MI NUEVA VIDA - ¡Mis Padres Están Vivos!

58|Mascota

Silenció.
Demasiado silencio.

Los dos botes flotaban y los tripulantes no quitaban la vista del agua.
Se arrepentían de a ver llegado hacia ese lugar. Ahora solo querían salir y lo mas rápido posible.

-Chicos... oigan..-les susurró Sirius-..se me ha ocurrido un plan.

-Dilo-le pido Remus totalmente asustado, se encontraba en medio de dos niños y no quería que les pasara algo malo.

-¿Ese enorme animal esta enojado, verdad?

-Si-susurraron todos mientras asentían rápido

-¿Y porque?... Bueno yo les diré el porque. Resulta que su dueño se desentendió de el-James giro rápido la mirada hacia su amigo-. Lo único que busca en estos momentos es venganza. El animal quiere sangre del hombre que le prometió cariño y solo le dio soledad.

-Es comprensible-le susurro Remus-. Debemos darle a su dueño y el nos dejara en paz.

-¿Que insinúan?-les preguntó James en voz baja

-Escucha amigo-le dijo Sirius-. yo fui comido por tu maldita mascota y sobreviví. Es fácil, lo único que tienes que hacer es siempre moverte dentro de su estómago y te expulsara.

-Canuto, no-le dijo con miedo-. No puedo hacer eso.

-Salvarás muchas vidas, entre ellas la de tu hijo-le dijo con el ceño fruncido-. Vamos amigo. Si no puedes sobrevivir, te juro que cuidare de Lily, no permitiré que nadie se le acerque y si es posible la encierro en una torre.

-Debe haber alguna otra manera.

-Nadie a traído una varita, no hay otra opción-le dijo y con una mirada de disculpa y dolor aventó de un empujón a James-. ¡Nada! ¡Nada, cuernitos!-le grito-. ¡Tienes que darnos tiempo!

James no espero más y nado con todas sus fuerzas hacia la orilla aunque absolutamente nada lo perseguía.

Giro el rostro y vio que sus amigos habían empezado a remar con todas sus fuerzas.
El plan había dado resultado.

James que se estaba acercando a la orilla, se sintió confiado y rió a carcajadas... Un error que lamentaría porque desde el fondo  del lado salio una enorme cabeza y se lo trago como si se tratara de un simple gusano. 

Sirius y Harry gritaron con horror pero mas Black porque su bote no se movía debido a que necesitaba mas fuerza.

El enorme animal se movió hacia el bote de su antigua presa.
Era grande de ojos muy amarillos, con los bigotes de un gato y tenia en el lomo escamas y pequeños huesos que le sobresalían por el hambre que había pasado.

-¡No! ¡Te lo ruego!-grito Sirius mientras la desesperación le dominaba el cuerpo-. ¡Juro que te daré mucho pescado!

-¡Sirius!-le grito Remus desde la orilla-. ¡Golpealo para que se vaya!

El animago hizo caso al instante y empezó a golpear al enorme pez con un remo sin darse cuenta que lo estaba enfureciendo mas.

Sin el menor aviso, la mascota de James se sumergió en el lago.

-¡JA, JA, JA,! ¡Yo gane esta vez, feo y horrible pez!-grito  Black sintiéndose  triunfante.

Entonces el bote se volteo de forma abrupta. El animago se encontraba muy asustado y quiso nadar pero sólo flotaba por la enorme cantidad de chalecos salvavidas que tenía puesto.

-¡Remus, ayudame!-le rogó el animago tratando de acercarse a la orilla -. ¡Por favor, amigo!

Antes de que el castaño saltara al lago, Black ya había sido succionado con todo y chalecos.

-Santo cielo..-dijo Colín con horror-. Enserio lo lamento Harry... eso de perder a tu padre y padrino el mismo día... ¡Rayos! ... Si que tienes mala suerte.

-El animal se los comió entero... ¡¿que clase de animal es ese?! -preguntó Harry con agitación.

-Aun no logro averiguarlo-le dijo Remus de la misma manera, se encontraban muy asustados -. James compró eso en el medio oriente.

-¿cuanto crees que sobrevivan ahí adentro?

-No mucho... Vamos, sera mejor que regresemos a la mansión-les dijo Remus y los tres corrieron rápido.

*Dentro de la dulce mascota*

-¿Como saldremos? Yo no quiero que el me convierta en su comida-dijo James con miedo.

-Falta mucho para eso. En estos momentos sólo debemos  movernos-le dijo Sirius-. Pero todo esto es tu culpa, si nunca la hubieras dejado de hambre .

Ambos se encontraban muy apretados y el olor que había era nauseabundo.

-¿Como podría alimentarla estando en Hogwarts?

-¿tienes una elfina, no? Ella debió cuidarlo, tu debiste ordenarle

-Ya te dije que Mari no es como los otros elfos, ella nunca me hubiera hecho caso...-se quedó callado y su rostro  se volvio más blando del que estaba-... espera ¿Sientes  eso?

-Santo cielo... ¡No!-grito Sirius-. ¡Nos va a digerir! ¡Son los jugos gástricos!

- ¡No! ¡Ayuda, Por favor, quiero salir de aquí!-gritaba James con miedo mientras trataba de agarrarse de algún hueso del animal.

-Pierdes tu tiempo, James. La única opción es movernos hacia abajo.

-¿Abajo? ¡si lo hacemos terminaremos ciento la cena! ¿Eh? ¡¿Te has puesto a pensar en eso?! ¡Tu tal vez quieras morir pero yo no!

-¡¿Es acaso mi culpa ahora?! ¡Fuiste tú el idiota que compró este animal! ¡El dueño te había advertido pero mandaste al diablo todo y gaste veinte galeones!

-¡Cincuenta! ¡Me costo cincuenta galeones! ¡Además era muy pequeño, media antes tres centímetros!

-¡No me hables, James! ¡Terminaremos está conservación en la otra vida!

-Como quieras

-Bien.

-Bien.

-Bien!

-Bien!

Ambos hombres se miraron con el ceño fruncido del enojo.
Luego sin decir nada más se abrazaron con temor.

-No quiero morir, Canuto-le dijo Llorando James-. No quiero morir otra vez.

-No te quiero perder, cornamenta, no quiero

-Yo tampoco quiero perderte-se abrazaron con mucha fuerza esperando su final.

Cuando pensaron que ya habían muerto fueron vomitados por el animal.
Al parecer la fragancia de uno de ellos no le había gustado mucho.