Hoy comenzaba las prácticas de fútbol, el entrenador era bastante impaciente así que siempre debíamos llegar temprano a todas.
No puedo evitar pensar en Stephany en cómo se coloco celosa al verme con Mindy. Aunque ella lo niegue, se perfectamente que le ardió como el infierno que la hermana de su tonta cita haya querido pasar todo el rato conmigo.
Salgo de mi clase de biología y sin prestar atención a mi alrededor camino hacia la cafetería.
Cuando entro, visualizo entre las mesas hasta encontrar a mis amigos; Mare y Alex, en una esa con Scott y Logan como de costumbre. Me decepciono al ver que la castaña aun no llega.
—Hola—Digo saludando mientras tomo asiento con ellos, debería ir a comprar algo de almuerzo ya que tengo entrenamiento y no puedo quedarme sin comer. Pero decido esperar unos minutos más ya que no tengo hambre.
O estas esperando a Stephany— Dice el mini Ethan que tanto me molesta en mi mente.
—¿Estás preparado, Capitán? —Dice Scott con una sonrisa en su rostro.
—Claro que lo está, tiene que estarlo—Dice Logan—Si no, el entrenador Atkins se volverá loco.
—Si estoy preparado, y espero que ustedes lo estén también— Digo señalándolos a los tres; Alex, Scott y Logan.
No porque sean mis amigos, pero ellos tres son los mejores jugadores el equipo. Al menos todas sus energías son completamente para las prácticas y los juegos.
Miro hacia la entrada y veo a mi hermana entrar a la cafetería con su amiga a un costado. Mi corazón sufre de una descarga eléctrica al ver los ojos de la castaña puesto en mí.
¡No sé qué me pasa! ¡Nunca he tenido pensamientos así!
Me estoy comenzando a preocupar sobre esta jodida situación. Esa chica tiene como un imán.
—Hola — Dice mi hermana llegando y colocando su cartera encima de la mesa para luego tomar asiento — ¿Cómo están los deportistas más lindos?
—Ahora mejor que estás tú— El idiota de Scott es quien habla y juro que quiero meterle un golpe para que deje de mirar a mi hermana como un psicópata sexual.
—Si no dejas de mirar así a mi hermana te sacaré los ojos, imbécil — Digo mirándolo amenazante — Dudo mucho que puedas jugar fútbol así.
—Tranquilo, hermano—Dice levantando las manos— Estoy jugando, es tu hermanita, es terreno prohibido para mí.
Veo a Kira rodar los ojos divertida, comienza a sacar una taza de su bolso y veo que trajo comida preparada de casa.
— ¿Por qué a ti te hacen comida para traer y a mí no? —Digo mirándola ofendido.
—Porque soy la favorita de Becky—Me saca la lengua en un gesto infantil— Y porque yo se lo pido, tu solo te vas.
Nota mental: Decirle a Becky que yo también quiero comida casera para mi almuerzo.
—Qué más da—Digo levantándome del asiento— ¿Vamos a comprar comida, Castaña? ¿O tú también traes?
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Hasta el más mujeriego se enamora •Editando•
Teen FictionNo creo en el amor. No me voy a enamorar. No quiero ser esclavo de un sentimiento sobrevalorado. Mis pensamientos son claros y seguros hasta que mi vida da un giro inesperado y la veo, tan linda y dulce que sin darme cuenta, se convierte en mi éxtas...