Dos días.
Dos días sin hablar con mis amigos.
Me siento bastante imbécil al pasar por al lado de mis amigos y ni saludarlos, el único que levanta la mano en mi dirección, es Scott, a quién saludo con un asentimiento de cabeza. Las chicas y Alex miran sin inmutarse mientras camino hacia mi primera clase del día.
No sé qué me pasa ni porque tengo esta actitud. Simplemente no quiero acercarme y escuchar más reproches de su parte.
Entro a clases donde me toca con Alexander, pero cuando veo al castaño entrar y dudar de sentarse a mi lado, volteo la vista hacia la ventana ignorando sus acciones.
Se sienta con Logan y eso es otro puñal para mi ego, aunque me lo merezco, yo fui el inmaduro que decidió hacer como si no les hablara.
—Vamos de fiesta hoy—Dice Scott a mi lado en la cafetería.
—Si sabes que es martes, ¿Verdad? —Digo viéndolo con el ceño fruncido.
—Si ¿y? —Dice mirándome confundido— Nunca nos ha detenido eso. Luego del entrenamiento nos vamos a un bar que conozco.
Sonrío mientras niego con la cabeza de sus locuras, es el tipo más loco y sin oficio que he conocido.
—Hola—Escucho una voz que me saluda y volteo a ver a Britanny.
—Hola—Le digo sonriendo. No quiero que se siente en la mesa, la pasé genial pero dos días seguidos, como que no.
—Pase a saludar, espero estén bien—Solo eso dijo para irse caminando hacia la mesa con sus amigas.
Mire extrañado a Scott quién solo se encogió de hombros.
—Eres todo un galán, hermano— Dice tranquilo— Debe ser la colonia cara esa que usas.
Me rio ante su comentario
—Tengo un imán para las mujeres por naturaleza, no necesito ninguna fragancia para eso.
Entre comentarios idiotas y chistes malos, terminamos el almuerzo y quiero felicitarme porque no miré ni una vez a la mesa de mis amigos.
—Hola —Digo acercándome al casillero donde Stephany está sacando algunas cosas.
No dice nada, sigue sacando y metiendo cosas sin voltearse a mirarme.
—Hola Stephany— Repito más cerca y nada.
Sigue ignorándome.
— ¿Por qué estas ignorándome? — Por fin logro que voltee a mirarme y sus ojos solo derrochan molestia.
—Oh, pensé que ese era un nuevo juego, ¿no? —Dice sin alguna emoción—Ignorar a las personas, a tus amigos, tú vas ganando por cierto.
Cierro los ojos y suspiro
—Mira discúlpame la verdad es que no quise ignorarlos...—Hace una señal con su mano para que deje de hablar y lo hago.
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Hasta el más mujeriego se enamora •Editando•
Teen FictionNo creo en el amor. No me voy a enamorar. No quiero ser esclavo de un sentimiento sobrevalorado. Mis pensamientos son claros y seguros hasta que mi vida da un giro inesperado y la veo, tan linda y dulce que sin darme cuenta, se convierte en mi éxtas...