Amistades Peligrosas (Espejo y Locura)

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        No era propio de ella, y lo sabía. Algo dentro de ella se lo decía. Pero, por alguna extraña razón, lo estaba haciendo, cuando sabía que no debía. Mas, era tan fuerte aquel sentimiento, ese terrible recuerdo... Lo difícil era mantener la calma.

        Pegada contra la pared  como si fuese la ya pelada pintura, se balanceaba hacia adelante y hacia atrás sin descanso, acunándose a sí misma en un intento por relajarse. Los ojos en blanco y mirando hacia el suelo, la poca dignidad que le quedaba desaparecida. Las córneas irritadas a causa de ardientes lágrimas que recorrían sus mejillas cuando se despistaba. De sus labios salían murmullos casi intangibles "Debería haberles salvado" "Debería haber muerto con ellos" "Debería haber muerto..." Y una suave música que creía conocer, entonada en la penumbra, como si de un funeral se tratase. Sin embargo, la letra era muy diferente a lo que aparentaba.

Una voz retumbó sin previo aviso por todos los pasillos, grave y poderosa, pero aún así invisible, cercana y conocida.

"¿Por qué no nos salvas?"

-         ¡Calla, calla! –imploró, a la vez que se tapaba los oídos sin dejar de mecerse- Ahora no puedo, ¡no puedo! ... Estoy perdida... Maldita... No puedo seguir...

-         Ahora es tarde para rendirse.

        Esa voz no era exactamente la que esperaba, pero siguió resultándole muy familiar, y a la vez odiada. No esperaba encontrarle allí y, sin embargo, le pareció que era su voz. No obstante, aquellos graznidos mecánicos desconcertaban un poco.

-         ¿Miles...? –preguntó al aire, girando la cabeza, pero sin poder acabar la frase- Ah, eres tú.

-         NO PARECES SORPRENDIDA DE MI APARICIÓN -señaló el Jabberwockky, ciertamente ofendido

-         Ni es deseada, ni esperada. Simplemente me da igual. -admitió, devolviendo la vista al frente con un amplio suspiro-  Adelante, acaba conmigo de una vez.

-         SERÍA FÁCIL, SIN DUDA, PERO NO TENGO PORQUÉ. YA NO TENGO MOTIVOS POR LOS QUE ACABAR CON TU DIMINUTA EXISTENCIA.

-         ¿Y eso? -inquirió, no esperando recibir esa respuesta de una criatura como aquella.

-         ¿POR QUÉ CREES QUE ESTOY AQUÍ? -gruñó con obviedad- ¡LA REINA ME MANDÓ! ESA PÉRFIDA BRUJA. EMPLEAS TODA TU VIDA EN SERVIR A ALGUIEN, Y LUEGO TE DESPACHAN PARA SIEMPRE SIN NI SIQUIERA UN SIMPLE "GRACIAS"

-         Había oído lo de tu destierro, pero no esperaba encontrarte aquí. -arsintió Alicia, un poco más cuerda al mantener una conversación con sentido- Mas bien libre, en Wonderland.

-         ESO ESPERABA, PERO NO. NO QUIERE QUE ME UNA A NADIE, QUE INTENTE VENGARME DE ELLA... SERÁ PODEROSA, PERO SABE QUE PUEDO DESTRUIR GRAN PARTE DE LO QUE TIENE... -entonces regresó a su ofendido orgullo- ¡NI UNA QUEJA, FIEL COMO UN PERRO, SIEMPRE A SU SERVICIO! TE SORPRENDERÍA SABER CON CUÁNTAS VIDAS HE TENIDO QUE ACABAR... PERO AHORA, SÓLO POR UN ESTÚPIDO FALLO, ME HA CONDENADO EL RESTO DE MIS DÍAS. AUNQUE, EN TODO CASO... ESTO ES CULPA TUYA...

-         Fuiste tú el que se empeñó en obedecerla y acabar conmigo. -argumentó en su defensa- Yo no tengo nada que ver.

-         ¿CREES QUE ES POR PLACER? BUENO, EN PARTE SÍ, PERO ESENCIALMENTE PORQUE FUI DISEÑADO PARA ESO ¿CREES QUE A MÍ NO ME GUSTARÍA HACER EL MAL POR MI CUENTA?

-         Como a todos, a mí también me gustaría que este maldito mundo no se viniera abajo cada vez que me voy. -lamentó con cierta furia- No soy un dios, ni nada parecido. Pero me parece que ahora eso importa poco... Espero que hagas buena compañía, pues vamos a estar aquí una larga temporada.

WONDERLOST: El Proyecto de Alicia #OreosAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora