SIEMPRE [Tom Holland] ✔️

Capítulo 37

N/A.: El hype que tengo por todos los trailers que se estrenaron esta semana (Captain Marvel, Avengers EndGame, y falta el de Spider-Man Far From Home) no me lo baja nadie.

Narra Tom:

Estaba en el aeropuerto con Harry, Hazza y Emma, pues ya partíamos todos, menos Emma, a Brasil. Allá nos encontraríamos con Laura.

Me acerqué a mi novia para darle el último abrazo por un largo tiempo, ya que no volvería hasta dentro de unos veinte días, un poco más de un mes antes de la premiere mundial de Spider-Man Homecoming, por la que muero de nervios.

- Te voy a extrañar mucho. – dije, aún apretándola entre mis brazos, aunque suavemente.

- Yo también te extrañaré mucho.

- Me encantaría llevarte conmigo. Hacerte conocer los mejores lugares del mundo, conmigo.

- Tom, ya sabes que me encantaría ir contigo, pero no puedo, tengo trabajo aquí.

- Lo sé.

Le di un último apretón, y luego la alejé un poco de mí, para poder verla mejor. Miré cada detalle de ella, desde sus pocas pecas cerca de la nariz, hasta sus hermosos ojos azules.

Me acerqué un poco a ella para darle un último beso. Durante éste, acaricié levemente su cintura. No se por qué, pero amaba hacer eso. Cuando nos separamos, le sonreí. Ella hizo lo mismo, y luego se separó de mí, dándome a entender que ya era hora de marcharme.

Cuando estaba por cruzar la puerta que me separaría de Emma por casi un mes, me di la vuelta, y la saludé con la mano. Ella hizo lo mismo, y terminé cruzando la puerta.

El viaje en el avión no fue tan divertido. Solía ser más divertido con Emm, pero aún así pasé un buen rato con mi mejor amigo y con mi hermano hablando sobre su vida.

- Y díganme... ¿Ustedes están en algo con alguien? – pregunté, mirando por la ventana. Solo se podían ver nubes, y más nubes, pero aún así todo era bastante bonito.

- De hecho...

- ¿De hecho qué? – pregunté, esta vez mirando a Harry de frente.

- Hay una chica, en Londres. Va conmigo a un curso de fotografía.

- Déjame adivinar. ¿Ambos se gustan?

- No sabría si decirte que ambos. A mí sí me gusta, pero ella... Ella simplemente es extraña. Un día me trata bien, me abraza, es cariñosa conmigo, y otro día, simplemente me ignora o con un comentario tonto de mi parte me manda al demonio.

Dirigí mi vista a Harrison, en busca de apoyo para aconsejar a mi hermano, pero éste estaba durmiendo. "Siempre tan ayudante, Osterfield." Me dije a mí mismo en la cabeza.

- ¿Cuál es su nombre?

- ¿Es en serio? ¿Te cuento todo esto con el fin de que me des un consejo y tú me preguntas el nombre de la chica? – dijo, resignado. No respondí nada, y a los segundos, él habló nuevamente. – Sophie, su nombre es Sophie. – Ni siquiera me miró al decirlo.

- Bueno, en este caso, Sophie es una chica complicada. Nunca sabrás si de verdad te quiere o solo está jugando contigo hasta que le confieses lo que sientes. No te queda de otra, amigo.

- ¿Entonces me dices que si ella no siente lo mismo que yo siento por ella, quedaré avergonzado por siempre, y tal vez pierda la amistad?

- Haces demasiadas preguntas, y me parece fastidioso. Pero sí, esa es tu opción. Salvo que quieras seguir siendo sólo su amigo y nunca saber si ella también siente lo mismo que tú sientes. Tal vez ella está en la misma situación en la que estás, y decide no decir nada por tus mismas razones, por lo que vivirían siendo amigos sin saber que el otro...