SIEMPRE [Tom Holland] ✔️

Capítulo 33

Narra Emma:

Hoy era noche buena. Por eso, iríamos a cenar a la casa de los Holland, y luego esperaríamos hasta las doce de la noche para abrir los regalos, ya que Toby todavía cree en Santa.

Solo faltaban unas cuantas horas para irnos, por lo que me dirigí al baño para poder alistarme como se debe. Tomé una relajante ducha, y cuando salí me puse el siguiente vestido:

Como era invierno, decidí usar un vestido de mangas largas, y unas botas hasta los muslos. Una vez que estaba vestida, sequé y cepillé mi cabello, para luego hacerme el siguiente peinado:

(Imaginen que el cabello es castaño y con las puntas un tanto rosadas)

Después de eso, me hice un maquillaje no tan elaborado, que consistía en algo de base, corrector de ojeras, máscara de pestañas, algo de rubor y un labial de un tono rojo, pero aún así suave.

Una vez que terminé, salí del baño y me encontré con toda mi familia esperándome para ir. Este era el momento en el que yo tenía que distraer a Toby para que papá y mamá metieran los regalos en el auto.

Como la tradición en Inglaterra es que las personas se regalen cosas entre ellas, lo que haremos es poner el nombre de quién hizo el regalo a quién, menos en los de Toby, ya que a él se los "trae" Santa Claus.

Luego de unos minutos en los que tuve que distraerlo, mis padres me hicieron señas de que ya podíamos ir. Subimos al auto, y comenzamos a ir a la casa de los Holland.

En el viaje recordé que hoy Tom y yo confirmaríamos nuestra relación frente a nuestra familia; o más bien ante nuestros padres, ya que nuestros hermanos saben todo. Al recordar todo esto, comencé a sudar más de lo necesario, estaba teniendo un ataque de pánico.

¿Y si a los padres de Tom no les agradaba la idea de que su hijo saliera conmigo? O algo mucho peor, ¿y si a mis padres no les gustaba Tom? Todo podía salir muy bien esta noche, o por lo contrario, muy mal.

Al llegar a la casa, nos recibió Nikki, con un vestido floreado muy lindo, y una amplia sonrisa. - ¡Hola! Bienvenidos, pasen.

Entramos a la casa. Estaba tan nerviosa, que mis pies no cordinaban tan bien. Apenas entramos, Harry y Sam nos recibieron, con un fuerte abrazo. Luego apareció el señor Holland, y nos saludó con un cálido abrazo también. A lo último, aparecieron Paddy y Tom, y juro que casi me agarra otro ataque de pánico.