IDIOTA #2

IDIOTA (II Temporada) 34

IDIOTA (II Temporada)
CAPÍTULO 34

-¿Qué? -pregunta el castaño con una curiosa mirada y una sonrisa de lado.

-N-No es nada -el rubio obtuvo un leve sonrojo y rasco su nuca observando ahora el platillo frente suyo.

Había estado con la mirada fija en el atractivo rostro del millonario, no supo realmente cuánto tiempo, pero debía admitir que le encantaba detallarlo a diestra y siniestra, notar cómo sus labios degustaban cada comida, cómo su rostro se encogía cuando probaba esos calientes líquidos.

Era encantador y al parecer demasiado, pues al tomar un pedazo de lo servido en la mesa, notó lo frío que había terminado tras estar babeando por Anthony.

-Bueno -rueda los ojos para después tomar una servilleta y limpiar las comisuras de sus labios sin dejar su mirada divertida de lado -espero que ahora termines el costoso platillo que pagué y dejes de acosarme con la mirada -sonríe coqueto y estira su brazo tomando la mano de Steve que se posaba sobre la mesa.

El rubio podía ser de lo más hermoso cuando se lo proponía, sus muecas y acciones eran dignas de admirar y no entendía como era que llamaba la atención de alguien tan perfecto.

-Es imposible que no lo haga -mumura observando sus manos juntas y sonriendo por el tacto -Todos en este lugar lo hacen, Tony, eres precioso.

Aunque las palabras fueron de lo más hermosas que había oído y casi hicieron que un leve sonrojo se esparciera por su rostro, le intrigó de sobre manera el decaído rostro de Steve.

La mirada baja de este le hizo sentir una punzada dura en el pecho.
A veces parecía que Steve no era consiente de su belleza, una extrema belleza en realidad y odiaba que entristeciera por detalles tan simples y equivocados.

Parecía un maldito Dios a su lado, tan perfecto y sensible.
No comprendía porque el dueño de esas características no lo notaba.

-Steve ¿Te has dado cuenta de la cantidad de celos que tengo cada vez que salimos? -el rubio frunce el ceño no entendiendo muy bien el mensaje -Eres alto, rubio, musculoso, sexy , caliente y odio cuando los demás se dan cuenta de eso, de que eres perfecto, Steve. Te observan como yo lo hago y no me agrada, y si no te diste cuenta, todas las personas aquí tambien lo hacen, te miran demasiado y quisiera que vean que tan mío eres ahora mismo... -Steve sonríe levemente y niega con la cabeza por la intensa mirada del castaño.

Las palabras del castaño eran firmes y esa mirada dulce y enfurecida le encantaba, le encantaba que este se preocupase por él, que se sintiera así por él.

-No creo que les agrade ver cómo.... -los labios de Tony atraparon los suyos sin ningún retraso, presionó el agarre en sus manos y con la contraria acarició su mejilla suavemente justo antes alejarse muy orgulloso -me besas -Steve suspira y con otra sonrisa relame sus labios y sin pensarlo mucho devuelve el gesto con más ansías.

En este momento no le importaba las curiosas miradas que sentía clavadas en su nuca o si sus rostros salían en primera plana en algún periódico. Estaba con Tony, con el amor de su vida nuevamente y no desperdiciaria el momento ni las hermosas palabras que este le dedicó sin ningún trabe.
Lo amaba demasiado y sentir sus bocas juntas y rozandose por completo le encantaba.

-Para antes de que alguien nos grité que vayamos a un Hotel -dice entre besos el millonario.

Una risa sale de los labios de Steve, rompiendo el beso sin quererlo.

-Quizas es una buena idea -dice volviendo a su lugar y mordiéndose el labio inferior en un acto inconsciente.

Tony abre la boca sorprendido y niega con la cabeza con una divertida sonrisa en sus labios.