Del otro lado...

*Capítulo 3

Bip... Bip... Bip...

El monitor cardíaco muestra un pulso lento, pausado, no estoy muerto, pero casi podría decir que sí. El sonido, si bien es constante, es débil. Y yo, bueno, yo estoy pálido como la cera, ya no hay sangre, mas sí las marcas de moretones y cortes. Algunos tienen puntos y hay vendas por varios lugares de mi persona que están a la vista. No quiero ni saber lo que hay bajo las sábanas.

- Wow, si no fuera porque estás al lado mío vivo todavía, creería que estás muerto. Necesitás maquillaje, tal vez un poco de base, algo de rubor, un poco de sombra. No es como si no conocieras ese tema, ¿no? Después de todo, tuviste una época de usar cosas así.

La frustración se está convirtiendo en un sentimiento casi permanente en mí al lado de esta chica: cada vez que abre la boca, cada vez que un sonido sale de sus labios, ese sentimiento nace y se expande a la velocidad del rayo. Para colmo, lo que más me molesta es que tiene razón, no lo de mi conocimiento y uso de maquillaje, sino lo otro, lo de que parezco muerto. La molestia aumenta a medida que los Bips del monitor cardíaco suenan, ¿por qué me tenía que pasar a mí? ¿Qué hice para merecer esto? No quiero morir, no ahora.

- Mmmm... ni con Photoshop te arreglan acá.

Ella me inspecciona con atención y mi ira corre como fuego por mis venas: ¿no se da cuenta de lo mucho que me joden sus palabras, que es momento de que se calle, que ya estoy más que alterado y sus malditas palabras de burla solo lo empeoran? Para colmo, en ese momento me levanta la sábana, sus ojos se abren como platos y silba.

- Wow, y yo que pensé que "operando"* era demasiado exagerado. Esto parece una muestra de hilos y vendas, casi podía decirse que podrías ser un objeto comercial.

Ya no la soporto, no la aguanto. Sus insoportables comentarios y sarcasmo no es lo que necesito ahora. La ira toma control de mi cerebro y el filtro entre él y mi boca se corta.

- ¡ES SUFICIENTE, YA NO TE AGUANTO, CALLATE DE UNA PUTA VEZ! ¿¡ES QUE ACASO NO VES LO QUE ME ESTÁ PASANDO!? ¡ME ESTOY MURIENDO Y TU MALDITO Y RETORCIDO SENTIDO DEL HUMOR NO SIRVE DE UNA MIERDA EN ESTE MOMENTO! ¡NO TE SOPORTO!

Siento que, por poco, hecho humo por mis poros, estoy más que enojado. Ella lentamente se para y me mira con una expresión neutra.

- ¿Así que te molesto?

- ¡SÍ Y MUCHO!

- ¿Qué tiene de malo que estés muriendo? No es el fin del mundo, sobrevalorás las cosas.

-Tiene mucho de malo, ¡ME ESTOY MURIENDO, CARAJO! ¡¿NO TE DAS CUENTA O SOS TONTA?! ¡Y NO ESTOY SOBREVALORANDO NADA, LA VIDA ES MUY VALIOSA, NO QUIERO MORIR!

- ¿Y qué tiene de especial la vida? Vos no la usabas demasiado que digamos...

Su cara cambia, creo ver un atisbo de dolor en su mirada y escucharlo en sus palabras, no obstante, estoy demasiado enojado para tenerlo en cuenta, lo único que quiero es que me deje solo, ya no la quiero cerca, no la soporto, no la aguanto, ¡QUIERO QUE SE VAYA!

- Andate.

- ¿Qué?

- Que te vayas, no te quiero más acá, no te quise desde un principio y, aun así, fui educado, sin embargo, ya saturaste mi límite de paciencia y ahora ya no puedo fingir más cortesía. ¡FUERA, ANDATE, NO TE QUIERO VOLVER A VER!

Su mirada es dura, sus ojos violetas estás opacos y fríos, sus labios en una mueca apenas perceptible de desagrado. En conjunto, su cara es una mezcla de neutralidad con decepción, pero no me importa en lo más mínimo lo que ella piense, saturó mi límite, no quiero tener nada que ver con ella. Y tampoco lo voy a tener en mucho tiempo, no me voy a morir ahora, voy a vivir, así que mejor que se vaya ahora. Mientras menos contacto tenga con ella mejor. Se encoge de hombros como si no importara.