DESTINY; Hyuuga Neji. ✓

32.

No he podido articular ninguna palabra al ver varios cuerpos prácticamente masacrados frente a mí, tampoco podía dejar de ver a los culpables de esta desgracia y eso me causaba ira, frustración e incluso hasta el mínimo de odio.

—Te lo he dicho. No podrías acabar con esta guerra. —mencionó Kurama en mi cabeza y de un momento a otro aparecí frente a él. —¿Por qué simplemente no te rindes?

—Jamás. —dije mientras sentía la mitad del poder de Kurama rondar por mi cuerpo, cambiando así mi aspecto. —Te lo he dicho antes. Borraré mi odio y borraré el tuyo...yo no me retracto de mis palabras porque ese es mi camino Ninja.

—Idiota. Con ese poder actual no podrás lograr nada. —me dijo. —Frente a ti se encuentra Uchiha Madara y también se encuentra el Juubi. ¿De verdad crees que podrás hacer algo? —preguntó con rabia al nombrar al Uchiha. —Simplemente lograrás que te maten y que me atrapen para siempre.

—No pienso morir y menos que te atrapen para siempre. —formé una pequeña sonrisa a lo cual Kurama se ha sorprendido. —Yo te protegeré, Kurama.

Pude notar claramente como la mirada de Kurama cambiaba, pero para que dejara de verlo él rompió cualquier comunicación que teníamos y entonces he decidido concentrarme en los enemigos que tenía a unos cuantos metros.

Comencé a dirigirme a ese lugar corriendo con toda la velocidad que tenía en ese momento, corriendo entre medio de esas rocas e incluso entre los cuerpos que yacían muertos por intentar defender nuestro mundo; nuestro hogar.

Escuchaba claramente los gritos de la alianza asustados debido a que el Juubi había comenzado a lanzar un ataque que podía destruirnos en segundos, pero él no atacaba directamente a la alianza, sino que atacaba a puntos lejanos y al escuchar la voz de Shikaku-san, el padre de Shikamaru, en mi cabeza he detenido mis pasos debido a la sorpresa de sus palabras.

—¿Ellos han muerto? —pregunté sin poder creerme que esas personas, las cuales habían estado ayudando a la alianza habían muerto. El padre de Shikamaru e incluso el padre de Ino han muerto por aquel ataque del Juubi, ataque que le encomendó uno de esas dos personas que estaban sobre su cabeza.

—¿De verdad está bien que te quedes aquí parada? —me preguntó Kurama causando que volviera a la realidad. —Mira. Muchas personas morirán en este momento por lo que deberías acostumbrarte.

—Kurama...

—¿De verdad quieres seguir con esto? —me preguntó haciendo que apareciera nuevamente frente a él esperando una respuesta de mi parte y entonces no dudé en asentir. —Está bien. Lo aceptaré, pero simplemente porque prefiero estar de tu lado que estar con Uchiha Madara.

—¿Qué quieres decir? —pregunté con duda pudiendo ver como Kurama formaba un puño esperando a que yo hiciera lo mismo. —¿Kurama?

—Uniré mi chakra con el tuyo. De esa forma podrás acabar con todo esto. —mencionó mientras me miraba fijamente a lo cual me he sorprendido e intenté buscar algún rastro de una posible trampa, pero al ver sus ojos tan cambiados me he dado cuenta de que él no me estaba mintiendo. —Espero que no olvides tus palabras sobre protegerme.

—No lo olvidaré nunca. —dije formando una gran sonrisa mientras chocaba mi puño con el de él. —Andando, Kurama.

—¡Sí!

Mi apariencia nuevamente había comenzado a cambiar y esto era gracias a que Kurama me había prestado de su chakra completamente por lo que mi poder había aumentado, pero no solo mi poder había aumentado, sino que mi velocidad en este momento era superior a la que tenía antes por lo que he podido llegar con los demás notando claramente como algunos se sorprendían e inclusos algunos me preguntaba quién era, pero no les he respondido porque mi atención la tenían los responsables de esta guerra; a los cuales iba a ir directamente a atacarlos.

—Elemento Madera: Jutsu de estaca.

El que el Juubi comenzara a levantar sus manos y lanzara estacas me dejó perpleja, pero reaccioné inmediatamente protegiendo a todos los que podía. Sabía perfectamente que no podría proteger a todos los de la alianza, ya que eran demasiados y sola no podría encargarme de esto. Así que busqué a mi mellizo para que así ambos nos encargáramos de proteger a la alianza, pero al verlo en el suelo agotado y agobiado me dejó inquieta.

¿Él ya había sido vencido?

—¡No pienso dejar que Naruto-kun muera!

Las palabras repentinas y seguras de Hinata me han sacado de mis pensamientos, pudiendo ver claramente como ella se colocaba frente a Naruto con todas las intenciones de protegerlo de las estacas que habían ido peligrosamente en dirección a mi mellizo; sin embargo, ella no había sido la única que había tenido ese pensamiento, ya que había una persona que no iba a dejar que Hinata muriese en ese momento.

—Tú tienes que estar bromeando. —pronuncié sintiendo mi corazón apretujarse y mi labio temblar. —¡¿Por qué hiciste eso, Neji?!

Presioné mis puños intentando aguantar las ganas de llorar al ver al Hyuuga por su acto peligroso y heroico. 

—Lo siento.

Ante su disculpa me he acercado a él dándole así un golpe en su estómago, pero no con tanta fuerza para no causarle daño. Él simplemente se limitó a acariciar mi mejilla con suavidad para limpiar las lágrimas que habían salido por el miedo que me causó; no me imaginaba lo que hubiera sucedido si yo no hubiera llegado a tiempo.

Él hubiera muerto si no fuera por mí y Kurama.

—De verdad eres un idiota, Hyuuga. —mencioné en el momento en que lo veía, él simplemente se limitó a sonreírme de medio lado para luego agradecerme que lo haya salvado. —Cuando terminemos con esta guerra me agradecerás.

Al mirar a mi alrededor he visto varios cuerpos ya muertos debido al anterior ataque del Juubi y para que eso no volviera a suceder había que detenerlo; aunque eso no sería demasiado fácil.

❀❀❀

—Esa es una broma de mal gusto. —dije al oír las palabras de Sasuke mientras sostenía el brazo de Neji, el cual se había enfurecido bastante. —¿De verdad crees que yo iré contigo?

El Uchiha al aparecer frente a nosotros no solo tenía las intenciones de ayudarnos con esta guerra, también ha dicho que se convertiría en Hokage y que yo sería su mujer. Esas simples palabras bastaron para molestar a Neji y a Naruto, los cuales habían querido ir a golpearlo, pero he evitado junto a Sakura esa pelea.

No teníamos tiempo para esas peleas ahora.

—Ya he dicho lo que querían saber. —pronunció mientras me miraba de reojo, pero su vista se posó inmediatamente en Neji y lo analizó un poco para luego sonreír de medio lado. —Será fácil.

—¿Qué quisiste decir con eso? —preguntó mi novio a punto de perder la paciencia, pero Sasuke no le respondió y eso lo hizo enfadar más de lo que ya estaba. —Mantente alejado, Uchiha.

—¡No le entregaré a mi hermana a nadie! —exclamó mi mellizo e intentó levantarse, pero Sakura se lo impidió. —Ninguno es digno de estar con ella.

—Me alegra oír esas palabras, Naruto. —habló una voz muy reconocida por mí, pero que a Naruto le causó sorpresa. —Cuida de tu hermana.

—¿Papá? —pronunció Naruto una vez salió de aquella sorpresa. Nuestro padre asintió ante la pregunta de Naruto y este se ha colocado muy feliz al poder verlo. —¡No lo puedo creer! ¡Finalmente te he conocido, papá!

Al ver nuevamente a mi padre me he sentido algo inquieta, por una parte, quería ir y abrazarlo, pero por otra tenía miedo de acercarme debido a como lo traté la primera vez que nos vimos.

¿Cómo enfrentarlo cuando le he dicho que lo odiaba?

—¿Estás bien? —me preguntó Neji mientras acariciaba suavemente mi espalda a lo cual he asentido, pero él sabía perfectamente que mentía. —Eres mala ocultando las cosas.

—Como siempre tan perspicaz. —dije sonriendo de medio lado. —No te preocupes. No es nada malo.

—¿Estás segura?

—Sí.

Asentí mientras miraba como mi padre se colocaba en posición para ayudarnos con la guerra, pero no solamente había llegado él; los anteriores Hokages también habían venido a nuestra ayuda.