IDIOTA #2

IDIOTA (II Temporada) 33

IDIOTA (II Temporada)
CAPÍTULO 33

Un gemido sale de su boca sin permiso nuevamente.

El morderse el labio inferior no había sido un buen impedimento para gritar el nombre del contrario. Su cuerpo y esa calidez tan cerca solo lo ponía loco y más que satisfecho.
¿Cuánto tiempo ya habían llevado teniendo sexo en la misma posición?

-St-teve -cierra los ojos y apoya su frente en el hombro del nombrado

La suavidad del rubio en su toque le provocaban espasmos de placer por toda su piel. Sentirse lleno de él era maravilloso y como sus cuerpos se blandian para más contacto era perfecto.

El rubio, a pesar de sentir esos impulsos perversos, solo intentaba controlar sus movimientos y no caer aún más en la lujuria.
No quería pasarse con Tony y hacerle daño, las estocadas que daba tenían un ritmo prometedor y suave, pero no por mucho tiempo.

Tony se sentía demasiado extasiado, su cuerpo estaba estampado contra la madera y un contacto más profundo es lo que buscaba al restregarse vulgarmente en el rubio.

-Métemela hondo, Steve -una mordida llegó a encender aún más al nombrado -lléname -el simple susurro hizo que gruñera con fuerza y dejará de lado la piedad, penetrando al castaño con fuerza y con una velocidad nada humana.

Definitivamente el lugar se había llenado de suspiros y besos húmedos en forma de chasquidos.
Pensarían luego en cómo entrar a ese armario y no volver a tener otro encuentro de esa magnitud o al menos no recordar lo sucedido.

Los gemidos no paraban de escapar de los labios de Anthony, la espalda de Steve se había convertido en su sostén, rascando y cogiéndose de ella cada que el capitán tocaba un exquisito punto en él.

La madera tras del más bajo rechinaba contundente, sosteniendo a ambos cuerpos pegados en contra de esta, haciendo evidente el coito que tenían los amantes.
Y obviamente el detalle no paso desapercibido para un excitado multimillonario.

-Romperas el a-armario -logra pronunciar encima de los labios del rubio -S-salvaje -sonríe pícaro y al sentir la mirada del ojiazul en su rostro muerde su labio con coquetería.

-No solo romperé el armario si me miras de esa manera -con solo oír el comentario jadea necesitado y más aún al notar que el capitán había parado con sus movimientos.

Se mueve insistente y roza con su lengua la barbilla del más alto, sonriendo después por el suspiro que había soltado el mismo.

Tony borra su sonrisa y tira la cabeza hacia atrás al sentir una profunda estocada.

-Te creo -murmura suspirando fuertemente por los movimientos del rubio.

Su pene rozaba el firme abdomen del ex-soldado, chocando y dando una fricción sensual entre ambos cuerpos.

El fuerte contacto y las pieles rozandose hicieron que el clímax se aproximase rápidamente, haciendo que el filántropo se corriera encima del ario, sin dejar de besarlo y cabalgarlo al mismo ritmo.

-Limpiarás el l-lugar después... Mgh.. de que te corras dentro mío -y como Tony lo predijo, el semen lo inundó profundamente, oyendo en eco el gemido de su nombre que salió de la boca de Steve.

Quizás el alarido del rubio había encendido su cuerpo por completo otra vez y claramente no dudaría en volver a calmar la sensación con una ronda adicional.

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Llevaba un buen tiempo echado en su cama observando el techo de su habitación algo aburrido.