21° Un encuentro no deseado...*

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  En la fila de la cafetería verde y blanca admiro el perfil perfectamente definido de Chris. La nariz recta, los pómulos como cincelados, esos labios tan perfectos, esa mandíbula bien marcada, y lo más asombroso de todo: esos ojos. Deberían estar censurados. Veo de reojo cómo las mujeres se le quedan mirando. Un poco de dignidad señoras, como si nunca hubieran visto un hombre sexy en su vida.

Bueno convengamos que él no es solo "sexy", es lo siguiente por varios metros, pero eso no justifica quedarse como desconectadas cuando pasan por su lado. Suspiro y lo miro. Sus ojos están clavados en mí con su sonrisa de lado asomando en la comisura de su boca.

- ¿Qué?

- Nada, solo me entretengo mirándote.

- ¿Te parezco interesante?

- Sí, bastante. Y más cuando sacas las garras.

- ¿Las garras?

- Noto como miras a las demás...

- No digas ni una palabra más ¿vale?

- De acuerdo.

Ese levantamiento de manos como si fuera a atacarlo, sumado a su risa de burla, me hace soltar un bufido. Lo empujo ligeramente cuando llega nuestro turno y el pide dos frappuccinos mocha, lo cual me deja sorprendida.

- ¿Lees la mente?

- No, ¿por qué?

- ¿Cómo sabías qué iba a tomar?

- Vi lo que pediste el otro día y supuse que pedirías lo mismo. Al parecer acerté.

- Sí, vi que tú pediste lo mismo el otro día pero no le presté mucha atención.

- Es mi favorito.

Su sonrisa ladeada hace brotar una chispa dentro de mi pecho pero la ignoro. Le da el dinero a la cajera, que lo mira con ojos soñadores, y salimos del local; con Diablo afuera no podemos quedarnos adentro. Mientras caminamos siento cómo me relajo poco a poco. A pesar de ser muy molesto en ocasiones, Chris es divertido y es cómodo estar con él. Las bromas fluyen mientras nos dirigimos hacia el centro de la ciudad y, a pesar de que algunos nos reconocen y nos piden algún que otro autógrafo o foto, nada nos perturba.

- ¡OYE VAMPIRESA!

Hablé demasiado pronto. Me doy vuelta para encontrarme con alguien a quien no tenía ganas de ver. La melena rubia, los ojos azules, la piel morena. Schianyna Rolss. De todos los seres humanos que podía encontrarme en un día como hoy, tenía que venir a encontrarme con este. Maldigo mi suerte y planto en mi cara una sonrisa más falsa que billete de $3.

Schianyna, mejor conocida como "La Piedra", es la actual campeona de peso ligero femenino. Totalmente arrogante e insoportable. Una pesadilla tramposa a más no poder. No es muy querida por los fanáticos, sin embargo tiene sus seguidores. Aparte de su mala fama en la jaula, es conocida por ser una zorra sin escrúpulos fuera de ella.

Al llegar a nuestra altura, la veo sonreír igual de falsamente que yo, pero solo hasta que ve a Chris. Cuando sus ojos se posan sobre él, su mirada cobra ese brillo de lujuria por el que es tan conocida. Una bestia se alza en mi interior rabiando ante esto, los celos crecen y mi único impulso es sacarle los ojos con las uñas. Pero decido controlarme y encierro a la criatura en una jaula mental, no es buena idea ceder ante esos impulsos fuera de la jaula, ya me lo cobraré más tarde. Su mirada de desdén vuelve a mí.

- Qué casualidad encontrarte por aquí.

- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿Esa es forma de saludar a una rival que viene en paz?

- ¿En paz dices? Eso no te lo crees ni tú. Sé honesta por una vez en tu miserable vida.

- Huy, no me gusta ese tono pero está bien, ¿quieres que sea honesta? Lo seré.

Su cuerpo prácticamente se pega al mío en una milésima de segundo sin tocarme y su rostro está casi a mi altura, es unos centímetros más baja. Su mirada de odio ya no es disimulada y puedo verlo arder en su interior.

- Esto es una advertencia: no vas a ganarme, el cinturón nunca va a ser tuyo, vete haciendo a la idea. Te aplastaré sin compasión y romperé esos colmillitos de cristal de los que tanto presumes.

Su dedo se clava en mi pecho y se lo saco de un manotazo, mirándola tan amenazante que la veo flaquear por un momento. Mi voz es controlada en todo momento, por más que por dentro esté gritado, pero eso no quita la amenaza feroz que resuena en mis palabras haciéndola retroceder un poco a medida que hablo.

- Escúchame bien zorra de barrio bajo, porque no pienso repetir lo que diré. No estamos en el ring así que no me toques, el cinturón será mío y no podrás evitarlo y yo no sueño, veo el futuro, y este dice que la pelea terminará con un knockout y que tú besarás la lona con él. Ahora, aléjate de mí.

- Ya quisieras guapa, nada de eso será real más que en tus más dulces sueños y, además, no vine solo por ti.

Su mirada se desvió a Chris que estaba parado junto a mí, apoyándome, y con Diablo sentado a sus pies con mirada amenazante para "La Piedra". Es evidente que no le gusta.

- Chris, lo he pensado y acepto tu propuesta, te llamaré para que nos veamos.

Y con esto, dejándome anonadada, mi contrincante se retira meneando el culo como si estuviera en una pasarela. Luego de unos segundos, que se me hacen eternos, mi vista se desliza lentamente hacia Chris con intriga. ¿Qué demonios quiso decir con eso de "propuesta"? La sangre me hierve, pero intento calmarme a la espera de una explicación razonable a lo que acaba de pasar. La verdad, no me esperaba algo como ésto y menos en este momento pero solo me recalca que, al parecer, todo es posible.

Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora