Estaba dolido.
Estaba decepcionado y bastante triste por las circunstancias con Kira.
Odio sentirme como me siento.
Pero estoy dolido de saber que mi hermana fue capaz de soltarme todo aquel veneno de aquella noche.
Han pasado ya tres días sin hablarme con Kira. En el instituto trató de hablarme varias veces pero todas las rechacé, en casa también quiso hacerlo pero me encerré en mi cuarto.
Sé que ya mamá sospecha de que algo pasa entre nosotros por el abismo gigantesco que hay entre mi hermana y yo. Pero sinceramente, es lo que menos me preocupa.
Stephany ha sido el mejor remedio para mi tristeza, ha estado cien por ciento pendiente de mí, siempre me busca en sus ratos libres y me llena con sus abrazos, con sus besos y sus palabras.
No quería enamorarme pensando que la única persona en el mundo que podría hacerte daño era la chica por la que cayeras. Que irónica y creativa la vida. Demostrándome que la familia tiene el mismo poder sentimental para dañar y que en este caso, la chica de la que me enamoré sería mí medicina para sanar.
Este tiempo junto a ella me he permitido sentir lo que es querer, lo que es estregarte a alguien. Lo que es tener apoyo sentimental, moral y físico en todos los sentidos. La quiero, la quiero mucho y si ella no estuviera, sé que la estuviera pasando peor de que lo es.
—¿Cómo está hoy el hombre más hermoso de la ciudad? —Dice la voz de mi castaña en mi oído cuando sus pequeños brazos rodean mis hombros desde mi espalda.
—¿Solo de la ciudad? —Digo haciéndome el ofendido, aunque mi sonrisa tonta me delata. Es que la quiero tanto.
—¡Del mundo entero! —Chilla y me da un corto beso en los labios para sentarse conmigo.
Estamos sentados en uno de los bancos de la plaza central del colegio, veo a la gente pasar a sus clases y a lo lejos, observo al idiota de Logan, lo que hace que mis hombros se tensen y la castaña apriete mi mano en señal de advertencia.
No puedo evitar entristecerme cuando veo la figura de mi hermana detrás de él, se agarran de la mano y caminan hacía los pasillos hacía las aulas.
—Supongo que sí volvieron—Le digo a mi castaña sin ánimos de sonar decepcionado, pero fallando terriblemente en el intento.
—Amor ya te lo he dicho, ella es dueña de sus decisiones y más dueña aún de sus errores. Si su relación con Logan terminará en el fracaso, tú solo debes esperarla con los brazos abiertos dispuesto a consolarla— Ella me lo dice y la observo, su sonrisa es tan dulce y tierna que sin querer evitarlo, me acerco dándole un pequeño beso antes de responder.
— ¿Consolarla? ¿Después de todo lo que me dijo? No—Digo duro. Sé que es una total mentira de mi parte y que si en algún momento mi hermana me necesita, no existirá enojo que me impida correr hacía ella.
—Sé que quieres hacerte el duro, pero también sé que no eres así— Ay Stephany, en tan poco tiempo me conoces tanto— Sé que tu amor de hermano y tu sobreprotección podrán más que cualquier enojo o decepción que sientas. Eres una gran persona, Ethan, jamás dudes de ti.
En momentos como estos, cuando ella me habla tan linda y creyendo tanto en mí, es cuando dudo de si yo soy una buena persona para ella. Me siento mal de tener pensamientos malos hacía otras mujeres, de siquiera mirarlas y pensar en que me encantaría ser soltero para estar con quién quiera.
Yo decidí estar con ella y quiero con toda mi alma respetarla, pero se me hace difícil cuando para las chicas por alguna razón, el hecho de que tenga novia, les parece más interesante.
—Hola tortolitos—Marensik y Alex llegan juntos y eso hace que mi ceño se frunza. Últimamente han estado pasando tiempo ellos dos solos y por la sonrisa en el rostro de mi amigo, sé que las cosas se han estado encaminando hacía donde él quiere.
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Hasta el más mujeriego se enamora •Editando•
Teen FictionNo creo en el amor. No me voy a enamorar. No quiero ser esclavo de un sentimiento sobrevalorado. Mis pensamientos son claros y seguros hasta que mi vida da un giro inesperado y la veo, tan linda y dulce que sin darme cuenta, se convierte en mi éxtas...