Llego temprano al instituto, Stephany luego de dejarla en su casa, quedó en venirse hoy con mi hermana y de esa manera, tendría esos escasos minutos en el carro para hablar sobre la situación de anoche en la cena.
Mientras yo, no me quedaré con la espina atravesada e iré a hablar directamente con Logan sobre el comportamiento tan brusco con Kira.
No voy a permitir que ningún imbécil venga y dañe lo que tanto he cuidado con aprecio y amor toda mi vida.
Camino por los pasillos buscando al pelinegro pero no lo veo por ningún lado, en su lugar, veo a Scott en su casillero, que al verme rueda los ojos y se acerca a mí en forma de reclamo.
— ¡Eres un falso, amigo! —Es lo primero que dice y aunque la palabra que usa me alarma, por su tono de voz, sé que solo está jugando— Ahora como tienes novia, me dejas por fuera de tus planes.
Río ante su comentario, sabía que diría algo así.
—Amigo, yo no organicé esa salida—Digo con simpleza, es verdad.
— ¡Ya sé que la organizo la pelinegra! —Vuelve a decir con impaciencia— Pudo ser una salida de ocho, me decían y yo llevaba a una amiguita.
Me vuelvo a reír ante su comentario, le agrega un movimiento de cejas dándole menos credibilidad a su reclamo.
Scott es el tipo de chico que al igual que como era yo, jamás se compromete. No quiere nada serio, solo quiere ser un alma libre por siempre. Y a diferencia de mí, no sé si algún día esa alma loca y libre, encontrará su media naranja.
—Creo que tenemos clases juntos, así que vamos caminando, ex mujeriego—Me palmea la espalda mientras comenzamos a caminar por los pasillos para nuestra primera clase del día.
— ¿Ex mujeriego? —Pregunto divertido.
—Ajá—Dice mirando al frente.
En el camino, algunas chicas nos miran y veo como mi amigo, sin ningún disimulo las escanea, mientras lanza besos y guiños de ojos a quienes le llaman la atención.
Ruedo los ojos divertido y sinceramente, me parece patético su intento de ligar.
Aunque debo admitir que se me desvían los ojos hacía una pelinegra bastante bonita que me mira desde lejos, ella guiña un ojo y mi sonrisa se engancha…
La imagen de una castaña aparece en mi mente como recordatorio y la sonrisa se borra de mi rostro, miro hacia otro lado serio y me voy del lugar antes de caer en malas tentaciones.
Entro al salón y me siento junto a Scott que solo saca una hoja y un bolígrafo de su bolso, así de vago es, como para ni siquiera tener cuadernos para las clases.
— ¿Cómo has pasado todos estos años? —Digo de repente haciéndome la pregunta.
—Siempre me copio de ti en los exámenes— Dice y sacudo mis hombros sin darle más importancia al asunto, al parecer, ya sé porque siempre se sienta tan cerca de mí.
Veo que la pelinegra entra al salón, su camisa tiene un escote pronunciando y tengo que hacer un esfuerzo bastante grande para no mirarlo.
Concéntrate, Ethan, eres un hombre de bien ahora.
Me repito eso varias veces tratando de quitar mi atención de la chica varias veces. No quiero cagarla, no quiero cagarla con Steph.
El barrigón y bigotudo del profesor hace acto de presencia y eso me tranquiliza ya que mi atención estará dirigida totalmente a él.
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Hasta el más mujeriego se enamora •Editando•
Teen FictionNo creo en el amor. No me voy a enamorar. No quiero ser esclavo de un sentimiento sobrevalorado. Mis pensamientos son claros y seguros hasta que mi vida da un giro inesperado y la veo, tan linda y dulce que sin darme cuenta, se convierte en mi éxtas...