15° Noche sexy parte 2*

865 57 0
                                    

  ¡DIOS ESO SÍ QUE FUE INTENSO! Respiro agitada mientras me encamino a la mesa, pero intento disimular. Se veía tan sexy de vampiro, y ese movimiento de caderas... ¡LA MADRE QUE LO PARIÓ! Debería estar prohibido por ley ser tan sexy. Se sintió tan bien tocarlo... Gracias a Dios que solo me tocó a mí, si lo hubiera hecho con otra la verdad es que me habría molestado y mucho, aunque no sé el porqué.

Una vez que me siento en la mesa me bebo mi copa de una, lo que provoca que Marissa, que va de pirata, me mire con cara mezcla de intriga y diversión. Aparto la vista y jugueteo con el sorbete de mi trago. El presentador da paso al siguiente bailarín, pero no soy capaz de prestarle atención, mi mente está en Chris y su baile. Mi cerebro es un hervidero de imágenes excitantes a más no poder.

La vibración de mi teléfono me saca de mi burbuja. La música de "Pony dance" inunda el local junto con los gritos de todas las chicas que están a mí alrededor. Miro la pantalla y me quedo asombrada, aunque no tanto. Debí de esperármelo. El nombre de "Chris el objeto de mi babeo" aparece en letras grandes en la pantalla de mi celular. Siempre me olvido de cambiarlo.

"Parece q mi baile t gusto J.R"

Será creído. Siento un deseo irrefrenable de bajarle el ego, pincharle su burbuja.

"Ya quisieras dientes d leche"

Eso lo pondrá en su sitio aunque, mi sentimiento de victoria no dura mucho.

"Ya acéptalo y será mucho + sencillo para todos"

¿Más sencillo para todos? Será caradura, más sencillo para él, no para mí. Puede que sea cierto pero eso me dejaría aún más en evidencia y me niego a que pase, por eso me veo obligada a negarlo.

"No voy a aceptar algo q no es cierto"

Ahí tienes, para que veas.

"Entonces ven y demuéstramelo, t espero n los baños en 10 mins"

¿Que se lo demuestre? Hay no, esto no va a terminar bien. Me niego a ir, no dejaré que tenga oportunidad de volverme loca. Por poco tiro el celular sobre la mesa y eso llama la atención de mi amiga pirata.

-¿Qué te sucede?

-Nada.

-Ya, claro, "nada". Vamos desembucha.

Le doy mi teléfono a falta de una explicación mejor. Marissa mira los mensajes de mi teléfono y se ríe a carcajadas. Mientras tanto, parece que nadie nota mi estado exaltado ya que todas están concentradas en el escenario y en el bailarín que intenta parecerse a Channing Tatum. No baila mal, pero le falta para ser el sueño húmedo de la mayoría de las de aquí aunque, por ser luchador, no tiene nada que envidiarle en cuerpo.

-¿Y bien?

Marissa llama mi atención de mi observación de los pasos de baile que ocurren en el escenario.

-¿Y bien qué?

-¿Irás no?

-Por supuesto que no, ¿estás loca?

-No, no lo estoy pero deberías ir. Se nota que te gusta.

-Marissa no voy a ir, él hizo esto a propósito. Estuve investigando su fama y es un mujeriego, yo no busco a nadie y si lo hiciera no buscaría a alguien así ni loca.

-Mina, ve, solo pásalo bien por un rato. No has tenido una relación en mucho tiempo y, si es como tú dices, tómalo como un relajo y ya. No vas a casarte, es solo un poco de diversión.

Suspiro frustrada, puede que Marissa tenga razón. Miro el reloj en mi teléfono, pasaron ya ocho minutos desde el mensaje de Chris. ¿Qué hago? Enredo un dedo en un mechón de la peluca mientras pienso en mis opciones: si voy, le estaré dando a Chris la oportunidad que busca, y si no voy, me estaré perdiendo la oportunidad de divertirme que Marissa dice que debería aprovechar.

-Vamos Mina, ve a divertirte. No pierdes nada.

-Supongo que tienes razón.

-Vamos, relájate y ve.

Marissa tiene razón, supongo que tengo que relajarme y divertirme un poco. Ok, decidido. Me acomodo el guante y, relajando el cuello, me levanto y voy hacia los baños. Cuando llego al pasillo donde debo encontrarme con el vampiro novato, no lo veo y camino con cautela hacia el fondo.

-Casi llegas tarde, estuve a punto de creer que no vendrías.

Su voz hace que me asuste y por poco me caigo si no fuera porque él me atrapa antes, ¡OTRA VEZ! Lo miro con mala cara.

-¡CASI ME DA UN INFARTO, NO VUELVAS A HACER ESO!

-Tranquila bebé, no pretendía asustarte, no en ese sentido al menos.

-¿Podrías soltarme?

Sus manos me acarician mientras me suelta. En su boca se dibuja una sonrisa y sus ojos recorren mi cuerpo como si fuera un escáner. Me acomodo el vestido y el pelo mientras él se apoya en la pared y me mira con detenimiento sin apartar su mirada de mí ni por un momento.

-¿Tengo algo raro que me estás mirando de esa manera?

-No, pero sí que estás preciosa y muy sexy.

-Ya, claro, si tú lo dices.

-Yo no miento Mina. No tengo necesidad.

Su voz hace que lo mire, pareció tan sincero. Su mano se alza lentamente y toma la mía para acariciarla. Con lentitud me retira el guante y entrelaza mis dedos con los suyo, sus manos son tan suaves a pesar de lo que podría parecer. Está muy cerca y sus dedos acarician la piel del dorso de mi mano mientras su vista está clavada en nuestras manos entrelazadas.

-Eres preciosa, no lo dudes. Y no hablo de tu cuerpo solamente, hablo de toda tu, en íntegro de tu persona.

-Chris...

-Shhhh... tranquila, no te forzaría a nada, no creo en esas cosas.

Está tan cerca que casi puedo besarlo, sus labios son una tentación enorme, su aliento huele a menta. Dios, mi fuerza de voluntad está desapareciendo. Su otra mano se desliza por mi cintura y me atrae hacia él. De repente estoy apretada entre él y la pared. ¿Cuándo caminamos hacia atrás? Estoy tan tentada a besarlo que me volveré loca.

-Mina, sé que te debo una compensación por lo de la otra noche, no debiste de pasarla muy bien, pero quiero compensarte.

-¿Y có-cómo pretendes ha-hacer eso?

-Tranquila, ¿te pongo nerviosa?

-Y... cuando estamos en un lugar público, a solo unos metros de un salón lleno de chicas con las hormonas alborotadas... digamos que no estoy precisamente en mi zona de confort.

-No te preocupes, no voy a hacer nada malo. Solo quiero invitarte a cenar, quiero hacerte pasar una buena noche ya que la otra fue un desastre por mi culpa.

-No es necesario.

-Yo creo que sí Mina. Permíteme hacerlo.

Empiezo a negar con la cabeza, no creo que sea lo correcto. Eso sería bajar demasiado la guardia y algo me dice que no es buena idea. Pero su voz es tan hipnotizante.

-Por favor Mina.

Y esas tres palabras, casi susurradas contra mis labios, vencen mi resistencia. Me rindo. Suspiro cansada, no puedo resistirme cuando me habla de esa manera tan suplicante.

-Está bien. ¿Cuándo y dónde?

-Tu solo ponte hermosa, yo paso a buscarte. Quiero que sea una sorpresa.

-De acuerdo, ¿hora?

-A las nueve de la noche, mañana; y ahora quiero pedirte solo un favor.

-¿Cuál?

-¿Cantarías para mí? Quiero ver a Jessica Rabbit en acción.

-¿Y eso?

-Tienes una voz magnífica, y disfrazada así solo puedo pensar en esa película. ¿Lo harías por mí?

Me pone morritos como un niño pequeño y me derrito por dentro hasta que claudico en medio de un suspiro de cansancio (discutir no servirá de nada, acabaré aceptando tarde o temprano).

-Muy bien.

-Cuando todo termine lo harás, yo me encargo.

Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora