CAPÍTULO FINAL: LA MUERTE DEL PASADO Y LA VIDA DEL FUTURO

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Oliver se había lanzado contra Mei, pero Yuzu se puso de escudo y recibió un gran golpe en el hombro derecho rompiéndole la unión con la clavícula, obligándola a tocar el suelo con la rodilla contraria y sin pensarlo se lanzó contra Oliver tacleándolo para agarrarlo de los testículos con fuerza y tumbarlo.

Ambos cayeron y rodaron a distintas direcciones. Yuzu se sentía cansada, los huesos rotos comenzaban a lastimar y desgarrar los músculos cercanos, las costillas por suerte no fastidiaban sus pulmones, pero si sentía molestia cerca del estómago, si seguía moviéndose cabía la posibilidad de perforarlo y regarse los jugos gástricos, si era así le quedarían quince minutos de vida. Morir, iba a morir y eso había esperado en el fondo de su corazón desde que Liz y Paola la dejaron sola.

"Mataremos a Oliver. Mei Aihara no nos interesa" dijo esa voz con rabia mientras se incorporaban.

Yuzu se levantó, pero no pudo mantenerse en equilibrio y fue de culo al suelo. Jadeaba y comenzaba a perder el enfoque de las cosas, sus oídos zumbaban y perdía la sensibilidad en los dedos tanto de sus pies como de su mano derecha.

"¡LEVANTATE Y MATEMOSLO!" grito iracundo resonando en su mente y de inmediato su cuerpo acato la orden.

Se sentía la sensación como la de estar viendo un video, como una película muda donde solo puedes sentarte como espectador. Yuzu veía como su brazo tomo el bate y se dirigió a Oliver para golpearlo en la espalda. Pero Coulter ya la esperaba así que le pateo la rodilla para tirarle de nuevo al suelo. El bate fue a parar a los pies de la chimenea y Oliver se levantaba con mueca de dolor.

-Muy lista, perra. Pero debiste no dudar.

Oliver quiso ir a donde estaba Mei, pero Yuzu le tomo del pie para impedirle el paso y recibió una patada en la cara para que le soltara, pero Yuzu no lo hizo. Siguió aferrada a su pie mientras miraba entrecortadamente a Mei con expresión de horror y miraba a todos lados en busca de un arma para ayudar a Yuzu.

>>Huye... Huye Mei<<

Eso quería decirle a su esposa. Su esfuerzo era para darle tiempo y correr, Mei debía vivir. Mataría a Oliver y moriría, ese era su único propósito. Por eso había salido del sanatorio. La venganza que no pudo completarse la mantenía viviendo en una mentira llamada matrimonio. Había elegido a Mei como pase de salida, si se mostraba cariñosa y dispuesta a la terapia le creerían que estaba mejorando, saldría de allí, se casaría con Mei como lo planeaba Tomoya y al ver él que le complacía la liberaría de ese lugar. Con Mei como su mujer podría darse el lujo de fingir una vida tranquila mientras en los ratos libres buscaba las pistas del paradero de Oliver. Todo ese plan era para llegar a ese punto.

- ¡Suéltame! -grito Oliver y le pateo fuerte.

Tan frágil era su deseo de vivir. No tenía sustento fuerte así que lo soltó.

- ¡YUZU! -grito Mei aterrada.

Casi no oía nada. Ya no podía sentir nada, estaba cansada. Quería descansar. Quería dormir.

.

..

...

Cuando abrió los ojos todo estaba blanco que lastimaba la vista. Tardo unos instantes para poder acostumbrarse y se encontró acompañada de dos personas; una vestida de negro y otra de blanco. Ambos le miraban con atención.

- ¿Dónde estoy? -pregunto confundida.

Sus acompañantes se quitaron la capucha, la que vestía de blanco era Paola mientras que la de negro era Liz.

-No estas muerta si eso preguntas. -dijo Liz mientras se levantaba. -Solo desmayada.

-Lo importante de esto es que despiertes de una vez. -dijo Paola de mientras sonreía y se mecía con actitud juguetona. -Mei no puede esperarte más tiempo, papá.

DESEO DE MEDIA NOCHE (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora