Capítulo 4

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Apuntó con la pistola a los tres soldados restantes que aún se encontraban en el suelo algo confundidos por aquel repentino ataque, les disparó a la cabeza sin piedad alguna para luego volverse hacia la persona que había salvado.

-¡Señor! -Saludó el chico que aparentaba poca edad adulta.

-En este mismo instante me dirás porqué estos soldados de la Armada Roja te iban a disparar hace unos instantes. -Exigió saber ya que le sorprendía el hecho de encontrarlo ahí siendo perseguido por aquella Armada.

-Bueno... No sé si puedo contarle, señor. -El de cabello plateado se rascó la nuca mostrando su nerviosismo. - Pero de igual forma quiero agradecerle lo que ha hecho por mí, señor.

El de lentes rodó los ojos molesto de haber recibido aquella respuesta.

-¿De qué mierda se trata?

-... De acuerdo, -Luis dio un suspiro rendido.- señor, espero que guarde el secreto...

-Seré una tumba. -Dijo fastidiado de tener que guardar un secreto.

-Bien, mi tío es el líder de la rebelión y la Armada Roja ya lo sospecha así que van detrás de mí para saber si es cierto, en este caso sí lo es y van intentar sonsacarme información de dónde se encuentras la base principal.- Explicó con rapidez el chico.

Tom se quedó callado, ¿apenas habían pasado cuatro días y ya había una rebelión contra la Armada Roja? ¿Cómo era eso posible?

-Por su rostro deduzco que se encuentra confundido por saber que ya hay una rebelión pero ésta comenzó a existir cuando mi tío logró escapar de Noruega que recientemente acababa de ser gobernada por la Armada Roja.

-¿Y cómo demonios es que ha podido formar una rebelión? -Alzó una ceja mientras guardaba su pistola en la carcasa.

El contrario se limitó a encogerse de hombros demostrando que desconocía aquella respuesta, se acercó al de lentes y miró el coche en el que antes conducía, salió un pequeño hilo de humo por el capo.

-¿Y ahora cómo vamos a conducir?

-¿Vamos?- Se volvió hacia su acompañante confundido, simplemente le había salvado la vida, aquello no significaba que ahora permitiría que le acompañaran.- No puedo permitir eso, Luis, creeme que lo mejor es estar lejos de mí.

-Yo no opino lo mismo, señor, usted tiene una gran habilidad tanto en la lucha como estrategia y creo que la rebelión debería de tenerlo de su parte.

-¿Acaso soy una amenaza para ellos? -Preguntó con un tono burlón, aquella respuesta le resultaba divertido.

-Dependiendo de quién sea su enemigo, señor.

-Entonces soy la amenaza de todas las personas. -Sonrió divertido.

Luis dio un pequeño resoplido molesto por aquella respuesta.

-¡Por favor, señor! ¡La rebelión necesita a gente como usted! ¡No sabe la gran ayuda que haría si se uniera! -El de cabello plateado comenzó a suplicar e incluso hasta se arrodillo ante el mayor. -¡Usted podría venir conmigo a la rebeldía, nunca antes había visto a una persona como usted!

-De acuerdo, de acuerdo, -Tom le obligó a levantarse ya avergonzado de la situación. - iré contigo pero cuando llegue allí tu tío tendrá que darme una buena razón para que me tenga que quedar.

El muchacho asintió de acuerdo ante la propuesta que le había dado.

-Pero, ¿cómo llegamos? No tenemos un vehículo, además de que esta lejos la base...

-Luis, ahora somos fugitivos y ya no tenemos razón alguna para seguir la ley. -Comenzó hablar el mayor y se dirigió hacia uno de los camiones de la Armada Roja.- Eso significa que podemos llevarnos uno de estos cacharros.

-¿No será muy llamativo? -Cuestionó preocupado.

-Creerán que somos de la Armada Roja, no nos verán ya que el cristal se encuentra polarizado. -Explicó de forma breve.

El de mayor edad caminó hasta el camión que no había sido dañado durante el pequeño ataque a lo que Luis se adelantó y abrió la puerta del conductor.

-¿Conduce usted, señor?-Quiso saber el menor.

-Sí, por si acaso te da por llevarme a otro lado.- El de lentes comprobó el interior del vehículo antes de introducirse en él.

-Jamás haría eso, señor. -Luis rodeó el vehículo para poder entrar por el otro lado

-Te daré otro consejo, Luis, nunca, NUNCA debes confiar en nadie, ni siquiera en tus propios amigos.

-¿Ni siquiera en la familia?

-... Ni siquiera en la familia. -Confirmó tras recordar lo que había hecho en su casa.

Un silencio incómodo inundó aquel pequeño lugar, dejó escapar un suspiro antes de acomodar su mochila entre sus piernas. Revisó que estuvieran las llaves y lo pudo confirmar al sentirlas puestas en la ranura, prendió el motor y colocó el coche de manera correcta para poder conducir sobre la carretera de asfalto.

-¿Por dónde vamos? -Preguntó sin dejar de mirar hacia adelante.

-Hay que seguir recto hasta llegar a la próxima ciudad, cuando lleguemos tenemos que recoger a alguien.

-Perfecto, ahora debo proteger no solo a uno sino a dos personas... -Habló con cierto tono de sarcasmo.

-Señor, ¿ocurre algo? -Preguntó preocupado al notar la actitud del que era antes su superior.

-No, nada, es solo que me recordó de cierta forma a mi pasado... Lamento haber hecho ese comentario tan brusco. -Se disculpó demostrando algo de arrepentimiento.

-No pasa nada, señor, a veces hay que dejar que los sentimientos salgan. -Dijo Luis con compresión.

-Ja, supongo que esas veces para mí van a ser intensas. -Sonrió de forma burlesca al pensar dejar libre sus emociones.

Por el rabillo del "ojo" pudo divisar como el contrario lo miraba con curiosidad pero parecía que se limitaba a estar en el margen y no invadir su privacidad, aquel pequeño gesto lo agradeció por dentro.
El camino fue desagradablemente silencioso, estaba tan acostumbrado al ruido de la ciudad aunque solo sea el pasar de los coches que se había olvidado de cómo era el silencio, al fondo se escuchaba como los pájaros cantaban sin dificultad alguna, las ramas moverse con libertad por la suave brisa y la respiración de ambos hombres; por alguna extraña razón no escuchaba las ruedas del camión pasar por el asfalto, era como si no se hubieran movido pero el pasar del paisaje demostraba lo contrario.

-¿De quién es? -Soltó de repente su compañero

|| Oh shit, here we go again...

[ONE] //EddsworldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora