La gran inauguración de la exposición Botánica armo revuelo entre la crema y nata de la sociedad y las demás. Estudiantes de la facultad de Biología y algunos amantes de las plantas estuvieron en una ardiente disputa por los boletos tan codiciados.
El nuevo pensar permitía a todos encontrar interés en aquellos seres vivos realizadores de la fotosíntesis y productores de oxigeno junto a frutos (en algunos casos). La medicina estaba evolucionando de formas que ya los fármacos pasaban a ser cosa del pasado donde se gastaba una fortuna para aprender a identificar y realizar mejores formas de tratar padecimientos sin tener que gastar demasiado dinero. La famosa medicina alternativa se abría paso como una dama pomposa de alta calidad pavoneando su exquisito vestir y encanto, los jóvenes se enamoraban de esa arte, pero los que no deseaban emplear fines científicos en su asistencia al evento se emocionaban por el ver a esos especímenes gloriosos y tan hermosas corolas atrayéndolos con sus hermosos colores.
Los arreglos habían terminado un día antes del evento como se había previsto. Los especímenes se colocaron con rapidez y precisión que se encontró Liz sonriendo ante el trabajo bien elaborado, el aroma en el aire estaba impregnado de los cientos de flores esperando a ser alabadas, pequeñas divas.
-He traído su café, mi lady. –dijo Reiner y se retiró de inmediato.
La rubia sonrió y lo acepto gustosa, americano de vainilla cargado. Realmente se encontraba calmada a pesar de estar en una situación delicada. Ir a Tokio y aparecerse de súbito para reclutar a Mei de su lado con la verdad a medias. Pero al parecer Ymir tenía interés en la pelinegra cosa que no sabía como interpretar si bueno o malo.
-Supongo que ya comprendiste lo que hiciste. Has hecho cosas que no estaban acordadas y ahora estamos en problemas.
La voz ronca y desganada de Ymir le trajo de vuelta a la realidad, sus brazos musculosos estaban alrededor de ella y su nariz en su cuello acariciándolo suavemente.
-Huir de mi esposo para venir a jugar a Japón a la cuñada, a eso vine. –respondió girando su cabeza para besar la mejilla de la morena. –Está cerca, ¿verdad? –murmuro.
-Soy la amante cuando él esta cercas. –respondió en igual tono y se acercó a su boca para darle uno de los tantos besos falsos que aprendió en la academia de actuación a la que Yuzu le obligo a ir para que su montaje saliera perfecto.
Liz extendió sus brazos para tomar la cabeza de la morena y atraerla más a ella así consiguiendo tapar el área de sus bocas para poder hablar con calma y seguridad.
-Ella está molesta, ¿cierto?
-Hiciste exactamente lo que te pidió no hacer una vez llegaras aquí.
-Soy SU esposa y no me quedare de brazos cruzados mientras hace este tipo de estupideces. Además este asunto es de mi incumbencia por si se les olvida a las dos, par de idiotas.
Ymir comprendió que una retirada era necesaria así que se alejaron las dos con las caras rojas; Liz por el coraje e Ymir por la vergüenza.
-¿Y si vamos a un lugar más privado para poder... hablar? –dijo Liz con tono seductor tomando la corbata de la morena para atraerla hacia ella.
-Me parece perfecto. –dijo sonriendo.
Ambas caminaron hacia el pequeño cuarto y lo cerraron con llave, Liz puso música clásica alta para impedirle al espía escuchar algo. Ambas al cruzar la puerta se habían relajado un poco y soltaron pequeñas risas ahogadas como camarería.
-No quiero ser aguafiestas pero creo que deberías hablar con Yuzu antes de que llegue.
La rubia puso los ojos en blanco y le dio la espalda para comenzar a atender unas hermosas Gardenias que recién había recibido como obsequio. Las tomo con sumo cuidado y la recostó en la tierra para proceder a cubrirla poco a poco, serviría de abono para una nueva Gardenia que florecería seguramente cuando ella no estuviera.
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DESEO DE MEDIA NOCHE (CITRUS)
FanfictionSegunda temporada de "Algún día te alcanzaré ". Nada pasa de la misma forma dos veces, ahora Mei se encuentra en una situación donde encontrar la forma de volver a ser feliz estará llena de obstáculos.