Capítulo 8

5.6K 312 69
                                    

Narra Emma:

¿Nunca te pasó de estar en la piscina, y escuchar que alguien te habla, pero no entender lo que te dice?

A mi me pasaba exactamente eso, aún estando en el medio del pasillo de una escuela.

¿Acaso esto era una pesadilla?

¿Acaso mi mente me quería hacer pasar un mal momento?

Sabrina me miraba esperando a que reaccionara. – Hija, ¿estás bien? – tocó mi hombro, y pude volver a la realidad, todo esto estaba pasando, aquí, ahora.

- Sí, estoy bien. Me regreso a la clase.

Me di vuelta, dejando a mis padres con las palabras en la boca.

Al llegar de vuelta al gimnasio, el profesor me miró extrañado. – ¿Señorita Marshall? ¿Usted no sería retirada?

- Cambio de planes.

- ¿Está segura de lo que dice?

- Sí. – me tiró una mirada acusadora. Los presentes la notaron. – ¡Que si, carajos!

Al instante me arrepentí de lo dicho. Yo no era el tipo de alumna que se comportaba mal, pero no pude contenerlo. No soportaba a aquel profesor y encima me molestaba en una situación como aquella.

- Lo siento. – susurré, más para mí misma.

El profesor meditó unos segundos su respuesta. – Emma, no sé que fue lo que pudo haberte pasado, se que tú no eres así, pero debo mandarte con el director. Sabes que lo que hiciste estuvo mal, ¿cierto?

- Sí, profesor, lo siento, es que... – No pude contenerme más, y una lágrima rodó por mi mejilla. – Ya me voy. – Se me escapó un sollozo bastante audible, así que, antes de que alguien se diera cuenta, salí de allí.

Al llegar de vuelta a la oficina del director, me encontré con que mis padres seguían allí. Mi padre me miró confundido. – Emm, tardaste más en ir que en volver. ¿Estás bien?

- Director, el profesor Erielli me mandó a hablar con usted porque le falté el respeto. – dije, ignorando a mi papá.

- ¿Por qué lo hizo? Usted es una chica muy responsable y aplicada, señorita Marshall. Estoy seguro de que esto fue por los nervios del momento, ¿cierto?

- Cierto.

- Entonces... Yo hablaré con Erielli y le explicaré la situación, sé que entenderá.

- Gracias, señor director. – dije, sincera.

- No hay por qué, querida. – Me dedicó una sonrisa y salió de la oficina. A los pocos segundos ingresó otra vez. – Olvidé decir que hoy puede irse más temprano, Marshall, vaya con su hermano.

- Gracias, se lo agradezco mucho.

Me dedicó otra sonrisa más y se encaminó al gimnasio. Al ver que ingresaba, salí de su oficina, dirigiéndome a la salida de la escuela.

- ¡Emma! ¿A dónde vas? – preguntó mi padre, nuevamente.

- A ver a Toby.

- Nosotros también vamos. Podemos llevarte.

- No, gracias. Voy por mi cuenta. Necesito despejarme. – Comencé a caminar más rápido hacia la parada de autobuses.

Al llegar el autobús que me llevaría, me subí rápidamente. Al sentarme, revisé mi mochila, para ver si con suerte tenía algunos auriculares, para despejarme, pero no era así.

Comencé a tararear Call Me Maybe, ya que me recordaba a Toby. Cuando iba por el estribillo, una lágrima incontrolable y caliente rodó por mi mejilla. Recordar a Toby me alegraba siempre, pero en esa ocasión, no lo hacía.

SIEMPRE [Tom Holland] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora