Se subieron al camión donde Tom se encargaba de conducir mientras Sarah se dedicaba a calmar a sus dos hijos, aunque Eliza intentaba calmar su llanto y mantenerse tranquila para no molestar a su madre no paraba de temblar solamente logrando preocupar más a su progenitora. La pequeña se acomodó en su sitio tragando saliva con algo de fuerza, esa mañana solo se preocupaba si Tom iría a visitarles y contarle sobre su relación extraña con un chico aunque su madre le decía que era algo normal; pero ahora debía preocuparse si los hombres malos los cazarían, habían hecho desaparecer a su pequeña casa y las habían obligado a irse de su pueblo. Ya no volvería a ver a sus amigos o las amigas de su madre que siempre le daban alguna que otra galleta a las espaldas de ella, solo esperaba que estuvieran bien y que los hombres malos no les hicieran desaparecer sus casas también.
Su hermano estaba durmiendo plácidamente en el brazo izquierdo de su madre y se preguntó si tendría un bonito sueño, esperaba que sí.
El camino era silencioso por lo que nadie decía nada a temor de despertar a su hermanito o tal vez porque todavía no tenían ganas de hablar, a veces le pasaba eso a ella.
-Había hecho un trato con el Líder Rojo -la voz rasposa de su madre la sorprendió pero se quedó totalmente quieta, no quería alertarla-, pero era para recuperar a Ben...
-No hace falta que te expliques, Sarah. -La voz de Tom seguía sonando igual de triste como siempre pero mantenía un tono calmado.
-Sí que hace falta -notó como su madre se acomodaba en los asientos traseros mientras los acomodaba otra vez en su cuerpo-... Él me prometió que si te entregaba, él me devolvería a Ben... Pero entonces te veía con Eliza y... supe que no podía porque entonces sería igual que él...
-No lo serías, tú NUNCA serías como él -la espalda de Tom se había puesto recta y las había mirado por el retrovisor-, él es un maldito enfermo.
Eliza dejó apoyar su cabeza en las piernas de su madre con cuidado mientras continuaba escuchando la conversación que continuaba.
-Entiendo que quieras recuperar a Ben, y no te hubiera detenido por ello.
Unos suaves sollozos la alertó por lo que se sentó rápidamente a su lado para ver como su madre había dejado escapar unas lágrimas mientras se aferraba a su segundo hijo.
-Mamá... -Murmuró preocupada por lo que alzó sus manos para quitarle las lágrimas de su rostro- Papá nos encontrará, siempre lo hacía en el escondite...
Su madre asintió dando una sonrisa que se asemejaba a una mueca, se limpió las lágrimas restantes con la mano libre y, para no ser una molestia, Eliza se separó de su madre cogiendo en brazos con cuidado a su pequeño hermano.
-Ya verás que todo irá bien. -Intentó convencerla sin dejar de sonreír.
Sarah se enjuagó las lágrimas con ambas manos ahora mientras el de lentes volvía a retomar la palabra.
-Encontraré a Ben, Sarah, cuando acabe todo esto. -Despegó su vista de su hermano para mirar a Tom quien parecía apretar el agarre en el volante.
Se preguntó si estaría melancólico por el granero, aunque no había sido su culpa después de todo; la culpa se la llevaba todo los malos quienes las habían separado de su padre y también habían separado a Tom de su novio, probablemente estarían separando a las personas de sus seres queridos por donde fueran pisando.
•
Los troncos desnudos no paraban de pasar, al menos cuando se encontraban en la calle donde todo el mundo parecía haber dejado de utilizar aunque a veces tenían que parar en pequeñas gasolineras donde Sarah pagaba la gasolina con el poco dinero que había traído consigo. Eliza se preguntó si debió haberse llevado su hucha en forma de cerdito consigo para ayudar a su madre con ello, pero nunca podría haberlo sabido cuando seguían en la casa; la mayoría del tiempo su hermano pequeño se encontraba llorando pero como responsable de hacerle reír ella se encargaba de volver a sacarle una sonrisa aunque a veces no era porque estuviera triste sino por sus necesidades.

ESTÁS LEYENDO
[ONE] //Eddsworld
Fiksi PenggemarLa guerra estalló Tiene que sobrevivir No puede confiar en ninguno de los dos mandos Él está solo. >>Todos los personajes pertenecen a Edd Gould (q.e.p.d.) >>No se permiten copias o adaptaciones. > La imagen de portada me pertenec...