6° ¡MALDITO CEREBRO!*

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¿Con que no lo logré no? ¡JA! Será caradura. Por supuesto que logré mi cometido, y con creses. Yo quería que ella estuviera tan excitada que necesitara tocarse con desesperación, tal y como estaba yo cuando llegué a casa, y lo logré. Aunque Mina intentó que no lo notara alejando el teléfono de su boca, eso precisamente la delató, también el hecho de que se escuchó cuando se reacomodó en su cama y los jadeos que soltaba cada tanto.

Por supuesto que lo logré, seguro se duchó en frío para no correrse y cree que con eso ganó, pero no. Igual no le quitaré su felicidad, si cree que con eso puede imponerse.

Sonrío mirando la foto que tengo de ella en la pantalla. La he agrandado y cortado dejándola solo a ella y la he puesto de fondo de pantalla. Me levanto de la reposera, ya más tranquilo después de mi pequeña venganza y el cigarrillo, y me voy a la cama. Un bóxer limpio y me meto de un salto. Suspiro relajado aunque incómodo, mi cama parece enorme hoy. Esta será una laaaaaaaarga noche.



No he podido dormir nada, entre la cama que parecía terriblemente incómoda y el sueño más erótico que he tenido en mi puta vida, no he podido descansar en absoluto. Me siento molido. Y, para colmo de males, tengo otra vez la tienda de campaña en los bóxers. ¿Es que no me va a dejar tranquilo ni en sueños?

Me levanto y me ducho. Vuelvo a tocarme porque: o lo hago o no podré ponerme pantalones y, cuando ya me he corrido, salgo y me visto. Me observo en el espejo: tengo ojeras, aunque por suerte no muy marcadas y líneas de tensión alrededor de la boca.

Maldita sea, así no puedo presentarme ante mi hermano, levantaría sospechas. Me lavo la cara con agua tibia y me masajeo la piel con una crema que me recomendó mi entrenador para cuando tengo la piel tirante. Es excelente. Luego de eso parezco más un ser humano sociable.

Ya más presentable y terminado de vestir, bajo a la cocina; mi hermano ha preparado el desayuno para los dos y una taza humeante de café me espera sobre la mesa. La agarro, le doy un trago y suspiro de placer. Damián, concentrado tras su periódico ni me presta atención y yo me dedico a desayunar. En eso me suena el celular, un mensaje de Tomás. Inexplicablemente me pongo ansioso, tal vez sea algo sobre Mina.

"Hermano ¿tienes planes para el viernes x la noche?"

Su mensaje me intriga y le respondo.

"No, x?"

Su respuesta no se hace esperar.

"Xq hay un evento d recaudación d fondos en el q voy a participar y q seguro disfrutarás y m preguntaba si tu tambn querías participar. T unes?"

Me quedo pensando, ¿qué tipo de recaudación de fondos? ¿Por qué cree Tomás que disfrutaré de eso?

"M has intrigado d q s trata?"

Un millón de opciones cruzan mi mente pero su respuesta no me la esperaba.

"Noche d strip tease"

Una imagen cruza mi mente a la velocidad del rayo y me entusiasmo: Mina bailando un strip sobre una mesa solo en bragas y sostén. Una idea muy tentadora.

"Acepto, ¿dnd y cuándo?"

"En el club 51 a las 11 pm"

"Hecho, te veo allá"

La idea ronda mi cabeza, es muy entretenida. Si la cosa es que las chicas se desvistan bailando para los hombres y lo que recauden sea para la caridad, tengan por seguro que voy a poner varios billetes en su ropa. Todo sea por ayudar. Por otro lado no me gusta la idea de que otros tipos vallan a ver a Mina en esas condiciones, ¿podré pedir que el baile de ella lo conviertan en uno en un salón privado si ofrezco una buena suma más las propinas en su tanga?



Cruzo las puertas del gimnasio y me empiezo relajar, he estado toda la mañana pensando en lo que pasará el viernes por la noche y necesito despejarme o no podré dormir hoy tampoco.

En los vestidores dejo mi bolso y me calzo las zapatillas de correr. Aquí vienen los luchadores de la AMM así que, mientras me las estoy atando, escucho estatus de peleas, lesiones de otros luchadores y demás. Cuando me estoy haciendo el último nudo escucho algo que me deja helado.

- Ya te lo dije, voy a conseguir que la Vampiresa venga a mi cama.

- Ya, claro, cuando el infierno se congele. Es mucha mujer para ti y te haría pedazos antes de que puedas pestañear.

- Por favor, yo le gano con una mano atada a la espalda, pero me gusta la guerra, además el viernes por la noche la voy a convencer en el evento de caridad.

- Ya quisieras que ella se enterara de que existes.

- Tal vez ella no sepa que existes tú, pero a mí me tiene muy presente.

- Si tú lo dices.

- Ya lo verás, voy a probar esa carne...

Las voces se alejan por el pasillo y yo entro en erupción, maldito idiota. Ahora mi decisión de que sea un baile privado está más firme que nunca, no me importa cuánto me cueste. No dejaré a ese baboso caza-vampiras acercarse a Mina ni a un millón de kilómetros. Antes tendrá que pasar sobre mí.

Siento la mano y el brazo empapados, que el agua los recorre, y entonces me doy cuenta de lo que pasa: en mi arranque de bronca he apretado tanto la botella que la he roto. ¡DEMONIOS! Necesito otra. Ya con una nueva en mano, me encamino a la parte de musculación y me subo a una cinta. Me pongo los auriculares y empiezo a correr dejando que mi mente se distraiga con la música. Lamentablemente tengo la mala suerte de que, cuando ya empezaba a dejar ir todo, empieza a sonar "Sexy back" y, el objeto de mis sueños eróticos aparece tras mis párpados, bailando sexy y provocativo.

Freno la cinta en seco y me bajo. Frustrado, maldigo en silencio al aire: ni el ejercicio me calma. Camino por el gim elongando los brazos y las piernas, necesito relajarme, no puedo seguir así. Cuando llego a donde está la jaula, veo que Lucho y Pato están luchando, y que Mauricio está afuera estirando. Me acerco y, al verme me saludan.

Podría practicar un poco para despejarme, una buena sesión de lucha me calmará. Le pregunto a Mauri si le interesa y acepta. Cuando Pato y Lucho salen de la jaula, nosotros dos nos metemos y empezamos. Llaves, juego de piso, tomas, esto es lo que necesitaba. El rato pasa y mi mente vuela.

Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora