Qué noche... Hacía mucho que no me relajaba y me divertía tanto. Es evidente que mi carrera me ha absorbido. Mi disfraz de JR se ha ido ya y solo quedo yo. Ahora, en la soledad de mi habitación, las imágenes, no solo de esta noche sino de mi vida, corren a toda velocidad por mi mente.
¿Qué es lo que está pasando conmigo? Hace solo unos días mi vida era perfecta y relajada, o eso creía. Y ahora, en menos de una semana, mi mundo está patas arriba por un luchador de ojos índigo. Aunque, ahora que lo pienso, ¿era realmente perfecta y relajada?
Empiezo a plantearme mi vida y mis objetivos:
. Me había propuesto ser una luchadora de AMM y campeona de peso ligero y, gracias a mi esfuerzo, lo estoy a punto de conseguir.
. Me había propuesto darles a mis padres todo lo que no tuvieron por cuidarnos a mi hermano y a mí y por financiar nuestros sueños. Lo estoy haciendo.
. Aprender a tocar la guitarra y mostrarle al mundo la música que flotaba en mí, estaba en ello. La guitarra la tocaba, lo demás... Está por verse. Primero el campeonato.
. Mi casa. Ya la tengo.
. Patrocinador, agente y todo lo que conlleva ser una famosa luchadora. Listo.
¿Me falta algo? Se siente como que sí. Pero, ¿qué será? Suspiro y me recuesto en mi cama, no puedo pasarme el resto de la noche (lo poco que queda de ella) mirando las paredes de mi cuarto llenos de frases, dibujos y momentos de inspiración pintados en ellas. Sí, prefiero la pared al papel, es más permanente.
Me acuesto, pero no apago la luz. Algo me dice que si lo hago mi cerebro no me dejará en paz. Sin sentir sueño, agarro mi libro y empiezo a leer. Si no voy a dormir mejor ocupar mi mente en otra cosa. El problema es que no estoy viendo a Niel, el heroico detective de ojos marrones encontrando al asesino de Macarena, no, estoy viendo a Chris, el luchador de ojos índigo que me está volviendo loca.
No importa cuánto lo intento, no importa cuánto esfuerzo pongo, no puedo ver a Niel. No puedo verlo resolver el asesinato, no puedo verlo arrestando al culpable. Solo está Chris. Vuelvo a dejar el señalador donde estaba antes de empezar a leer, ya lo veré más tarde, ahora no puedo concentrarme, y dejo el libro sobre mi mesa de luz. En la TV no hay nada interesante: hago zapping por más de quince minutos y no hay caso, nada me llama la atención, nada es lo suficientemente bueno como para acaparar mi atención y concentrarme en eso.
Suspiro frustrada y vuelvo a apagar la TV; maldito fuera Chris por hacerme esto. De repente mi teléfono empieza a sonar. Lo agarro y miro la pantalla: hablando del rey de Roma... Tengo que cambiar ese nombre de contacto.
- ¿Sí?
- ¡Huy que fría! Ni que estuvieras en el polo.
- Lo siento, ¿qué pasa?
- Nada, solo quería escucharte. ¿Está mal eso?
- No pero... ¿Y si estaba durmiendo?
- No lo estabas.
- ¿Pero y si lo estaba?
- ¿Tienes ganas de pelear no es así?
Suspiro, esto no tiene ningún sentido. ¿Qué diablos hago yo discutiendo con Chris por algo tan mundano como esto? Lo sé, estoy irritable, irritable por su culpa, ni más ni menos. Es él el que me tiene alerta, el que inunda mi mente, el que no me deja dormir. Bueno, estoy siendo un poco injusta pero, hey, que me demanden.
- ¿Estás ahí o te has quedado dormida? ¿Tan aburrido soy?
- Mucho, pero no, no me quedé dormida.
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Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)
RomanceA unos pocos meses de ganar el cinturón de campeonato, Mina está en la cima de su carrera y su vida es muy buena. Aun siente que algo le falta pero no le importa, ella es feliz con su vida tal y como es. Todo es perfecto hasta la noche de la pelea a...