30° ¡MALDITA BRUJA!*

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  Mina tal vez cree que me engañó pero sé que no me dijo toda la verdad. Después de su cambio repentino de la charla por el sexo, la noté distinta por un rato hasta que se volvió a relajar. Ella decía que era por el tema de su hermano pero yo sé que algo me oculta. No voy a presionarla, no tengo derecho, sin embargo algo dentro de mí se retuerce al ver que no confía en mí, que no se abre. Después de la llamada de Alex, hicimos el amor dos veces más en la cama y una más en la ducha. No estuvo nada mal. Mina es una amante fabulosa: una fiera, peligrosa pero dulce, como una gata salvaje. Me sigue el ritmo sin problemas y hasta quiere más.

Los orgasmos con ella son increíbles, intensos, me dejan sin fuerzas pero la visión de su cuerpo me las devuelve al instante. Es el mejor afrodisíaco.

Luego de una mañana plagada de placer, ha tenido que irse ya que debe ir a acondicionar la habitación para su hermano y la mujer. Al parecer Alex y Tifani se casaron hace dos años allá en Nueva Zelanda y vendrán por unos días a pasarlos con Mina. Por lo que me contó, Tifani parece una mujer frágil, demasiado delicada para el oso que es su hermano. Sin embargo las apariencias engañan, ya que tiene un carácter que rivaliza con el de su marido y a veces es aún peor que él. Tiene mucha facilidad para poner a Alex en su sitio y eso a él le encanta ya que le gusta que le de batalla.

Yo, por mi parte, decidí salir a dar una vuelta y pasarme por el gimnasio a entrenar un rato con los chicos. Cuando eh llegado, Pato y Mauri estaban en la jaula haciendo tomas mientras Lucho los miraba y alentaba a uno y a otro, molestándolos mientras se entrenaban por diversión. Me invitaron a unirme y entramos con Lucho, a los pocos minutos de primer round, notó que no podría ganarme hoy.

Estoy tan lleno de energía, tan vigorizado después de la noche y la mañana que pasé, que no podría pararme ni un tanque Sherman. No lesioné a ninguno pero sí los dejé doloridos en cada round que tuve con los tres.

Ya en los vestidores disfruto de una merecida ducha mientras mi mente divaga. El ejercicio me ha venido de perlas para liberar la energía acumulada. Es increíble que, luego de todo el desgaste que tuve, mi energía parezca cien veces mayor que lo normal. Me estiro bajo el agua de la ducha y suspiro de gusto, nunca me he sentido mejor.

- Desembucha.

Miro a Mauri que me mira desde su cubículo de la ducha junto al mío.

- ¿De qué estás hablando?

- Sé que algo pasó entre el último entrenamiento y éste que te ha cambiado y quiero saber qué fue para hacer lo mismo.

Nos reímos pero, por dentro, mi lado primitivo y posesivo está gruñendo. Nadie se acercará a Mina, ella es mía. Sin embargo mi parte razonable me dice que me calme, él no se refiere a estar con Mina sino a lo que hice con ella.

- No ha pasado nada tío.

- Vamos, ya dime. O mejor aún, adivinaré. Dejame pensar... ¡Ya sé! Al fin aceptaste que eres gay y te dieron por atrás de lo lindo.

Mauricio se parte de risa mientras yo lo fulmino con la mirada. Siempre joden con que tanto sexo como tengo (esto antes de Mina, ellos aún no saben de lo que está pasando con ella) solo puede ser una forma muy activa de esconder mi homosexualidad. Pfff..., que estupidez.

- Ni lo intentes colega, no vas a adivinar.

- Entonces ahórrame el esfuerzo y dímelo, ni que fuera a decirme que robaste un banco.

- No pero, digamos que fue un gran subidón de adrenalina.

- Ya, ya, ya cuéntame.

Suspiro cansado y, escuetamente, le cuento a mi insoportable amigo lo ocurrido desde el viernes por la noche, durante el show de strip tease. Mauricio está que no se la cree, creo que necesitará un gato para que le levanten la mandíbula del piso como a los autos para cambiar la rueda. Mientras me estoy secando, satisfago sus dudas más simples y, las que son más personales, se satisfacen con una mirada fija de ceño fruncido.

Lest-Out-Love (Serie Amor Enjaulado I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora