[ONE] //Eddsworld

Capítulo 42

El de lentes había vuelto a entrar en el vehículo dispuesto a acabar con todo lo que le había estado atormentando durante todo este tiempo, creía que de esa manera finalmente arreglaría todos sus problemas a pesar de estar dirigiéndose a la boca del lobo y sabiendo que todo aquello sería una trampa; tenía que encarar la realidad del que tanto había querido evitar. Elisabeth le había dado algunas provisiones, las justas para el tiempo en el que se tomaba ir; las coordenadas estaban bastante lejos del lugar pero creía que solo en una semana llegaría a su destino. Esperaba que Luis estuviera bien y que el de rojo no se haya pasado de la raya, aunque cuando mencionó que lo había intentado con él no sabía exactamente a lo que se refería pero se le erizaba la piel por solo intentar pensar en lo que quería decir y si no lograba salir de allí (lo cual era lo más probable) tal vez sabría a lo que se refería. Su mente vagaba entre las posibilidades en las que una persona podría acabar con un destino fatal a la espera de que el albedrío del Commie no fuera tan distinto a lo quería hacer y metiéndose en sus zapatos podía adivinar que se le ocurrirían ideas turbias para torturar a cualquiera; el de rojo era muy caracterizado por siempre querer saber la debilidad de los demás y a veces invadía la privacidad de uno para lograr su objetivo.

Acabó objetando que primero estudiaría la base en busca de alguna brecha por donde pudiera escapar con Luis, dudaba mucho que allí solo mantuvieran a su pareja por lo que podría liberar a los prisioneros que hubieran causando una revuelta y lo aprovecharía como una distracción; aunque ese fuera el caso dudaba que el de rojo fuera tan tonto como para dejarle solo con Luis. Respiró hondo con el pensamiento de que aquello ocurriría la siguiente semana, miró el mapa de reojo visualizando el destino que tenía; mirarlo le hacía recordar cómo demonios había sido posible que la Armada Roja pudiera haberle guiado hasta esa base, ¿tal vez esas personas que se habían colocado delante suya impidiendo la visión de la mercader? Se mordió el labio inferior con dudas pensando en más maneras de las cuales el noruego hubiera intervenido para guiarle; tuvo un escalofrío cuando su vista se quedó en la marca de que había dejado en el mapa para la primera base destruida, ahora que lo pensaba, nunca había dejado ninguna marca en el mapa ya que no tenía una manera de hacerlo, creía que podría recordar su ubicación. Una pequeña gota de sudor resbaló por su mejilla en tensión al pensar en ello más detenidamente, su vista se quedó nuevamente en la calle por la que pasaba, le daba cierto escalofrío saber que unos soldados hubieran abierto en el vehículo para dejar una marca en su mapa; tal vez debía replantearse la idea de no volver a dormir... Sacudió su cabeza ante ello, para estar capacitado de ir contra el Líder Rojo debía tener su juicio claro y no dormir suponía todo lo contrario. Dio un suspiro por ello, debía recuperar a Luis y derrocar a Tord.

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Todos los días se pasaba en el volante, la gasolina se gastaba con cada kilómetro que pasaba y a los cuatro días finalmente se quedó sin combustible; no podía recargar el vehículo él mismo ya que a lo mejor lo rechazaban pero como necesitaba de uno para el escape, al menos para una distracción, no dudó mucho en robar otro vehículo que tuviera la suficiente gasolina, claramente robó uno en la primera gasolinera que encontró.

Gracias a eso pudo estar otros dos días más al volante aunque se sentía nervioso cada vez que pasaba algún helicóptero de la Armada Roja, parecía que estaban dominando todos los campos de batalla.
Cuando parecía que quedaba solamente unos kilómetros para llegar tuvo que detener el vehículo y ocultarlo en una zona segura, allí lo dejaría para cuando regresara con su pareja y tuvieran un medio de transporte con el cual ir aunque solamente duraría unos días; tal vez debió haberle preguntado a Elisabeth la localización de la base más cercana a sus coordenadas. Pero ya era muy tarde para eso y no podía quedarse parado arrepintiéndose de lo que no hizo, cogió el mapa y la mochila dejando algunas cosas como la mitad de la ropa en el vehículo y algo de comida; se aseguró de traer consigo la pistola prestada con munición aun sabiendo que no serviría de mucho para acabar con toda una base entera, quién sabía, a lo mejor se dirigía a una de las principales.