Mariposas Azules

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        Una intensa tonalidad azul le nubló la vista por unos instantes. Alicia se sobresaltó y espantó a la pequeña mariposa que se había posado sobre su nariz con la mano, tratando de recordar dónde estaba.

-          Qué curioso –pensó mientras se frotaba los ojos-. Estas mariposas tienen algo especial, algo mágico. Me siento a gusto con ellas, como si me protegieran...

        Entonces, otra de las mariposas se posó delicadamente sobre la palma de su mano, dejando al descubierto sus preciosas alas. Alicia las contempló con más detenimiento; parecían estar hechas de finas capas de cristal. La mariposa aleteó varias veces y, sobre sus alas, se dibujaron mágicamente dos palabras en movimiento: "Así es"

        Alicia se sorprendió de tal modo que sacudió involuntariamente la mano  hasta que la mariposa volvió a su puesto dentro del diente de león.

-          Así que me entendéis, después de todo -jamás creyó que sería capaz de hablar con mariposas.  Quizás si que estaba loca-. Supongo que no pasa nada por preguntar... ¿Sabéis dónde puedo encontrar el Reino Blanco?

        Otra mariposa se acercó danzando sobre el aire, posándose sobre su delantal. "Síguenos" escribió sobre sus alas. Entonces, una fuerte corriente se levantó con sutilidad en el interior del diente de león. Eran todas las alas de las mariposas revoloteando a la vez: iban a alzar el vuelo.

-          ¿Cómo os voy a seguir? -formuló de repente, tratando de ponerse de pie sobre el estambre.

        "Déjate Llevar" escribió de nuevo. Alicia suspiró profundamente y extendió ambos brazos, dejando que la ventisca que aquellas pequeñas mariposas estaban creando la elevase en el aire. Cerró los ojos y se dejó llevar por lo desconocido.

Qué curioso -pensó para sí-. Si todas estas mariposas están aleteando a la vez,  debe de haber una tormenta terrible al otro lado de Wonderland.

        Cuando abrió lod ojos de nuevo, se vio envuelta en una nube azul de mariposas. Estaban sobrevolando el Jardín Encantado a una velocidad vertiginosa, y Alicia se encontraba en el interior de aquella extraña formación. Era mágico, se sentía ligera, como si formase parte de ellas. Sólo que éstas, a diferencia de todo ser que habitaba esos parajes,  conocían el camino.

Alicia pudo ver que las mariposas más grandes se encontraban en el exterior de la formación, especialmente a ambos lados. Parecía incluso una especia de formación estratégica, como aquellas aves que emigraban en forma de triángulo, señalando el mundo al que estaban huyendo. Al principio no comprendió el por qué, pero lo averiguó en cuanto vio a una mariposa chocarse contra el tallo de una flor y romperse en mil pedazos de cristal. Automáticamente, los fragmentos se juntaron de nuevo y la mariposa se regeneró al instante, continuando su camino como si nada hubiese pasado.

        De repente, Alicia escuchó un fuerte rugido detrás de su espalda, por la que cruzó un espinoso escalofrío. Miró rápidamente hacia atrás y logró distinguir un pelaje moteado al que no hacía falta reconocer:

-          Mierda, el Magnapresa -blasfemó con repentina ansiedad-.  ¡Corred, debemos huir cuanto antes! 

        Por si, debido a tus pocos conocimientos de criaturas fantásticas no sabes qué es exactamente un Magnapresa, querido lector, te describiré el que aquí se presentó. Es difícil relatarlo con claridad, pues era una extraña -y gigantesca- mezcla entre un oso, un puma, un perro y un león. Su pelaje, largo y blanco, cubría unas potentes y afiladas garras cuadrúpedas, mientras una cola fina y acabada en punta se agitaba con furia en todas direcciones. La boca estaba llena de filas de dientes y tenía una fuerza capaz de tumbar un árbol con un soplido, aunque sus diminutos ojos y orejas no le favorecían esos dos sentidos. Se guiaba principalmente por el olfato; la carne fresca y la sangre bombeada. Si alguna vez encuentras uno, es mejor que te alejes disimuladamente. Nunca se sabe cuántos días habrá estado sin comer...

         Las mariposas obedecieron y maniobraron varias piruetas para intentar esquivar al Magnapresa y proteger a su nueva inquilina. Éste se acercaba a grandes zancadas, lanzando  un mordisco de vez en cuando a aquella extraña manada de mariposas, rompiendo las últimas entre sus dientes. Pero pronto se reformaban, por lo que no podía llegar a alcanzar a Alicia. Por ahora:

-          Si no estuviese metida aquí dentro, te daría una lección de modales, perro sarnoso –le amenazó mirando hacia atrás.

        Pero incluso ella sabía que sus posibilidades eran limitadas, dado que su tamaño no era el adecuado. Qué facil es decir las promesas cuando uno está a salvo. Otra cosa muy distinta es el cumplirlas después.

En cuanto devolvió la vista al frente, vio cómo las mariposas se dirigían sin remedio hacia una enorme rosa blanca, contra la cual seguramente se estamparían sin remedio. Alicia se protegió instintivamente la cabeza con ambos brazos, pero entonces las mariposas se deshicieron en millones de trocitos de cristal azules junto con ella, y la depositaron sobre la corola de la rosa con mucha delicadeza, recomponiéndola.

Era una sensación extraña la de fragmentarse. Podías sentir cada parte de tu cuerpo, pero mucho más lejos de lo que solía estar. Por no hablar de las cosquillas que provocaban los huecos de aire entre trozo y trozo.

        Cuando Alicia abrió los ojos, suspiró aliviada y les dio las gracias. Los cristales se convirtieron en mariposas de nuevo, que salieron volando de allí hacia la inmensidad del jardín. Alicia se preguntó por qué la habían traído hasta el interior de una rosa blanca, pero no le dio tiempo a averiguarlo, pues el Magnapresa llegó raudo y arrancó la flor de cuajo con las fauces. Alicia se agarró como pudo a los resistentes pétalos e intentó llegar hasta la bestia, pero prefirió asegurarse de no caerse primero hacia el, ahora lejano suelo. El Magnapresa portó la flor en la boca todo el trayecto entre praderas y praderas.

Alguien se había pasado limpiando los jardines, se estaban destiñiendo.

Qué curioso, ¿por qué las flores iban perdiendo su color a cada paso que daban?


WONDERLOST: El Proyecto de Alicia #OreosAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora