Hasta el más mujeriego se enamora •Editando•

Capítulo 12: Volviendo a la normalidad

Mi vida está hecha un completo desastre y es que los problemas con Alex en vez de solucionarse han ido intensificándose al no hacer nada para disculparnos.

Me cuesta horrores solo pensar en el hecho de ir y pedirle disculpas porque no es lo mío. Alexander es importante para mí, es el hermano que la vida me regaló y sé que lo herí en gran parte con mis malos comentarios respecto a él y Mare. Pero no puedo ni siquiera imaginarme pidiéndole disculpas. Creo que ni sé cómo empezarlas.

Me termino de amarrar los cordones de mis zapatos para incorporarme al calentamiento que hacen mis compañeros de equipo.

Con miles de regaños de parte del entrenador Atkins, mucho cansancio y sintiendo mis piernas como gelatina, me siento en uno de los bancos de los vestidores a tomar agua.

Veo como Alex pasa por mi lado con la toalla al hombro para tomar una ducha, abre el casillero y comienza a revisarlo buscando sus cosas. Sé que es el momento perfecto para pedirle disculpas, pero mis piernas no acatan ordenes y se rehúsan a moverse.

Haciendo un esfuerzo sobrenatural, me levanto del banco y me recuesto en el casillero continuo al de él, de modo que la puerta abierta del suyo, me tape completamente.

—Escucha—Digo cerrando los ojos con fuerzas, por qué demonios es tan difícil —Discúlpame por todas las cosas hirientes que te dije sobre Mare, sé que ustedes tienen un vínculo bastante fuerte y que si no están juntos es porque ella teme arruinar la amistad. No debí meterme con eso y desde un principio respetar tus planes.

Termino de hablar y veo que el ha dejado de moverse, los segundos que pasa sin responder parecen eternos para mí, es bastante vergonzoso.

Cierra el casillero viéndome directamente.

—Discúlpame tu también por decirte todo eso, lo de tus padres, digo. Lo de que tienes que madurar y experimentar por ti mismo, lo decía completamente en serio.

— ¿Estamos bien? — Digo extendiendo mi mano y el sin pensarlo la agarra dándole un apretón.

Luego de un corto abrazo entre amigos, está claro que nos hemos perdonado. Así que luego de ducharme y estar listo, salimos del instituto hacia nuestros autos hablando como si nada hubiera pasado los últimos dos días.

Y eso es lo mejor de la amistad, que cuando es verdadera, no importa cuántos inconvenientes, peleas o diferencias tengan. Si es una amistad sincera, siempre serán pequeñas cosas comparadas con el vínculo que se tiene.

Llamamos a Scott y Logan para vernos en casa de Alex y así hacer una necesitada tarde de partidas de play.

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Llego al colegio temprano con Kira, quién me disculpo luego de decirle que me había comportado como un completo imbécil con todos cuando no tenían la culpa de nada.

Estábamos solos así que arriesgándome a una mala reacción de su parte decidí sacar un tema bastante complicado para mí.

—Kira—Digo viéndola con su teléfono, estamos bajo un árbol sentados aburridos ya que ninguno de los chicos ha llegado.

— ¿Uhm? —Es lo único que contesta sin mirarme.

— ¿Crees que yo sería un buen...—Que cosa tan complicada tener que decir esa palabra refiriéndome a mí—Novio?

Consigo su atención y ella voltea a mirarme, una sonrisa se esboza en sus labios.

—Claro que si, Ethan. Si con tu novia serás lo lindo y protector que eres conmigo, serás el mejor novio, hermano—Dice con sinceridad pero eso no me hace sentir seguro de mi mismo en esa posición.