Capítulo 28

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Las camionetas ya estaban llenas y yendo hacia el lugar indicado, iban de poco a poco ocupando un lugar en la ciudad siempre manteniendo unas distancias bastantes razonables de unos de los otros. El trío que se encargaría de la distracción principal aparcaron cerca de la plaza, Elisabeth decidió quedarse en el coche para no levantar sospecha por lo que Luis había decidido dejarle el móvil por si acaso necesitara ayuda de otros.

-No necesito la ayuda de otros -se había burlado la mujer.-, solo será atropellar a algunas personas y ya. 

La dejaron sola aun ellos con dudas en su rostro ya que no sabrían si estaría bien o no hasta que tuvieran que retirarse del lugar. Se metieron entre la multitud mientras divisaban el pequeño escenario elevado que había delante, la plaza era lo suficientemente grande para que entraran como mínimo mil personas; aunque era rodeado por vallas amarillas y varios soldados, tanto del Gobierno como de la Armada Roja. Habían tenido que colocarse chubasqueros para ocultar sus identidades y más Tom al ser el único con lentes de ese tipo, tuvo que apagar la luz verde que emitía.

La gente murmuraba cosas por lo bajo, soltando alguna que otra opinión sobre lo que estaba pasando en el país, pocos eran los que hablaban sobre la sumisión del Gobierno ante lo que pasaba ya que parecía imponer el hecho de tener tan cerca a los soldados de la Armada Roja; a veces miraba hacia las cámaras que estaban amontonadas cerca del escenario para que estuviera en primera escena lo que pasara en esos momentos y la gente que dirigía aquello parecían estar más nerviosos que el pueblo en sí.
Respiró hondo para calmarse a sí mismo, el nerviosismo de las personas le estaba influyendo en su ser pero notó como Luis le tomaba de la mano para tranquilizarlo logrando su propósito a los pocos segundos. Le acarició mano con delicadeza, no sabía qué pasaría cuando tuvieran que encarar al noruego pero esperaba que Luis estuviera al tanto de todo y nunca bajara la guardia.

El cielo se encontraba nublado desde que habían entrado a aquel lugar, parecía indicar lo que iba a pasar en ese día y aquello hacía que algunas personas llevaran paraguas a manos por si acaso caía una borrasca. Aún notaba el nerviosismo pasar por su piel pero el tacto del otro hacía que se calmara un poco.

El suave sonido de un helicóptero hizo que todos alzaran la vista viendo que se trataba de una de la Armada Roja, ahí estaba él. Apretó más el agarre al verlo pero tenía que calmarse así que desvió la vista hacia otro lado mientras que con la mano libre acomodaba su capucha. Las cámaras parecieron prepararse y grabar la llegada del "gran" Líder Rojo, escuchaba el flash de algunos reporteros que se dedicaban a realizar su trabajo. Miró de soslayo a su alrededor viendo que todos los rebeldes parecían tensos y algunos evitaban mirarle de frente, los entendía perfectamente.
Después de algunos minutos en el que el helicóptero se quedó en suspense, una escalera de cuerda cayó al estadio donde serían las presentaciones y dos hombres bajaron para asegurar la zona; el hombre de cejas pobladas y otro de cabello dividido en dos por la zona frontal. Luis pareció reconocer al primero por el apretón que hizo haciendo que Tom le acariciara la mano con cuidado para tranquilizarlo, sabía los nervios que tenía pero no era el momento para aquello. Al final se visualizó como la figura importante salía del helicóptero y bajaba por las escaleras con toda la paciencia del mundo, cuando sus pies ya tocaron el suelo se volvió hacia la multitud con una amplia sonrisa enseñando sus dientes casi afilados; tragó duro al ver la mitad del rostro con viejas cicatrices ya tratadas en su momento, su cabello parecía estar más largo que la última vez que se vieron haciendo que sus cuernos parecieran más grandes. Su imponente figura había hecho que todo el mundo callara dejando el leve ruido de las cámaras al sacar fotos además del ruido del helicóptero que se alejaba de esa zona.
El Líder Rojo se acomodó su gruesa vestimenta que tenía los bordes de plumas blancas para que el calor se mantuviera y realizó una breve reverencia.

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