DESEO DE MEDIA NOCHE (CITRUS)

CAPÍTULO XIII: SEÑALES DE HUMO

Con el contrato firmado Udagawa sintió la necesidad de salir corriendo y darse de topes en la pared. Vender esas acciones le mandarían a la ruina en unos años próximos pero la verdad es que de no hacerlo mandaría a volar a su familia en un mes más.

Historia Reiss era una mujer amable, siempre sonriendo y sin maldad en ella pero realmente algo parecía extraño en ella, como si estuviera ansiosa de algo próximo a pasar, como un niño en espera de un castigo por sus maldades o travesuras.

-Muchas gracias, joven Udagawa.

La negociación era en donde tendría a lugar la exposición Botánica, el sonido de las remodelaciones y acomodaciones estreso un poco a Kioshi. Llevaban una hora en la lectura y repaso de la venta de las acciones. El permiso de los demás socios no era necesario ya que por ser un porcentaje algo bajo no les afectaba. Todo estaba en orden, con Historia enterada de sus responsabilidades y autoridades dentro de la empresa se dio lugar al cierre de todo con su firma.

-Gracias a usted, señorita Reiss. -dio una inclinación respetuosa.

-Me llamo Historia, así que llámeme por ese nombre. -dijo sonriendo y guardo los papeles en un portafolios. -Los ingleses estamos llenos de refinados comportamientos de etiqueta pero la verdad es que algunos no nos importa mucho, por ejemplo estoy yo.

-Comprendo... señorita Historia. -dijo apenado.

-Eso está mejor que lo anterior.

Ambos sonrieron y se dirigieron a las puertas de cristal. Historia le había ofrecido un paseo por las instalaciones que dentro de dos días tendrían como invitadas a hermosas plantas y flores de diversos orígenes.

Como parte de la estructura era como principal el gran salón donde se daría la recepción y presentación del proyecto junto a los implicados. De allí pasarían a salir del salón por la puerta de la derecha para dar con el jardín donde se encontraba otro edificio de dos pisos circulares cada uno, la planta baja era para las especies florales y de adorno pero las de la planta alta eran medicinales. Él apenas iniciado en el ámbito del reconocimiento de flores y plantas se encontraba maravillado con los arreglos que se estaban dando. Aun cuando las muestras exhibitorias estaban disecadas se podía jurar que eran naturales.

-Es bastante buena la presentación de estos especímenes. -dijo Udagawa asombrado. -Ha hecho usted un trabajo maravilloso organizando todo.

-Le da las felicitaciones y halagos a la persona equivocada. -se rio un poco. -Mi amiga ha mandado ordenes explicitas de los arreglos y acomodos aquí. Yo solo paso la voz y verifico que todo vaya en orden.

-Ha de ser una mujer fantástica y alegre. -dijo maravillado.

-Y lo es, siempre cálida y sonriente. Ella está emocionada por este evento, después de todo es el primero que organiza fuera de Londres y quiere impresionar a todos.

Continuaron el recorrido por una media hora más hasta llegar al final, el cual estaba marcado con una letrero que indicaba que se volvía al inicio del trayecto.

-Tenga. -dijo extendiéndole un sobre amarillo.

Él quiso preguntar que era pero Historia le obligo prácticamente a tomarlos así que lo acepto algo confundido.

-Kioshi tengo entendido que usted y cuatro personas más irán a la exposición. -Udagawa se sorprendió por la información.

-Así es. -dijo receloso.

-Le entrego esos boletos, espero disfruten mucho de la exposición. Y son gratis, un obsequio por parte de Liz. -sonrió.

Udagawa encontró cinco boletos junto a un pase VIP que indicaban que estaba autorizado para pasar a la tercer planta donde se estaría mostrando el herbario privado de especímenes extintos y raros. Una camioneta grande se aparcó frente a ellos.