- ¿Tú quieres... morir? -repitió Liz sobrecogida.
-Si. Ya estoy harta de vivir teniendo que perder a las personas que amo. Yo mate a mi padre, a esos dos individuos, a ti, Oliver y Paola.
-También te mataste a ti. -dijo la muerte servicialmente. -Cuenta a todos aquellos que privaste de vivir.
-Ya lo oíste. También yo fui víctima de mí misma. -Yuzu hizo una mueca de desagrado por la intervención del encapuchado que se hacía llamar la muerte y usaba su rostro.
- ¿Entonces al tú perder personas amadas quieres privarlos a ellos de quien aman? Es como una venganza para con ellos por tus pérdidas... eres egoísta.
-Yo no estoy privando de nada a nadie, Liz.
-Lo haces. A Ume le estas quitando a su hija. A Historia, Ymir, Matsuri, Harumin, Sara, Nana y al resto les quitas a su mejor amiga. A Kunio y Tomoya a su nieta. A Chise, Elias y a Yuu un buen señor que les trata como de la familia. Y a Mei le quitas a la persona que más ama en el mundo. -Se incorporó de su silla y le miro con gesto despectivo. -Ellos han perdido seres amados y no por eso apuntaron un arma a su persona y dispararon.
Yuzu no hablo. Liz siempre que le reprendía usaba argumentos sólidos y aplastantes. Tenía razón en eso, pero no se imaginaba volviendo y tener que soportar una llamada para avisarle que alguien falleció.
-No podemos evitar la muerte, Yuzu. -respondió ante la interrogante que se planteaba apenas la rubia. -Es algo que está más allá de nuestra capacidad.
-Estas diciéndome entonces que permanezca sentada y plácida mientras veo como mueren todos... -hizo una mueca. -Algo interesante.
- ¡NO! ¡Yo estoy diciéndote qué aproveches a las personas antes de que sea tarde y su tiempo en el mundo termine!
-Lo mismo.
Liz soltó un bufido de indignación contra Yuzu. Estaba reacia a comprender argumentos que se le dieran y para ser honesta, Liz no tenía muchos más para convencerla de vivir y el tiempo se estaba acabando.
La muerte se levantó de su silla y les dio la espalda. Alzo los brazos como un director de orquesta y los movió rítmicamente. Comenzó a escucharse violines en un muy claro orden armónico que daba a conocer clase, lentitud y un mensaje oculto tras las notas. Yuzu reconoció la pieza y se rio.
- ¿Tocaras música de Vivaldi hasta hartarme para que me largue?
-No. -respondió atendiendo a su pieza.
Liz también se acomodó como si fuera a verlo, al lado de Yuzu y sacó un álbum de fotografías. Ojeo las páginas y soltaba risillas de niña traviesa. Yuzu decidió centrarse en Liz.
- ¿Qué haces? -dijo tratando de ver.
-Veo tu infancia. -respondió. -No sabía que llegaste a atorarte en un retrete... lo torpe nunca que se quitará. La diferencia es que antes tus tonterías eran tiernas.
Yuzu frunció el ceño y le quito el álbum a Liz. Ella tenía razón. Muchas fotografías de ella en etapa infantil adornaban la página con la fecha y lugar debajo de cada una.
-La que más me gusta es donde tú y Koichi fueron al parque de diversiones. Cuando tenías tres años... ¿recuerdas? Fueron a esa feria por ser la Golden week. -mientras le describía cambiaba las páginas hasta detenerse donde Yuzu sonreía abrazando a un atractivo hombre de cabellos castaños y algo quebradizos. Usaba lentes y tenía una pequeña cicatriz en el ojo izquierdo. Ojos color avellana y una expresión afable.
-Padre... -susurro acariciando con las yemas la imagen. -Ya había olvidado como se veía. -la nostalgia cubrió su rostro. -Yo... seguro que él estaría decepcionado de mí en estos momentos.
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DESEO DE MEDIA NOCHE (CITRUS)
FanfictionSegunda temporada de "Algún día te alcanzaré ". Nada pasa de la misma forma dos veces, ahora Mei se encuentra en una situación donde encontrar la forma de volver a ser feliz estará llena de obstáculos.