IDIOTA (II Temporada) 29

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IDIOTA (II Temporada)
CAPÍTULO 29

Aunque tenía muy claro que tentar al diablo no fue una buena idea, jamás pensó acabar dentro de la casa de Anthony Stark, con un brazo roto y un Steve Rogers arrepentido.

-En serio te pasaste, Steve, este fenómeno no dudará en pedirme dinero por tus idioteces.

-L-lo siento. -murmura rascándose la nuca.

Cuando vio el atrevimiento del mayor no dudó ni un segundo en lanzarse contra él y empujarlo lejos. Debió al menos soltar su brazo cuanto le mando una patada.

-W-wade, ¿Estás bien?

Una suave mano acariciaba su rostro y unos ojos café lo analizaban preocupado.

-Eso creo, Baby Boy -sonríe, se remueve en su sitio y toma la mano del menor como puede- ¡Demonios! Que s-sea inmortal no significa.... que no duela, Capi -gruñe por el dolor.

El rubio hace una mueca de culpa, pero automáticamente frunce el ceño al ver sus manos unidas.

-Te lo merecías.

Tony rueda los ojos por el anticuado Steve Rogers y observa la escena amorosa. Era extraño ver a Wilson tan cariñoso, y más aún con ese rostro asqueroso que llevaba. La dulzura con la que trataba al menor era drásticamente extraña comparada con la mierda de persona que era con los demás, quizás el mercenario no era un bravucón como esperaba y quizás, solo quizás, sí cuidaría de Peter.

-Deja el drama de lado, Wilson. Probablemente estés bien en unas pocas horas -espeta acercándose al nombrado -Lo que me interesa ahora y por lo que estás en mi bellísima habitacion de huéspedes son por tus intenciones.

El mercenario observa divertido al playboy.
Tony a pesar de entender su amorío, debía tener mucho cuidado con el mercenario.

-¿Qué te traes en manos? -pregunta observándolo calculador.

-Además del sexy trasero de Peter, nada.

El rubio cruje los dientes y se acerca agresivo hacia el insolente anti-heroe.
La actitud de idiota le estaba provocando a romperle el otro brazo.
Anthony solo evita el soltar una carcajada por el comentario y la mirada del capitán era su principal motivo.

-Espera, espera -un asustado Peter se coloca frente al mercenario y observa a Steve asustado. -él es así, s-solo es broma.

-No es broma, tu trasero es mío, no lo repetiré otra...

-¡Wade! -el avergonzado hombre araña cubre su rostro y niega con la cabeza.

Tony toma el brazo del capitán y le susurra unas cuántas cosas sin dejar de mirar al par frente suyo. Definitivamente Wade Wilson era un personaje irritante y para nada común. Le estaba empezando a caer bien.

-Más te vale no escapar como la sucia rata que eres -murmura com una fingida molestía antes de salir de la habitación jalando al rubio y cerrando la puerta de golpe.

Un suspiro sale de los labios del mayor y el silencio se instala de anfitrión.

Peter de pie y aún estupefacto, no deja de lado la vergüenza.
Siempre tenía que estropearlo todo con sus impertinentes comentarios, y quién siempre se sentía más avergonzado en la situación era él.

-Wade, por qué eres tan... ¡Hey!

El brazo sano y sin rupturas del mayor lo había rodeado y de un solo jalón le hacen sentar sobre sus piernas sin previo aviso.

Le parecía muy tierna la actitud de Peter, era encantador cuando se ponía así de sonrojado y aún más si era por sus bromas.

-¿Por qué soy tan malditamente sensual? No lo sé, es un don -susurra rozando adrede con su aliento la nuca del castaño.

Peter abre los ojos sorprendido por el gesto, su cuerpo había tenido una corriente eléctrica que sí bien era satisfactoria, no quería que lo fuera en su casa, ni mucho menos con el Señor Stark afuera.

-S-Suéltame -murmura removiéndose nervioso.

Wade ahoga un gruñido al sentir al muchacho moverse descuidado de la posición en la que se encontraban.

-Si te mueves así una vez más, no solo te soltaré, Peter. -el de capucha sonríe lascivo y besa suavemente el cuello del contrario.

Era cierto que no le haría daño un buen momento -que involucra una cama destrozada- con el muchacho, pero entendía que su vida corría peligro y solo jugaba un poco para ver su reacción.

Su sentido arácnido, temeroso por el capitán detrás de la puerta, hace que salte de su sitio pateando el brazo ya dañado de su amante.

-¡Petey! -gime por el dolor y se recuesta completamente en la cama de seda.

Bueno, quizás se había pasado.

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Tony levanta una ceja y sacude de los hombros al rubio frente suyo.
Aunque no era de su gusto que Peter se revelará por un delincuente como ese, le parecía extremista la actitud de mamá gallina que poseía Steve.

-Deja ya esa molestia de lado, Peter no es un bebe, Steve.

-Lo sé, pero no puedo permitir que este con un tipo así -niega con la cabeza y observa al castaño -es un completo payaso, sarcástico, todo es una broma para él, me irrita.

Anthony había sentido una fuerte punzada en su pecho. Esas palabras aunque no dirigidas a él, le habían dolido.

-Wow, hiciste una completa descripción de mi -dice cruzándose de brazos -¿Te irrito, Steve?

El rubio niega con la cabeza sereno y lo toma de los hombros al ver los ojos caídos del castaño.

-Tony, en ti se ve hermoso, yo te amo a ti y todo lo que seas -lo toma del mentón y le da un corto beso en los labios -pero en ese idiota es algo realmente horroroso.

Un leve sonrojo aparece en el rostro de Tony y sin evitarlo, sonríe de oreja a oreja por el halago. ¿Hace cuánto no había oído esas palabras?
En verdad lo había extrañado demasiado.

-Gracias -responde desviando la mirada avergonzado -y... ¡Lenguaje!

Steve sonríe y suelta una carcajada por lo último. Tony de igual manera ríe y rodea con sus manos el cuello del contrario cariñosamente.

-Hice reír al serio Capitán América, deberían darme un premio por esto -ronronea para finalmente morderse el labio inferior.

El rubio suspira nervioso. Ahí volvía de nuevo, esa electricidad que bailaba por su cuerpo cuando Tony estaba cerca. La sentía de nuevo, y como olvidarla si se sentía tan bien.

-Te extrañé mucho -susurra acercando su rostro.

-Pues no perdamos más el tiempo, Capi -con una última sonrisa se dispone a unir sus labios coquetamente. Su piel se sentía bien con él, solo con él. Debía admitir que lo había necesitado, que había esperado este momento durante su ausencia, lo había hecho y no se arrepentía.

-¡Petey!

El capitán se separa asustado por el grito y corre hacia la habitación del menor pensando en lo peor.

Quizás la acción sería para más tarde.

IDIOTA #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora