Capítulo 31

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Narra Emma:

Pasaron varias semanas desde esa cita con Tom. Aún así, todavía no éramos novios, ni mucho menos. Eso no quitaba que a veces me sorprendía y me besaba, como si en verdad fuéramos novios. Cada vez que lo hacía, me ponía colorada como un tomate, y él me decía que me veía tierna.

Por otro lado, hoy era mi último día componiendo, ya que solo me quedaba hacer unos arreglos a la canción en la que estuve trabajando estas dos últimas semanas. Luego, Michael me dijo que tendría unos dos meses de vacaciones, y que me llamarían cuando la música estuviera compuesta.

Cuando terminé los últimos detalles de la canción, me dirigí a la sala de Grabaciones, para que los directores la revisaran, a ver si les gustaba.

Llegué al lugar, toqué la puerta, y Michael me hizo pasar, luego de darme un cálido abrazo. – Bien, esta es la última letra de una canción que escribirás para esta película, Emma. Veamos qué maravillas hiciste.

Ya era la tercera vez que hacía esto, y obviamente no estaba tan nerviosa como la primera. Le extendí la libreta con la letra a Michael, y él comenzó a leerla. Como era de esperarse, le gustó mucho, y dijo que era muy talentosa para escribir. Obviamente, le respondí educadamente agradeciéndole por todo lo que había hecho por mí. Luego de eso, recibí unos cuantos aplausos, y salí del lugar.

Comencé a correr por los pasillos, dando pequeños grititos y saltos, asustando a cada persona que me cruzaba. Cuando llegué a mi oficina, comencé a bailar por todo el lugar, haciendo movimientos algo extraños, no tan parecidos a pasos de baile, pues no era muy buena bailando.

- ¿Qué haces? – preguntaron, detrás de mí. Me sobresalté tanto que solté un grito que casi desgarra mi voz.

- ¡Tom! Me diste un buen susto. – Reí.

- Tú me diste un buen susto a mí con esos movimientos. Pensé que estabas endemoniada.

- Ok, aunque no lo creas, yo tengo sentimientos, idiota. – Hice que me limpiaba las lágrimas. Él solo rió, por lo que yo me le uní. – Bien, ¿por qué estás aquí? Ya sabes, además de para humillarme por no saber bailar.

- No te estaba humillando, y, cambiando de tema, te quería hacer una propuesta.

- ¿Cuál es tu propuesta? – dije, mirándolo con desconfianza.

- Tranquila, no es nada malo. Solo quería preguntarte si querrías pasar Navidad en Londres, con mi familia.

- Bien, ¿que tipo de broma es esta, Holland? Ya puedes sacar las cámaras, dónde sea que estén escondidas. – Comencé a recorrer la oficina, en busca de algo sospechoso.

- ¿Qué? Emm, no es una broma. – dijo, riendo. Posó una mano en mi hombro, y me dio vuelta, para poder verlo a los ojos. Al verlos, me di cuenta de que no mentía.

- Ok, en caso de que sea verdad... Estaba pensando en pasar la Navidad con mis padres y con Toby, Tom.

- Eso no sería ningún problema, pueden venir todos. Serían las mejores Navidades de mi vida si todos estuvieran allí, Emm.

- No querría incomodar a tus padres y a tus hermanos, Tom...

- ¿Bromeas? Estarán más que encantados de recibirlos. Además, ya hablé con ellos, y están muy ilusionados, Emm. Los decepcionaría que al final no vinieran, igual que a mí. – Comenzó a hacer ojos de perrito mojado.

- Agh, ¿sabes? Odio cuando haces eso.

- Es porque esa cara es tu debilidad, ¿cierto? – dijo, con una sonrisa.

SIEMPRE [Tom Holland] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora