48° Pasión y salsa*

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- ¿Eres... Topadora Collins?

- ¿Qué te hizo darte cuenta?

- Y tú... eres "La Bala" Flash.

- Sí, ¿esperabas al conejo de Pascua acaso?

Son simplemente patéticos. Están temblando como gelatinas, ambos, lo puedo sentir en la ropa por donde lo tengo agarrado al que molestaba a Mina. Cuando lo he visto, pegado a mi vampira mientras ella se alejaba de él, he visto todo rojo. Estoy seguro de que a Alex le ha sucedido lo mismo.

- ¿Qué creen que hacían con mi mujer y mi hermana?

- ¿Tu-tu hermana?

- Sí idiota.

Ambos desvían la mirada hacia Mina y ella, con una ceja alzada, los mira desafiante. Sé que si ella hubiera querido se los habría sacado de encima en un segundo. Ambos la reconocen al instante.

- Vampiresa Collins.

- Así es tontos, ella es mi hermana y la pareja de mi amigo aquí presente así que, como se acerquen de nuevo a ella o a mi esposa...

Alex acerca al pobre diablo, que tiene agarrando por la camisa, a su rostro y veo el pánico reflejado en los ojos del muy idiota.

- ... les juro que no los va a reconocer ni su abuela cuando los agarre.

Por mi parte, mi mirada está fija en el idiota que tengo cogido por la pechera. Lo de "la pareja de mi amigo aquí presente" me ha desconcertado un poco pero no me ha quitado la concentración en mi objetivo. El manojo de temblores que tengo frente a mí pide perdón una y otra vez hasta que, harto ya de escucharlo, lo suelto empujándolo lejos. Alex hace lo mismo y los dos desaparecen de nuestra vista antes de que parpadeemos.

Mina y Tifani se ríen a carcajadas. Nos sentamos junto a ellas mientras les damos lo que pidieron y mi mente se convierte en un hervidero de ideas. Una y otra vez pienso en lo que ha dicho Alex sobre mí y Mina: ¿realmente me tiene como "la pareja" de su hermana? Eso me hace sentir bien, saber que confía en mí, que lo que me dijo en la habitación iba tan enserio, me hace sentir orgulloso.

Desvío la mirada de Mina por un instante, la he estado mirando con la intensidad de un láser sin quererlo en mi búsqueda de cualquier indicio de que debiera matar al idiota que la molestó, y me encuentro con la de Alex. Su cabeza se mueve en un ligero asentimiento mientras sonríe secretamente de lado. Le devuelvo el otro gesto sonriendo de igual manera, es un gran honor que él me acepte ya que, si yo estuviera en su situación, sería igual de desconfiado y protegería con uñas y dientes a mi hermanita; que me haya aceptado me hace sentir bien, realmente bien.

Olvidado el episodio de los dos idiotas, nos concentramos en pasarla bien. La música de salsa suena y noto como mi vampira se mueve ligeramente al ritmo de la música: sé cuánto le gusta bailar. Queriendo verla moverse al ritmo caliente de la salsa, me paro y le tiendo la mano a modo de invitación. Ella la toma, se levanta mientras se quita la gabardina y me sigue a la pista. Le tomo de la cintura y de la mano mientras ella apoya su otra mano en mi hombro, en ningún momento sus ojos se despegan de los míos y la veo sonreír, sé que está pasándolo bien y eso me alegra a mí también.

En ese momento empieza a sonar "La Gozadera" de Gente de Zona y Marc Anthony. Su sonrisa se amplía y se lanza a bailar conmigo: no vieran como se mueve, parece una profesional. Bailamos caliente y rápido, giro tras giro, meneada de cadera, cualquiera que nos viera podría confundirlo con "sexo implícito".

La gente empieza a hacernos espacio y un foco nos ilumina mientras seguimos bailando. No nos inhibimos en lo más mínimo, estamos demasiado compenetrados el uno en el otro como para notar a los demás. La tomo de la mano, la hago girar sobre si misma varias veces y la pego a mi cuerpo mientras la bajo hacia atrás en círculo. Es tan flexible, la música parece parte de su cuerpo. El movimiento de vaivén de sus caderas hace levantar la falda de su vestido, la hace volar pero no se le ve nada, es un movimiento tan sexy e hipnótico que no puedo dejar de mirarla mientras me pego a ella y sigo su ritmo. Hacemos una vuelta completa de seis sin que se nos separen las manos y continuamos pegados.

La canción termina y todo el mundo nos aplaude. Mina se ríe conmigo y hacemos absurdas reverencias de lo más cómicas. Seguimos bailando un par de canciones más entre las que se encuentran "La quiero a morir", "La vida es un carnaval", "Que hay de malo", "Valió la pena", "Amores como el nuestro", "Talento de televisión", "Tan bella", "Juliana", etc.

Sedientos, nos volvemos a la mesa y nos llevamos los aplausos de Tifani y Alex. Nos volvemos a reír, lo que causa que Mina casi escupa su cerveza ya que la estaba tomando justo en ese momento.

- ¡Eso sí que es moverse cuñada!

- La verdad coincido con mi mujer, no estuvo nada mal.

- Eso solo se puede hacer si tu pareja sabe moverse y el "aquí presente" sí que sabe lo que hace.

Nos reímos y yo me paro y hago una reverencia de lo más tonta. Si uno no puede reírse de sí mismo ¿de qué se va a reír? Al sonar las primeras notas de "Un montón de estrellas", Tifani agarra a su marido y se lo lleva a la pista. Ahora es su turno de dejarnos con la boca abierta, se mueven realmente bien, sincronizados como si fueran uno solo. Cualquiera que me viera a mí o a Alex pensaría que somos más bien duros, del tipo de hombre que se mueve poco mientras baila, pero hay que ser honestos: si no sabés bailar, pierdes varios puntos a los ojos de las mujeres, saber bailar es fundamental.

- Siempre me olvido de preguntarte ¿dónde aprendiste a bailar?

- ¿Recuerdas que te dije que mi madre era bailarina profesional?

- Sí.

- Bueno, ella también era profesora y me enseñó.

- Pues hizo un gran trabajo.

- Sí, eso parece.

Estoy muy cerca, puedo sentir la mezcla de perfumes, tanto de su piel como el de su pelo; tan cerca que puedo contar cada una de sus pestañas. Deseo fervientemente besarla pero no puedo, sé lo que dijo Alex pero también sé que seguramente le incomodaría verme besando a su hermanita. Ella se acerca, sé que quiere besarme, su mano acaricia mi rostro, cada vez más cerca de mí.

- Mina no es buena idea, tú me presentaste como tú amigo y no creo que a Alex le guste ver cómo me besas.

Desvía la vista a su hermano y la veo debatirse entre lo que quiere hacer y entre lo que "debe". Cuando vuelve a mirarme veo un brillo peligroso en sus ojos.

- No me importa.

Su boca se une a la mía y no puedo resistirme, la beso con intensidad acariciado su rostro. Sus manos se instalan una en mi nuca y otra en mi pecho. Mis manos bajan por su espalda, atrayéndola más hacia mí pero, incluso en el calor del momento, mi consciencia me recuerda la presencia de Alex y me contengo de sentarla sobre mis piernas.

Espío con un ojo a la pareja que baila en la pista, parecen muy metidos en lo suyo pero noto como Alex me guiña un ojo y sigue con Tifani sin prestar más atención que a ella, se nota que la ama y mucho. Antes de que pueda detenerla siquiera, Mina se levanta y se acomoda en mis piernas sin dejar de besarme en ningún momento. A cada segundo que pasa, la intensidad va subiendo, la temperatura aumenta. Siento como se frota contra la cresta que provoca mi erección presionando contra la cremallera del vaquero. 

Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora