Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)

39° Una mañana... Interesante.*

Y seguimos con lo picante... ;)

  ¿Mi almohada se mueve? Puedo sentir lo tibia y firme que está y como sube y baja rítmicamente. Abro lentamente los ojos: por cómo se siente mi piel de cálida, me olvidé anoche de cerrar las cortinas block-out. Cuando mi vista ya está acostumbrada a la luz que reina en la habitación, me doy cuenta de por qué mi almohada está tan dura y cálida: no es mi almohada, es Chris.

Está dormido en mi cama con un aire tranquilo y relajado, su rostro es casi infantil, pacífico. Está sereno y parece un ángel, si los ángeles midieran dos metros de alto y fueran una mole de músculos tatuados y con esa mirada que parece más un láser que cualquier otra cosa. Está despeinado y sexy como el infierno. La piel de su rostro está ligeramente oscurecida por una barba de noche. Está para comérselo así como está, aquí y ahora.

De repente todo vuelve a mi mente: mi enojo, mi ida al bar, mi intento de borrachera, ojos verdes, el sexo en el baño del bar, la vuelta a aquí y el sexo en mi cama que empezó con una mamada a Chris y terminó con él entre mis piernas haciéndome ver las estrellas. En ese momento caigo en que estoy desnuda y él también. Parece que siempre olvido todo cuando estoy con él, que mi memoria se retrasa cuando su cuerpo está junto al mío.

Siento la necesidad imperiosa de cubrirme pero ¿para qué? Él ya ha visto hasta el último centímetro de mi cuerpo, creo que hasta lo conoce mejor que yo, no tengo nada que ocultarle. Es más, la última vez me sentía cómoda bajo su mirada, ¿qué me pasa ahora? ¿Por qué me siento así, tan tímida? Tal vez (y solo tal vez) es porque, luego de lo que pasó, ahora sé que siento algo por él y no quiero eso, me asusta lo que pueda resultar de esto, la fuerza de lo que crece en mi interior. Esto solo me causará problemas, lo sé pero... yo quiero esos problemas, aunque suene como una locura los quiero junto a él, quiero saber qué se siente estar con alguien como él, que me cuida y se preocupa por mí. Es algo nuevo que nunca he hecho o sentido realmente, que nunca me sucedió, pero tal vez pueda ser algo bueno...

Me siento erguida en la cama, y me dispongo a observarlo: es realmente hermoso, eso explica por qué las mujeres se le tiran encima. Sé que yo también lo estoy prácticamente haciendo pero no es tan así: yo no lo busco, él me busca a mí, es totalmente distinto. Además, hay algo más que simplemente su cuerpo o su rostro, es algo más profundo que temo analizar.

Mi vejiga se queja y me lleva corriendo al baño, aunque con cuidado de no despertar al "Bello Durmiente". Al salir, Chris aún duerme y yo necesito comida, ahora que mi nivel de aguante del baño volvió a estar normal, mi estómago es quien se queja y necesito acallarlo.

Me acerco a él y lo miro, debería despertarlo pero está tan relajado y tranquilo que me da pena cortarle el descanso. Finalmente me decido a dejarlo seguir durmiendo y, poniéndome una bata, me ato el pelo y me encamino hacia la cocina. Miro el reloj y descubro que son apenas las once de la mañana, sólo he dormido media hora más de lo normal. "Gracias reloj interno". Suspirando me meto tras la barra y me dedico a preparar el desayuno. Como no sé qué querrá comer mi invitado, me decanto por preparar un poquito de todo: una tortilla de papa y huevo, tortitas con jarabe, huevos revueltos con jamón, jugo de naranja recién exprimido y café. Tal vez podría hacer unos pastelitos o una torta luego para algo dulce.

Las salchichas con cebolla y panceta desprenden un aroma delicioso, lo estoy preparando yo y se me está haciendo agua la boca.

- Mmmm... ¿qué huele tan delicioso? Aparte de ti.

Los labios de Chris pasan por mi cuello mientras sus manos acarician mi cintura. Puedo sentir su pecho de roca contra mi espalda y el calor que emana de su cuerpo a través de la fina tela de mi bata. Sus dedos trazan círculos sobre el hueso de mi cadera con mimo. Bajo el nivel del fuego y me giro. Sus ojos son realmente muy hermosos.