La entrada de la ciudad vecina se hizo presente, las luces bañaban el lugar con intensidad, aparcó a un lado de la calle y se volvió hacia Luis que se había quedado dormido durante el trayecto. Iba a despertarlo pero entonces se detuvo, miró por la ventanilla del lado de Luis dándose cuenta de algo que no había notado, habían pancartas de "Se busca" en las paredes donde se encontraban fotos suyas. Dio un suspiro resignado para luego volverse a sentarse en su lugar, pasó sus manos por el cabello mientras contemplaba el techo de aquella camioneta; debían de encontrar a quién sea que debían encontrar y luego tener que parar a reponer, aquello iba a ser difícil.
Debía pensar en un plan, no podía simplemente actuar a última hora y sin pensar en las consecuencias; sabía que debía esconderse pero en dónde, ¿con la supuesta rebeldía que menciono Luis? No podía arriesgarse, no sabía sí podía fiarse de ellos aunque Luis era el sobrino del líder aquello podía ser demasiado arriesgado a parte de que aún poseía la información, tal vez... No, Tom negó con la cabeza ante aquella absurda idea, no podía dejar que nadie viera la información que tenía el pen-drive, no hasta que le demostrasen que eran de ser de fiar.
Se frotó las sienes mientras dejaba soltar un silencioso bufido, se estresaba cada vez que tenía que realizar un plan y la mera idea de que tanto él como Luis salgan muy perjudicados si algo salía mal lo volvía más estresante; miró al joven adulto que seguía durmiendo en una mala postura para su vista, le recordaba a él cuando tenía su edad solo que era menos preocupado y no le daba importancia a los estados de las personas cercanas a él. Tal vez aquella fuera otra razón para que Edd y Matt se alejaran de él, su despreocupación era irritante si se ponía a recordar el cómo era en ese entonces, agitó levemente su cabeza negándose a creer en ello, si sus amigos se habían alejado de él debían de tener una buena razón para hacerlo.
"Y de nuevo al principio." pensó al darse cuenta que se había desconcentrado de lo esencial.
Unos quejido provenientes del joven adulto que se encontraba a su derecha lograron sacarlo de sus profundos pensamientos, volvió su vista hacia su compañero que se estremecía sobre su asiento. Colocó su mano sobre el hombro del contrario y comenzó a sacudirlo con suavidad.
-Luis... -Le llamó para despertarlo pero no resulto efecto alguno así que alzó un poco más la voz.- Luis... ¡Luis!
Aquel grito logró que el nombrado se despertara mientras miraba a su alrededor con la respiración agitada, al ver que seguía en la camioneta junto con Tom comenzó a calmarse lentamente.
-¿Has tenido una pesadilla?-Quiso saber el de lentes.
-S... Sí, pero nada de lo que preocuparse, señor.-Contestó Luis enjuagándose el sudor de la frente.
-De acuerdo, pero si quieres hablar sobre ello sabes que estoy aquí.
El de cabello largo asintió agradecido a pesar de que haya tenido un tono frío en aquel comentario. Al mirar por la ventana se dio cuenta de inmediato de que ya habían llegado a la ciudad vecina.
-¿Cuándo hemos llegado?
-No hace mucho pero como te quedaste dormido supuse que sería mejor descansar.-Apartó la vista dirigiéndola hacia la carretera de al lado.- ¿A quién hay que recoger?
-A la hija de mi tío, osea mi prima, -contestó Luis mientras rebuscaba en los bolsillos interiores de su uniforme, que curiosamente aún era el uniforme azul de la policía.-tengo que avisarla.
-¿Cómo lo vas hacer?-Alzó una ceja interrogativo.- Si la llamas o envías un mensaje podrías alertar a la Armada Roja de dónde nos encontramos.
-Ya lo sé, señor, en la rebeldía hemos creado unas redes que para acceder se necesitan unas claves que se remueven cada 48 horas.-Explicó Luis mientras seguía buscando.
-Eso es inteligente, pero a la vez idiota, ¿no crees que a lo mejor mientras intentan descifrarlo justamente se cambia y por casualidad la Armada Roja coloca unos números donde tal vez la clave que se cambió es exactamente los mismos números y se logra desbloquear?
-Pues... Sí eso ocurriese, señor, -Luis por fin encontró el dispositivo que tanto andaba buscando.- todos los dispositivos se autodestruirían.
-Y así la Armada Roja no podría saber quienes están ayudando a la rebeldía.-Murmuró por lo bajo.
-Así es, señor, y ahora, si me disculpa tengo que realizar una llamada.-Señaló al teléfono que tenía a mano.
Abrió el teléfono para luego apretar los botones marcando el número de la cual debía de pertenecer a su prima. Tom dejó de concentrarse en lo que hacía Luis y volvió a pensar en su próximo paso, conocería a la prima sin lugar a duda pero no pensaba revelar sus datos como su nombre, debía ser extremadamente cuidadoso, un paso en falso y acabaría muerto; miró a su compañero, debía hablar sobre eso con él. Luego de recoger a la chica tendrían que ir a repostar pero lo más probable es que tendrían que hacerlo a "escondidas" y con cautela, lo difícil sería es que si le vieran, no tenía ningún lugar al que huir y dudaba mucho que Luis dejara que se escondieran en la base de la rebeldía con soldados de la Armada Roja detrás suya. Podrían ir al bosque pero la camioneta no podría pasar por el hueco de los árboles así que se verían obligados a correr a pie, pero por las veces que había visto a Luis correr no era muy bueno y lo alcanzarían de inmediato a parte de que los soldados deberían de tener suficiente munición como para acabar con ellos; a pesar de que él contenía la información sobre dónde se encontraba la base de la rebeldía sabía que la Armada Roja no tendría piedad en él.
Una sacudida en su antebrazo logró que saliera de sus pensamientos y mirara a Luis que, al parecer, ya había terminado de hablar por teléfono.
-Señor, mi prima nos espera en una fuente que se encuentra en un parque que hay por aquí.- Informó el de cabello plateado.
-De acuerdo, -dio un suspiro antes de continuar.- pero antes, quisiera saber una cosa...
-¿Qué quiere saber, señor?
-¿Le hablaste de mí a tu prima? -Preguntó de forma directa mirándole con seriedad.
-Sí, señor, pero no sabía si quería que le dijese su nombre, así que simplemente le conté que estaba acompañado.
-Bien, Luis, voy a decirte qué es lo que vamos hacer cada vez que nos encontremos con personas desconocidas que sea tanto para mí, como para ti y como para ambos; no les diremos a esas personas nuestras verdaderas identidades.
-Pero, señor, mi prima y mi tío son de fiar y...
-Ya, pero para mí no lo son, no pienso arriesgarme.-Interrumpió el adulto mirándole con seriedad.
-No lo entiendo, señor, ¿por qué no intenta darle una oportunidad? Después de todo la rebeldía y usted tiene un enemigo en común, la Armada Roja.
-Ya, pero recuerda lo que te dije antes:
“Nadie es de fiar hasta que lo demuestren.”

ESTÁS LEYENDO
[ONE] //Eddsworld
أدب الهواةLa guerra estalló Tiene que sobrevivir No puede confiar en ninguno de los dos mandos Él está solo. >>Todos los personajes pertenecen a Edd Gould (q.e.p.d.) >>No se permiten copias o adaptaciones. > La imagen de portada me pertenec...