DESTINY; Hyuuga Neji. ✓

19.

Desperté debido al ruido constante en mi habitación, al abrir mis ojos me encontré con la sorpresa más grande de mi vida; Naruto se encontraba limpiando la habitación sin que se lo haya pedido u obligado.

—¿Te desperté, hermana? —me preguntó mientras me miraba con una gran sonrisa. —Lo siento. No era mi intención despertarte tan temprano.

—¿Te encuentras bien? —le pregunté mientras me levantaba de mi cama y me acercaba a él para asegurarme de que no me hayan cambiado a mi tonto hermano. —Definitivamente eres el verdadero.

—Me haces cosquillas. —reía para luego dejar una bolsa de basura al lado de la puerta. —Soy el verdadero e inigualable, Uzumaki Naruto.

—¿Por qué estás limpiando el cuarto?

—Es que quería dejar todo limpio antes de irme. —me decía muy animado a lo cual lo he mirado confundida y entonces él se dio cuenta de lo que ha dicho. Me miró con pena unos segundos para luego pedirme que me sentara. —Hermana. Hay algo importante que debo decirte.

—¿Qué hiciste ahora? —pregunté mientras lo miraba afligida. —¡No me digas que nuevamente robaste un pergamino prohibido!

—¡Oye! ¡Eso fue solamente una vez y no volverá a suceder! —exclamó indignado mientras se cruzaba de brazos. —No es eso de lo que quiero hablarte.

—¿Entonces qué?

Él me miró unos segundos con inquietud como dudando si contarme o no por lo que le he sonreído para darle seguridad.

—Yo me iré de la aldea.

Admito que eso me dejó sin palabras e incluso se me pasó por la cabeza el día en que Sasuke abandonó la aldea con la idea de venganza.

—¿Irte? ¿Por qué? —pregunté afligida mientras me acercaba a él. —¿No te agrada la aldea? ¿Hice algo malo para que tengas que irte?

—No has hecho nada malo, hermana. Además, me encanta la aldea. —me decía con una pequeña sonrisa. —Es solo que me iré con Ero-sennin para entrenar.

—Cuanto... —murmuré para luego verlo directamente a los ojos. —¿Cuánto durará tu entrenamiento?

—Tres años.

Casi caí al suelo cuando me respondió, no podía creerme que mi hermano se iría por tres años. Serían tres años que no sabría de él, tres años alejados y eso me daba pavor; nosotros siempre hemos sido muy unidos, siempre dependíamos del otro y nunca nos alejábamos por tanto tiempo.

Pero él debía de irse, debía de irse para entrenar y podía darme una idea de para qué era ese entrenamiento. Kohaku-sensei ya me lo había mencionado, el señor Jiraiya se encargaría del entrenamiento de Naruto y él del mío debido al tema de Akatsuki, pero nunca creí que Jiraiya-san se llevaría a mi hermano por tres años.

—Supongo que debemos de despedirnos. —dije con tristeza a lo cual Naruto me miró con ganas de llorar. —Serán tres años que no podremos vernos.

—Hermana... —murmuró mientras algunas lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas. —Yo voy a extrañarte mucho.

—Yo también mi tonto hermano.

—Recuerda que soy tu mellizo y eso sería como un insulto indirecto. —me decía mientras me daba un abrazo. —Tonta hermana.

—Te has insultado. —ambos hemos soltado una pequeña risa. —Cuídate mucho e intenta no meter en problemas a Jiraiya-san.

—Ero-sennin es un pervertido. Él es el que me metería en problemas.

—Espero que no regreses siendo un pervertido, eh. —dije mientras le daba un pequeño golpe en su cabeza. —Te quiero, Naruto.