CAPÍTULO XXV: CONFUSIÓN

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Kang Jinha había hecho lo posible por complacer siempre a los demás. Quería avanzar en lo más alto del Bureau y solo lo lograría haciéndose amigo de personas poderosas como Yuzuko Okogi, él era inspector así que sabía rastrear a las personas gracias a su maestra que estaba en estos momentos en Venecia. Conocía hasta cierto punto la vida de Yuzu, lo que más conocía era su vida en Japón, pero cuando paso a vivir a Inglaterra estaba todo desfasado y falto de información. Al parecer lo que todos sabían era lo que había. Nada más.

Una chica enamorada de su hermanastra Mei Aihara que acepto una beca, luego de un año en Londres consiguió reconocimientos por sus investigaciones médicas lo cual estudiaba, pero extrañamente abandonó eso para irse a ciencias administrativas y al poco tiempo se casó con la hija única de Lord William Frederick Graham Parker, consentido de la reina Isabel y del parlamento. Aquello estaba lleno de especulaciones del propio Jinha, ya que siguiendo las referencias de sus contactos se decía que Yuzu se casó con Elizabeth Graham para salvar a su familia de una crisis económica brutal, esta misma estudiaba en el instituto Kurosu genética humana. No tenía sentido pensarlo ya que era obvio que se amaban las dos, además de que esta chica estaba comprometida con el hijo de un empresario cuyo imperio se derrumbó gracias a la expansión de Yuzu dejando a Graham claro que le convenía casar a su unigénita con Okogi. Pero algo más era raro y era que Yuzuko antes de irse a Inglaterra pidió la emancipación de su madre Ume Aihara consiguiéndolo se cambió de nuevo su apellido al que tenía antes, o sea, el Okogi. Esto tenía respuesta sencilla y era que la antes rubia deseaba deshacerse de todo lazo con los Aihara, la duda era lo que sucedió esa vez para pedir aquello.

Los que descubren que tienen familiares ricos suelen presumirlo y gritárselo al mundo para sentir superioridad, pero Yuzuko no, ella mantuvo siempre en secreto su relación con Tomoya Okogi, el segundo hombre más rico del mundo. Se hizo saber con poca ceremonia un mes después de su boda con Elizabeth, tomo las riendas de los negocios de Tomoya como la heredera legitima y única de ese poderoso imperio. Lo demás era encontrado en revistas de chismes o en periódicos, como lo de aquella fatídica noche que cobro dos victimas y dejo a Yuzu con una bala en el corazón.

Kang Jinha sentía escalofríos al recordar las fotografías de los cadáveres de aquellos hombres. Había sido un terrible y lamentable situación que requirió esas acciones de defensa, pero eso no quitaba la brutalidad del hecho, las caras deshechas por el aplastamiento de un enorme librero y una bala de plomo en el corazón de Yuzuko dio por terminado aquel intento de secuestro de su esposa. La bala estaba incrustada de forma que si se llegase a retirar el hueco provocaría la salida de sangre y su muerte, se intentó otros métodos nuevos de cirugía, pero estos daban por resultados; muerte o coma. El trasplante no era opción para ella, se negó a esto, nadie sabía por qué.

Pero, ¿de verdad fue un intento de secuestro? ¿o uno de robo? No, no podía haber sido eso, el modo de operación de esos hermanos indicaba que esperaban matar a Elizabeth. ¿Qué ganarían con eso? Era lo que le decían a Jinha y con la burla del departamento renuncio a la idea de eso.

Kang Jinha había entregado la caja fuerte de Roger Costa a Yuzu y pudo sentir la felicidad que emanaba de ella. Era como esas expresiones de un niño que está a punto de abrir su regalo de navidad que pidió y se le dio. Había obtenido el agradecimiento, recomendación y un favor de la castaña, cosa que le serviría en un futuro próximo.


***

-Me sorprende que no hayas hecho nada aún. –dijo Ymir a la ojiverde.

-A mí también. –respondió jugando con la grabadora. –Pero estoy pensando en los daños colaterales... siempre que algo va bien pasa algo que me lo estropea todo.

DESEO DE MEDIA NOCHE (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora