nubes.
Lentamente me incorporo y noto que estoy en el piso; me siento pesado, pero ligero a la vez. Parpadeo enfocando la vista y reconozco que estoy en el bosque a las afueras de la ciudad, he paseado por acá, lo reconozco. Intento recordar cómo fue que llegué acá, mas mi mente es un borrón blanco, lo último que me viene a la cabeza es una imagen de mí, manejando por la autopista, los árboles a ambos lados de la calle y, de ahí, nada. Todo lo que debería seguir hasta este punto, es una laguna blanca donde no encuentro nada que me dé una pista de lo que pasó.
Finalmente me paro y empiezo a buscar a mí al rededor alguna pista que me ayude a llenar los espacios vacíos y a descubrir cómo fue que llegué acá.
De repente, un picor me da en la nuca y me siento observado. No sé de dónde viene, sin embargo, es constante. Giro sobre mí mismo, paseando la mirada por los árboles y la maleza que me rodea, buscando lo que sea que produzca esa sensación, no obstante, no veo nada.
- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
El silencio reina y el bosque está extrañamente tranquilo, no se escucha ni el zumbido de una mosca, lo cual es extremadamente raro, considerando que es de noche: debería haber cientos de sonidos de animales como liebres o aves, algún búho o lechuza, pero nada, el silencio es tanto que casi es ensordecedor, siento que me zumban los oídos. Contradictorio, ¿no les parece? Mas totalmente real.
- ¿Alguien me escucha? Yo sé que están ahí.
- ¿Quiénes?
Una voz resuena con suavidad en el bosque, parece de mujer, sin embargo, no veo a nadie que pueda producirla. Roto una y otra vez sobre mí mismo: no hay nada.
- ¿Quién está ahí?
- ¿No sabés hacer otra cosa que girar sobre vos mismo como un perro antes de echarse y responder una pregunta con otra?
¿Pero qué demonios? ¿Quién es y dónde está? Su voz es malditamente irritante, no por la tonalidad de la misma, sino por el tono que usa al hablar, y no ha dicho más de treinta palabras. Sé que dije que era suave, y lo sigue siendo, no obstante, no quiere decir que escucharla no sea irritante y molesto. Se nota que no es muy amistosa, quien quiera que sea.
- ¡Mostrate!
- ¿Por qué debería?
- Porque yo lo digo.
- ¿Y quién se supone que sos para darme órdenes?
Eso me molesta aún más: ¿cómo que no sabe quién soy? Todo el mundo lo sabe, soy Andrew Dennis Biersack, cantante principal de Black Veil Brides. "Es obvio que ella vive en el bosque, no en la ciudad bobo, es normal que no te conozca". Mi consciencia tiene un buen punto; intento encontrar el lugar de dónde viene la voz, pero, no veo nada, necesito que siga hablando.
