Capítulo 16

420 14 0
                                    

-Nada cambió, solo la realidad se impuso.

Esas palabras me dejan mudo, ¿de qué demonios está hablando? Me doy cuenta enseguida de que, a penas esas palabras salen de su boca, ella intenta escapar, alejarse de mí, pero no la dejo, le cierro completamente el paso y la obligo a mirarme a los ojos, iris azules contra violetas.

-¿Dé qué estás hablando? ¿A qué te referís con "la realidad se impuso"?

-Dejame pasar.

-No hasta que me respondas.

-Puedo liberarme cuando quiera.

-Ya lo sé, pero también sé que no querés ni vas a hacerlo.

-¿A sí?

-Sí, y ahora respondeme, no me evadas más, se frontal y decime lo que me has estado esquivando desde que me desperté.

Mitha me sostiene la mirada y, a pesar de que intenta mantenerse neutral, de no demostrar nada, alcanzo a atisbar una mera chispa de su lucha interna. No le bajo la mirada, se la sostengo, un intento de presión hacia ella, al que parece finalmente ceder a pesar de todo. Suspirando con derrota, se masajea el puente de la nariz por un momento y vuelve a mirarme, esta vez decidida.

-Muy bien, ¿querés la verdad? Te la voy a dar, sin embargo, después no quiero quejas, que conste que yo intenté no tener que tirártela así. ¿Querés saber qué me pasa? Es muy simple, la realidad es esta: entre vos y yo no puede haber nada.

Esa frase me desconcierta, ¿de qué está hablando ahora? ¿Se habrá dado cuenta de que, aveces, la miro con otros ojos y/o que tengo otro tipo de pensamientos que no debería tener sobre ella? Espero que no.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?

-De eso mismo Andrew, no puede haber nada más que una "relación de negocios" entre ambos.

-¿Relación de negocios?

-Así es, eso es lo que es esto: una relación de negocios. Vos me necesitás mientras estés en esta etapa y, en mi caso, solo es mi trabajo. No puede existir nada más, no podemos ser amigos y se estaba formando una cercanía que no puede existir.

-¿Y po-por qué no?

-Porque no.

-Esa respuesta no me sirve.

-Pues debería.

-Tal vez, pero no es así, así que más te vale que la amplíes, que te expliques, porque no voy a dejar de insistir hasta que me digas todo.

-Dios... Sos insufrible.

-Eso no cambia nada, hablá.

Ella parece contenerse, como si quisiera matarme en este mismo momento, no obstante (por más ridículo que parezca), no le tengo miedo, a pesar de que seguramente debería. Si quisiera matarme, ya lo habría hecho y, como bien dijo ella, su trabajo ahora es ayudarme, así que...

-Esta bien, si tanto querés saber, te voy a decir: anoche, cuando hablamos, cuando te conté historias y anécdotas, se notó que te sentiste demasiado cómodo conmigo, que algo que no debía se formó, un aprecio que no debe ni puede existir. No podemos ser amigos Andrew, es imposible, y la razón es muy simple: cuando llegue el momento, me vas a olvidar.

-¿Qué?

-Así es, te vas a olvidar de mí y no es algo que esté dentro de tu control, es algo que va a pasar, inevitablemente.

-¿Y eso por qué?

-Porque si volvés a vivir, no podés tener recuerdos de este tiempo, no podés tener memorias de lo que hiciste realmente estando en el limbo. Todo lo que cumpliste de tus cosas pendientes, se va a quedar en tu mente como recuerdos que viviste normalmente y, quien esté en ese recuerdo modificado para que parezca real y yo no esté ahí, también lo tendrá. Todo rastro de mi persona desaparecerá por completo de tu cerebro. Y si, por el contrario, pasás al otro lado, vas a olvidar todo lo referente a este plano, para que no extrañes nada y seas feliz en la otra vida, y eso también me incluye a mí. ¿Ahora entendés por qué no se puede? Esto no irá a ningún lado y, si se forma un lazo más fuerte entre ambos, el limpiado y modificado de tu memoria no borrará la sensación de que algo te falta y la cosa puede terminar mal para vos, siempre te vas a sentir vacío y no puedo permitirlo.

Del otro lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora